REGULACIÓN DEL JUEGO PRIVADO - QUE, COMO Y CUANDO ??? Tanto tiempo hablando de regulación del juego en Brasil que uno ha de ser escéptico por defecto. No obstante si de verdad en un futuro se ha de afrontar una normativa que normalice la actividad del juego privado en Brasil se ha de hacer bien, porque todo este tiempo ha posibilitado conocer que se ha hecho en otros países y cuáles han sido los formatos que han tenido éxito y los que han fracasado. En estas últimas semanas se ha acentuado el debate y aparecen iniciativas, que no por novedosas incrementan las expectativas. Y es que en los últimos 2 años hemos conocido decenas de movimientos, ante proyectos, debates, borradores aprobados en comisión; todos han terminado en una vía muerta o aparcados sinedie. Por lo tanto se de ha de desarrollar una normativa que cumpla con la demanda para traer al mercado regulado el ingente volumen de juego ilícito existente y sobre el cual la administración o las administraciones no parece que hayan tenido éxito en controlar y erradicar. Debe ofrecerse una variedad de producto y contenidos completa en todos los canales, presencial y digital, racionalizando su implantación, porque no por cantidad se consigue una mejor respuesta. La oferta ha de ser ajustada a las necesidades y objetivos que no deben ser otros que el juego privado esté basado en una normativa y proceso transparentes, exigente en cumplimiento para defensa de operadores, administración, protección y garantía de los consumidores. Además de la oferta completa y equilibrada, debe haber exigencia en requisitos, transparencia y objetividad de la administración, aplicando una fiscalidad también ajustada que permita una actividad sostenible que absorba el mayor volumen de la demanda de juego del país, ahora ilegal y que se ha de trasladar al mercado regulado. Esto que suena a proclama o discurso de intenciones; y seguro que cualquier lector dirá que son condiciones demasiado obvias; no lo son tanto en la práctica, porque las administraciones, (reguladores), en su afán de castigar la regulación de una actividad que saben estigmatizada, terminan por incumplir todas o muchas de las premisas que se han dicho anteriormente. Y no me pregunten porque, ya que seguro que muchos de los asesores o consultados han recomendado estas o similares condiciones mínimas para que una normativa de juego cumpla sus objetivos. Otro aspecto a resaltar cuando se expresan las razones por las que el juego ha de ser regulado, son las del crecimiento económico o creación de empleo, casi siempre exagerado, lo que tiende a crear expectativas que no se ajustan a lo que la actividad puede dar se sí, algo que no es necesario utilizar como justificación, porque en un mercado como el de Brasil se debe tener como objetivo principal la de conseguir erradicar y trasladar a un entorno regulado y controlado, una actividad que tiene una magnitud de miles de millones de dólares sin control para ninguno de los incumbentes; administración, hacienda y consumidores. El juego privado ya existe en Brasil y se está llevando a cabo de manera incontrolada en todos los aspectos, a pesar de una prohibición que decenas de años no ha impedido que se lleve a cabo, así que en algún momento las autoridades responsables se darán cuenta que seguir el debate de años; de si o no y como; no lleva a ninguna parte si no a consolidar aquellos que llevan a cabo la actividad de juego ilícito con total impunidad. “O jogo privado já existe no Brasil e está sendo praticado de maneira descontrolada em todos os aspectos, apesar de uma proibição de dezenas de anos, não há impedido que se opere, assim que algum momento as autoridades se darão conta que seguir o debate de anos, de sim ou não e como; não leva a nenhuma parte a não ser a consolidar aqueles que já operam o jogo ilícito com total impunidade”. El juego debe tratarse como una actividad normal, que la sociedad consume de una manera natural, teniendo en cuenta todas precauciones y aspectos que han de ser controlados, supervisados y habilitando una actividad racionalmente normatizada para que cada uno cumpla las exigencias y lleve a cabo una función de debe aportar beneficios a todos los implicados, algo que ahora no sucede. No se trata de aprobar un número mínimo de casinos de juego o un reparto jurisdiccional por departamentos o estados; se han de instalar éstos donde sea comercialmente aconsejable y dejar que la iniciativa privada determine sus características, dimensión y contenido de la oferta; lo mismo sucede con las salas de bingo, su instalación racional debe prevalecer sobre un reparto más o menos proporcional; de nuevo las características de la oferta y contenidos, ubicación y demás debe ser de acuerdo con los intereses de los operadores; de igual modo con las salas de juego si se autorizan; por otra parte, una estructura bien desplegada de las casas de apuestas, bien de manera aquellas de producto exclusivo, o las ubicadas en otros establecimientos de juego; deben estar sometidas a los criterios de negocio de las empresas operadoras sometidas a la legislación que se establezca. Exigir condicionantes que no permitan la sostenibilidad de los negocios tienen el efecto contrario de una regulación. Y respecto de los canales digitales, el juego y apuestas online, debe establecerse una normativa sostenible consistente en una oferta y contenidos completa y competitiva.... porque en Brasil ya se juega mucho en los canales digitales con una oferta offshore sin garantías ni beneficio más que para los ilícitos; tomando las medidas para impedir que siga la oferta ilícita una vez regulada la actividad. Y finalmente todo ello con una tasa impositiva sobre el juego que sea racional, que debe estar en una horquilla porcentual - dependiendo de cual sea el segmento de juego - con un tipo entre 10>15%; basado sobre los ingresos brutos de juego o GGR. Una tasa que permita absorber la inmensa mayor parte de la demanda, que las empresas puedan llevar a cabo un negocio sostenible, que es la mayor garantía para que la administración recaude el mayor volumen de impuestos.. Una tasa mayor no es garantía de mayor recaudación, esquilma el negocio y da al traste con las expectativas de ingresos tributarios. No se equivocaran mucho si aplican estas premisas, siempre y cuando la normativa sea seria y bien definida, la agencia responsable de la regulación y su cumplimiento muy seria, transparente, y refractaria a cualquier influencia externa que no se ajuste a la norma. El juego no debe tener ninguna duda de su transparencia en toda la cadena de valor, regulador, supervisor, operador y jugador; no se trata de aplicar solamente una política de juego responsable, si no ser responsable en aplicar una política de juego. Eduardo Morales Hermo  Director de INTELLIGENT GAMING COMPANY