FEJBA cree que el Gobierno debería anunciar “cuál va a ser el proceso de reactivación y los ritmos” y pide reincorporarse junto con la Hostelería

José Ballesteros, Presidente de FEJBA (izda.), y su Secretario General, Jesús Serrano Escudero

Ante las recientes declaraciones de la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en Las Mañanas de TVE, en las que adelantaba que el Gobierno trabaja en un plan de dos fases para reanudar la normalidad, dejando el Ocio para final de año, desde AZARplus hemos contactado con las Asociaciones Sectoriales para conocer cómo les afectaría este posible escenario. Habida cuenta, al hilo de lo manifestado por Díaz, que posteriormente fuentes de Ministerio, según publica El País, dicen que se refería a la recuperación de la actividad económica, si bien la Ministra no ha rectificado personalmente y, por tanto debemos guiarnos por sus propias palabras. Posteriormente, como también publicamos, este domingo, el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no acabó de contestar a la pregunta sobre las preocupantes declaraciones de la Ministra, señalando que “nosotros contemplamos un horizonte de una lenta marcha a esa nueva normalidad. Va a ser lenta, queremos que sea progresiva, con las máximas precauciones”.

En esta información, difundimos la visión de la Federación Empresarial de Juegos de Bingo y Azar (FEJBA), entidad para la que ha sido “una absoluta temeridad” la manera en la que el Gobierno ha transmitido a la opinión pública esta información, pues “se está poniendo en jaque el medio de vida de muchas empresas y trabajadores”. A juicio de FEJBA, “debería de ir anunciándose cuál va a ser el proceso de reactivación y los ritmos”. Además de apuntar que “no puede hablarse de “ocio” en general, porque supongo yo que habrá de distinguirse entre un bar, un restaurante y un teatro o concierto multitudinario. La oferta es muy amplia, y si debe de velar la seguridad, deben de establecerse los criterios de distancias, aforos etc., en las diferentes actividades. Desde ese punto de vista entendemos que los establecimientos de juego en los que hay bingo, pueden sin problemas cumplir esos parámetros, por sus dimensiones y características”.

Para el Bingo, la vuelta a la normalidad a finales de año, dentro del complicado contexto actual marcado por la crisis sanitaria del COVID-19, requiere considerar que, “a estas alturas, y esta materia no iba a ser una excepción, no hay seguridad alguna ni de las actividades, ni de los tiempos de reincorporación paulatina a la normalidad económica”.

De acuerdo con la entidad, es importante señalar que “las Salas de Bingo, son establecimientos con multioferta tanto de productos de juego como de actividades de hostelería y restauración; por lo que en nuestra opinión y siempre con las pertinentes precauciones y garantías de seguridad se deberían de reincorporar al tiempo que la actividad hostelera en general”. FEJBA explica que “debemos de tener en cuenta que las salas de bingo son amplias instalaciones, en las que pueden, de ser necesario establecerse distancias de seguridad entre clientes o entre oferta de productos, como puede ocurrir en un restaurante de amplias dimensiones”.

Son muchos los puestos de trabajo que estarían en juego, de implementarse una vuelva a la normalidad con el ritmo propuesto: “El subsector del bingo, cuenta con unos 8.000 puestos, y a la tradicional situación crítica que venía sufriendo por muchas causas, debe de unirse el que el juego del bingo tradicional se trata de un juego mutual, pero existen ofertas de productos electrónicos que perfectamente pueden desarrollarse con totales garantías”. Asimismo, desde la Federación reiteran que “no puede aislarse a estos establecimientos del resto de oferta de hostelería. Sería una situación terminal para un proceso que ya se apuntaba como crónico”.

Para una vuelta a la normalidad, por último, afirman que el Bingo está “tan preparado como el que más. Contamos con amplias instalaciones, puede hablarse que en promedio estos establecimientos, cuentan con aforos de unas 300 plazas, por lo que como decía pueden establecerse distancias de seguridad en primer término entre usuarios, sin problemas”. Asimismo, apuntan que cuentan con “un servicio de admisión a la entrada de la sala donde los clientes han de verificar con carácter previo su aptitud para acceder. Eso significa que a los clientes se les puede dotar de controles de temperatura, dotar de guantes, mascarillas, etc. y que los trabajadores pueden perfectamente mantener, con los medios precisos, una distancia más que prudente con los clientes, como en cualquier otra actividad de hostelería o restauración”.