Un lugar de reunión social que atrae a famosos, a la que acude “mucha gente joven” y “toda la gente del barrio”, explica su dueña, Begoña Sierra, en un reportaje publicado por el periódico El Mundo
Reapertura de la popular Sala de Bingo ‘Las Vegas’ de Madrid
AZARplus
El famoso Bingo Las Vegas, ubicado en el distrito madrileño de Ciudad Lineal, ha reabierto sus puertas, tras un parón de más de tres meses motivado por la crisis sanitaria del coronavirus. Una esperada vuelta sobre la que habla su fundadora y dueña, Begoña Sierra, en un reportaje del que nos hacemos eco en esta información, publicado por el periódico El Mundo. La vuelta ha sido muy esperada, explica Sierra, pues, según explica, “la gente no ha dejado de ponerse en contacto con nosotros a través de las redes sociales para preguntar cuándo reabríamos”. Además de hacer hincapié en que “el bingo es en principio un local de juego, pero no exclusivamente: es también un centro de reunión social, una especie de parque de atracciones de interior en el que no hay diferencia entre echar un cartón o pedirse un refresco”. Begoña ve su establecimiento como “un centro neurálgico de la vida de barrio”, reza el reportaje, ya que brinda una oferta de ocio que resulta atractiva: “Por el precio de diez cartones pasas un par de horas, te invitamos a una cerveza y te damos de merendar”, cuenta.
La clientela es muy variada, dice también, ya que “a nuestra sala viene mucha gente joven”, y “por supuesto, está la gente mayor también tengo público que lleva 40 años conmigo, pero los fines de semana vienen jóvenes porque la sala es divertida, hay famosos…”, apostillando que “toda la gente del barrio pasa por aquí”. Ahora, la reapertura supone
La reapertura no ha sido una decisión fácil, puesto que la triste situación la llevó a replantearse volver. En el terreno económico los meses de cierre han sido complicados: “Tengo gente que lleva más de 20 años conmigo, son puestos fijos. Y el primer mes lo pude pagar, pero para los dos siguientes he tenido que pedir un crédito para adelantarles un dinero, porque si no podían llevar comida a sus casas. Todavía no les ha pagado los ERTEs, y a nosotros no nos han perdonado ningún pago”. Unas dificultades que el reportaje enfoca con optimismo de cara al futuro, apuntando en su última frase que la reapertura marca el inicio de unos “tiempos nuevos que, poco a poco, volverán a ser divertidos otra vez”.
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