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Ofrecemos en exclusiva la interesante entrevista a la socia de Loyra Abogados en el último número de la Revista AZAR

Patricia Lalanda: “España no es un país especialmente complejo”

AZARplus

En la maraña de la compleja industria legal española, Patricia Lalanda emerge como un faro de claridad y dedicación. Con una trayectoria que se entrelaza con la pasión por el juego desde temprana edad, Lalanda no solo defiende los intereses de sus clientes, sino que también abraza la realidad del sector con un enfoque fresco y apasionado.

Con una visión crítica y perspicaz, Lalanda desmitifica la supuesta complejidad del sector del juego en España, ofreciendo una mirada pragmática y lúcida sobre su funcionamiento. Desde su perspectiva, la regulación no es un laberinto insondable, sino más bien un entramado comprensible y transparente, aunque no exento de desafíos y áreas de mejora.

Su papel como abogada de nuevas tecnologías y propiedad intelectual ha sido fundamental en la evolución del despacho Loyra, donde Lalanda ha encontrado su hogar profesional y un espacio para crecer y desarrollarse como jurista. Su compromiso con la excelencia y la ética profesional se refleja en cada faceta de su trabajo, así como en su visión de futuro para la industria legal.

En esta entrevista exclusiva incluida en el nuevo número de la Revista AZAR, Lalanda comparte sus experiencias, reflexiones y aspiraciones, ofreciendo una visión única del mundo del derecho y el juego en España. Su voz resuena con autoridad y convicción, señalando el camino hacia un futuro más prometedor y equitativo para todos los actores involucrados en esta apasionante industria.

 

Entrevista con Patricia Lalanda, abogada y socia de Loyra

“España no es un país especialmente complejo”

Podemos decir que Patricia Lalanda es una verdadera ‘hija del Sector’. Desde pequeña quiso ser abogada y desde pequeña ha convivido con la industria del Juego. Su experiencia internacional le permite no sólo asesorar a numerosas entidades sobre los mercados exteriores sino también asumir la realidad del Juego en nuestro país, que para ella no es tan compleja y diferente como a veces queremos verlo. Lalanda pertenece a esa nueva hornada de mujeres en las que nuestra industria tiene que mirar su futuro.

¿Cómo empezó tu relación con la abogacía?

Siempre supe que quería ser abogada. Desde que tengo recuero y cierta racionalidad ya me llamó muchísimo la atención el Derecho. Tener a mi padre Carlos cerca, transmitiendo su pasión, sin duda fue un factor determinante. Creo que siempre se me ha dado bien defender, cojo una idea y la peleo buscando los mejores argumentos para ello. El concepto de Justicia me ha interesado mucho, el proceso que hay detrás. A los diez años fui con el Colegio de Abogados, acompañando a mi padre, al Himalaya. Ahí por primera vez vi que, lo que yo tenía, una vida estupenda, rodeada de facilidades, no era lo normal. En ese momento algo se activó en mí, y decidí que había que hacer algo.

Pero imaginamos que no te interesó el Juego desde el principio.

No, eso llegó más tarde. Al principio me interesé por los Derechos Fundamentales, cuestiones de la Ética. Me gustaba mucho la filosofía, y te puedo decir que nunca me planteé otra carrera. Estudié en la Carlos III, que me parecía una muy buena Universidad, aunque también he estudiado en EE.UU., aprovechando que tengo doble nacionalidad. Me gustaban todas las ramas del Derecho. Absolutamente todas. Derecho Penal por ejemplo me horrorizaba por el hecho de estudiar los casos más impactantes, pero me apasionaba la gente que podía hacer ese tipo de trabajo. Me empezó a llamar muchísimo la parte de la propiedad intelectual y de las nuevas tecnologías. De hecho, un profesor que trabajaba en esta rama, me marcó e inspiró muchísimo a la hora de elegir. Estuve haciendo prácticas en el Tribunal Supremo, en la Fundación Ideas para el Progreso, Garrigues etc. Incluso estuve trabajando en proyectos de la Fundación ONCE. Una vez acabe la carrera, realicé un Máster de Propiedad Intelectual, Nuevas Tecnologías y Protección de datos en la Universidad Autónoma de Madrid, y al año siguiente ya me pidieron que diera clases sobre el Sector del Juego, y más tarde de Blockchain y Criptomonedas. En este momento tenía que elegir en qué Despacho quería trabajar, y yo me veía dentro de Propiedad Intelectual y Nuevas Tecnologías.

¿En este momento apareció la posibilidad de trabajar en Loyra?

Sí, comencé a trabajar en Loyra mientras hacía el Máster, compaginando todo como buenamente podía. Estuve un año, y cuando terminé, comencé a realizar varias entrevistas, y pasé varios procesos de selección en un Despacho muy grande. Hablé con mi padre sobre ello, y el me propuso llevar en Loyra el Departamento de Nuevas Tecnologías. Es ahí donde comenzó realmente mi andadura en el Juego.

Al final, esta actividad ha estado presente en tu carrera desde el principio.

Bueno, soy “hija del Sector”. Aunque es curioso, tengo una anécdota sobre ello. Algo que seguramente desconoce la gente es que yo he sido jugadora semiprofesional de Hockey durante 14 años de mi vida. Cuando se publicó el Real Decreto de Comunicaciones Comerciales, en el Máster de LaLiga, me pidieron diese una clase específica sobre el RD para que todo el mundo tuviese conciencia de lo que se venía encima. Durante la clase, puse una foto mía durante mis años como jugadora de Hockey, y aparecía con la equipación, promocionando Top Rank. Estaba predestinada.

Querías ser abogada de pequeña, y ya estabas en el juego de adolescente. El círculo se cierra.

Así es. Aunque para mí no fue fácil la oferta de mi padre. Yo al principio lo vi como una opción. También pensé, si no me vengo con mi padre, ¿cuándo le voy a ver? Además, ¿quién me va a enseñar más que mi padre y con quién voy a estar mejor que con él? Son pensamientos que venían a mí y sin duda me ayudaron a decantarme.

Al fin y al cabo, tienes un sesgo hacía el Juego, pero el tuyo es positivo.

Totalmente. Yo he ido a las bodas de los hijos de los grandes empresarios del Sector, quienes también han estado en los malos momentos familiares. A mí me revienta cuando se generaliza y se habla mal del Sector, los empresarios y trabajadores que trabajan duro en él no se lo merecen.

Algo que quizá fuera de España no se hace tanto, ¿no crees?

No creo que pase especialmente en España, pero sí que es verdad que aquí somos especialmente autodestructivos. La crítica siempre está ahí, y de hecho no somos tan distintos a otros países. Hemos tenido las mismas olas de alarmismo a lo largo de los años.

Aquí se dice siempre que el Sector del Juego en España es mucho más complejo que en el extranjero. ¿Es debido a lo mejor también a esa autodestrucción que mencionas?

La complejidad es un término absolutamente subjetivo. No es complejo desde un punto de vista de transparencia, ni de cómo está articulado. Nosotros estamos acostumbrados a hacer mucho trabajo de coordinación multijurisdiccional, y podemos decir con criterio que España no es un país especialmente complejo. Por ejemplo, en una de las últimas conferencias internacionales que he estado, estábamos debatiendo con agentes de España, Ucrania, Portugal y de Latam. Era curioso porque, a cada uno que nos preguntaba, señalábamos que nuestro Sector era el más regulado. Hay un especial empeño en decir que no estamos bien en España, que no hay transparencia. Evidentemente hay fallos y hay que seguir corrigiéndolos, pero no es tan malo.

Pero aquí si es verdad que existe una hiperregulación.

En cuanto a regulación, es verdad que si alguien quiere entrar a operar en España tiene que estar pendiente de las 17 Comunidades Autónomas y las dos Ciudades Autónomas que hay, y es cierto que no hay una claridad al cien por cien, que la Administración tiene todavía mucho poder discrecional sobre las decisiones que toman. Pero como abogados tenemos la capacidad de lo que está escrito, los antecedentes jurídicos, etc. Como abogada de Nuevas Tecnologías, no hay nada que sea blanco y negro, nos movemos continuamente en la incertidumbre. La experiencia es un grado, y cuantas más áreas cubras, y más conozcas al respecto, más capacidad de análisis podrás tener.

Está claro que, para el Sector del Juego, los abogados sois clave.

Ha cambiado mucho cómo está configurado el Derecho. En el Sector, los abogados llegaron cuando ya había surgido el problema. Porque las leyes eran reactivas a los problemas. Las leyes ahora son proactivas, y cada vez lo podemos ver más en el tratamiento de protección de datos o de Inteligencia Artificial. Los abogados no podemos ser solamente reactivos, hoy en día se pide a las empresas que tengan un plan definido para evitar riesgos en la sociedad.

El trabajo de compliance. No sólo defender, sino tener un plan estratégico para evitar cualquier contratiempo.

Así es, y ya existen muchas normas que se enfocan en ese sentido. A mí se me educó en el Compliance desde Loyra, puesto que con nuestros principales clientes veíamos que se podían mitigar los riesgos siempre y cuando se cumpla con ciertos manuales, etc. Antes se daba de una manera “autorregulada”, ahora se exige. Con ello, teniendo tu plan, tú puedes demostrar que has hecho todo lo posible para que algo no suceda. Por todo ello, la regulación del Juego es compleja porque hay territorios pequeños y en cuanto a Juego online, tenemos la estatal con la DGOJ, que publica toda su normativa de forma transparente. Y esa es la regulación específica de Juego, que se revisa periódicamente. Por supuesto tiene su complejidad técnica. De hecho, España es uno de los mercados regulados más complejos a nivel técnico, con unos componentes informáticos complejos. Según mi criterio, no están de hecho cien por cien en la etapa vital en la que nos encontramos, que es la de la explosión de nuevas tecnologías. Se tiene que cumplir con una tecnología que entiende el idioma que ya tiene la Administración, y no suceda al revés, lo que descoloca y frena todo.

En esta complejidad, ¿cómo es posible que los abogados os metáis también en otros países? Es prácticamente como estudiar otra carrera en ocasiones.

Los abogados tenemos una licencia, una “acreditación” para ejercer el Derecho español y de la Unión Europea. Ahora, desde Loyra articulamos mucho trabajo en otros países, y eso lo hacemos siempre con un partner local. Nuestro papel, aparte de entender las normas, muchas veces es de ayudar a los clientes porque sabemos de dónde vienen, a dónde quieren ir, y la madurez que nos ha dado la práctica de Loyra de más de 40 años a la hora de resolver problemas o enfocar una Industria, es capital. Cuando asesoramos en otros países, hemos hecho los deberes, a través del derecho comparado, que es lo más útil. Es algo fundamental, porque tenemos muchos clientes que quieren traspasar lo que se ha hecho en España a otros países, y viceversa. Pero toda regulación tiene un patrón, y no nos olvidemos que la regulación del Juego está dentro de un marco tecnológico. Y la tecnología que se aplica tiene su aplicación diferenciada. Nosotros sí hablamos el mismo idioma.

¿Y en lo que respecta a la Unión Europea?

Hay muchos países de la Unión que hemos tenido una participación proactiva en la Regulación, porque los gobiernos necesitan apoyarse en ese derecho comparado ya que al final nosotros somos quienes podemos dar las opciones y, según nuestro criterio, ver qué ha funcionado mejor, qué peor, etc.

Aunque es algo que está cambiando actualmente, este ha sido un Sector predominantemente masculinizado. ¿Cómo fueron los inicios?

Para mí por suerte siempre he notado mucho respeto. Pero hay que ser crítico. Los grandes grupos empresariales dentro del Juego en España han sido familiares. Es un hecho. No sé si es más propio del Sector o no, pero creo, por lo que he vivido, que el Sector ha cambiado bastante y afortunadamente cada vez hay más presencia femenina y está habiendo una gran profesionalización del Sector. Seguimos siendo pocas mujeres, y la situación aún no es fácil, pero está cambiando mucho.

¿Qué opinión te merecen las asociaciones como Global Gaming Women? ¿Crees que estaría bien tener también asociaciones así en Europa?

Lo he pensado muchas veces. Siempre se habla de la conciliación desde el foco de lo que es el empresario. Pero no tanto desde el foco de la mujer empresaria. Me llamaron una vez para hablar sobre esto en un canal de televisión. La mujer trabajadora también tiene que entender a la mujer empresaria. Porque si tú quieres llegar a ser empresaria, también tenemos que poner las cosas un poco más fáciles para las mujeres empresarias. El horario es muy difícil de conciliar. Es un equilibrio constante que todavía no se ha alcanzado.

En este sector hay mucha competencia, y un despacho trabaja para muchas empresas. ¿Cómo es trabajar para diferentes empresas que son competidoras entre sí?

Nosotros tenemos un sistema robusto de chequeo de conflicto de intereses. Asesoramos a todo tipo de empresas, incluso administraciones de toda índole. Gran parte de nuestro trabajo es técnico. Ahí no te metes en la estrategia ni en cuestiones de competencia. Los conflictos surgen cuando, en ese trabajo técnico tienes que ir a la fase de negociación, y existe otro cliente que ya tienes y que es competencia. En el caso en que no sea posible sortear este proceso, es necesario inhibirse. Estamos preparados para ello. Si sé que existe algo que va a hacer que me incline para un lado u otro, y va a afectar mi asesoramiento, me debo inhibir.

Existe un código deontológico de los propios Colegios de Abogados que son muy fuertes en ese sentido, ¿no es así?

Así es, el código lo contempla y nosotros tenemos el nuestro interno. Por esto mismo, en el pasado, no hemos podido trabajar con ciertas empresas. No porque el asunto concreto afectase, sino porque las propias empresas han sentido recelos. Por eso como despacho, decidimos en su momento, que no podíamos centrarnos únicamente en el mercado español, porque como negocio era poner todos los huevos en la misma cesta, y el modelo de negocio no se podía expandir. Además, trabajar para otras jurisdicciones internacionales, ofrece mucha riqueza jurídica y revierte en el propio asesoramiento. Al final, las empresas, quieren confiar al 100% en sus asesores legales, la base de nuestra profesión, y es algo que hemos intentado proteger siempre. En el momento en que hay algo que, por nuestros valores, no cuadrase, nos hemos inhibido, y lo hemos hecho con transparencia. Pero esto es algo bidireccional por otra parte, si pierdes la confianza en un cliente no le puedes asesorar bien, al menos, a mí me pasa. Tenemos la suerte de que podemos escoger nuestros propios clientes en cierta manera, y pueden existir empresas desorganizadas, o que no cumplen los estándares éticos, y es mejor no aceptar, porque al fin y al cabo tu trabajo no lo vas a poder ejercer correctamente.

¿Quién te ha marcado en lo que respecta a tu carrera profesional y que te haya forjado como abogada, con todo lo que eso significa?

Mis socios sin duda. También me han marcado mujeres empresarias que han estado al frente cuando todo lo que les rodeaba eran hombres, como es el caso de María José Gallardo. Hace muchos años me dijo “Patricia, tú tienes que escribir, tienes que hablar, porque aquí hay un Sector que necesita escucharte”. Le aprecio muchísimo, y aprecio a las mujeres con esa fortaleza porque evidentemente son personas que me han inspirado. Ahora me gustaría que esa inspiración la pudiera pasar a otras mujeres que comienzan. La labor de mentor siempre es muy importante. Que alguien que te de ánimos, fuerza, y te inspire, y eso es fundamental. Si tengo que nombrar a alguien en esa vertiente serían personas como ella o Cristina García, con esa perseverancia, esa fuerza y ese amor por lo que hace, que se nota. Son referentes desde hace tiempo. Hay muchas otras personas que me parecen un ejemplo de superación y una fuente de inspiración empresarial a las cuales conocí durante nuestras etapas más jóvenes que ya estaban haciendo crecer imperios, como podría ser el fundador de Softswiss. Cuando daba charlas sobre Blockchain, había muchas empresas iniciales que querían conjugar esa parte de nuevas tecnologías con la Industria del Juego, y a mí me han inspirado mucho por el excelente trabajo que hacen y la cantidad de trabajo que dan a gente joven.

Cuéntanos cómo se organiza Loyra ahora mismo.

Ahora mismo somos cinco socios. Por un lado, están los socios fundadores Carlos Lalanda y José Ramón Romero, y cinco socios más. Cristina Romero, Fernando Martín, y yo seríamos el core junto a Carlos y José Ramón, y luego están Jorge Martín, como socio de Mercantil, y Teresa Valdelomar como socia de Fiscal.  Acabamos de fichar a este dream team a Luis Ques, Abogado del Estado en excedencia. Hace tres años adquirió el 51% (la parte de los fundadores) el Grupo ETL, un grupo de origen alemán de renombre internacional, lo que ha hermanado nuestro despacho con otro gran número de despachos, como es el caso de Ejaso. La gran ventaja es que si tenemos algún tema que escapa de nuestros departamentos, tenemos el equipo para apoyarnos dentro de ETL.

¿Cómo es vuestra forma de trabajar?

No somos un Despacho al uso. Nunca lo hemos sido. Tenemos una alta especialización, algo que se está viendo que es el camino a seguir. En otros países, como Latinoamérica, donde nosotros trabajamos mucho, observé que allí no se centran aún por sectores, ya que el mercado no lo exige. A nosotros ya se nos exige esta especialización, pero no es únicamente de la regulación, sino de todo lo que sucede en el mercado; a nivel político, de los principales actores, etc. Eso es algo muy distinto a lo que se da en otros despachos y estamos muy orgullosos de seguir con esa tendencia.

Algunos de los mercados donde trabaja Loyra

Hemos querido preguntarle a Patricia Lalanda por alguno de los mercados internacionales donde trabaja Loyra Abogados.

Brasil

En cuanto al juego online, Brasil es un mercado muy prometedor pero hay importantes barreras de entrada. Por un lado, la saturación y los grandes costes de adquisición de cliente. Por otroa lado, el coste de acceso: hace falta unos 7 millones de dólares para empezar, es decir, para poder optar a una licencia. Estamos empezando a ver importantes operaciones de M&A. La Ley 14.790  aprobada en Diciembre de 2023 no está libre de controversias y complejidades jurídicas aunque las mismas suelen coincidir con las que ya se han dado en las regulaciones de otras jurisdicciones. Una de las más destacables es la necesidad del accionariado ha de ser brasileño. Aún quedan por delante muchas incógnitas que podremos ir resolviendo poco a poco, como es la transición de las empresas al nuevo marco regulatorio. Progresivamente se está terminando de perfilar el marco, incluyendo el nuevo regulador, recién nombrado y pensamos que quizás veamos avances antes de verano.

Perú

En cuanto al juego online, consideramos que Perú es muy accesible ya que cuenta con una regulación razonable y ajustado a estándares internacionales, como así lo ha demostrado el reglamento que entró en vigor el mes pasado. LOYRA participó muy activamente en la venta de Inkabet a Betsson y en otras operaciones que no son públicas. Actualmente estamos asesorando a diversos grupos de operadores B2C y B2B internacionales, el mercado peruano lo conocemos en profundidad.  

Chile

Chile está en un momento de mercado interesante como es el de “proceso de regulación”. LOYRA está muy involucrada con el mercado local y nuestra socia Cristina Romero estuvo compareciendo en la Comisión de Economía del Senado el día 2 de abril para dar su visión sobre el proyecto de Ley, tal y como lo hizo el pasado año en sede del Congreso. El proyecto de Ley tiene varios aspectos controvertidos, pero es un paso adelante.

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