The Objective publica un artículo en el que demuestra, siempre con datos arrojados por el Ministerio de Sanidad, que el Juego Privado, lejos de estar en aumento, está decreciendo entre los más jóvenes
La prensa desmonta los bulos sobre el Juego
AZARplus
Las falacias del Ministro de Consumo Alberto Garzón relativas al Juego han generado una injusta alarma social que poco o nada tiene que ver con la realidad. Algo fácilmente demostrable a través, nada menos, que de las cifras oficiales que arrojan desde el Ministerio de Sanidad, y sobre las que el medio generalista The Objective se ha hecho eco recientemente.
Según estos datos, los usuarios de Apuestas deportivas han descendido un 12% entre 2018 y 2022, lo que demuestra que los más jóvenes no están acudiendo en masa a los locales de Apuestas.
Además, en lo que respecta a Salas de Juego, el número de visitantes se ha reducido en un 56%, en Casinos supera el 58%, en el Bingo alcanza el 29% y las máquinas recreativas ha experimentado un descenso del 20% con respecto a la prevalencia de 2018.
Por otro lado, el Juego Público (amado y protegido por Garzón), ha experimentado un crecimiento espectacular, pues según los datos del Ministerio de Sanidad a través de su encuesta EDADES, más del 70% de los españoles juegan a la lotería, primitiva y bonoloto desde 2018, cifra que a día de hoy se mantiene estable, mientras que los Rascas de la ONCE han crecido un 36% desde ese mismo año, convirtiéndose en los dos juegos más utilizados por los españoles.
Cabe destacar, como señalan desde el medio, que las loterías, primitivas y los Rascas de la ONCE son los juegos más empleados además por los menores según datos del Ministerio de Sanidad y, pese a ello, ninguno de estos cuentan con controles de acceso para tratar de disuadir a menores (como si lo hacen dentro del Juego Privado), además de incluir millonarias campañas de publicidad, mostradas en horario infantil y en cualquier medio, incluyéndose además un contrato de publicidad por valor de más de tres millones de euros para promocionar las quinielas y apuestas hípicas entre los más jóvenes.
Asimismo, entre las falacias promovidas por el Ministro de Consumo, se incluye la de que los jóvenes se inician a una edad cada vez más temprana, cuando desde el Ministerio de Sanidad señalan que los españoles se inician en el Juego a los 23 años, retrasándose incluso esa edad en los últimos años, según los datos de la Encuesta de Adicciones Comportamentales, e incluso el Juego Problemático entre adolescentes de entre 14 y 18 años se ha reducido un 14% entre 2018 y 2022, según el Plan Nacional Sobre Drogas.
Como se puede comprobar, cada uno de los “dardos envenenados” hacia el Juego desde el Ministerio de Consumo son fácilmente desmontables, y ahora, como indican desde el medio, cabría comparar estas cifras con las de otros sectores como los videojuegos o las nuevas tecnologías, pues según Sanidad, los menores de entre 14 y 18 años tienen el doble de probabilidades de hacerse adictos a los videojuegos y siete veces más posibilidades de hacerse adictos a internet que al Juego. Pero eso es algo que a Garzón no interesa tanto, si no existe competencia Pública…
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