Un Tranvía llamado Ahora
Muchos de los grandes inventos de la Humanidad han nacido por casualidad…y los grandes avances científicos nunca han sido ajenos a una primera intuición… Así ha debido suceder, por ejemplo, con la rueda y así sucedió efectivamente con el origen intuitivo de la Teoría de la Relatividad del gran Einstein…Somos hijos, pues, de una suerte que mezcla intuiciones y casualidades primigenias hasta conformar una realidad que siempre es cambiante…En el Sector, esto lo sabemos muy bien porque todavía hoy respondemos al azar con el azar mismo… y ya es hora de que sea valorado en su justa medida…
Muchos de los grandes inventos de la Humanidad han nacido por casualidad…y los grandes avances científicos nunca han sido ajenos a una primera intuición… Así ha debido suceder, por ejemplo, con la rueda y así sucedió efectivamente con el origen intuitivo de la Teoría de la Relatividad del gran Einstein…Somos hijos, pues, de una suerte que mezcla intuiciones y casualidades primigenias hasta conformar una realidad que siempre es cambiante…En el Sector, esto lo sabemos muy bien porque todavía hoy respondemos al azar con el azar mismo… y ya es hora de que sea valorado en su justa medida…
Estar en el sitio adecuado y en el momento preciso…puede representar la posibilidad de éxito que todos anhelamos…pero, parece aconsejable, que exista algo más que la propia suerte en la configuración de nuestro propio destino…Transformar la casualidad en causalidad y la intuición en preclaro raciocinio, sólo está al alcance de unos pocos privilegiados capaces de ser como un espejo en el que todos podemos mirarnos para aprender…con la humildad y el reconocimiento, ante la grandeza de lo ajeno… Desde la Liberty Bell de Fey a nuestros días, han pasado ya más cien años en los que el Sector Mundial jamás ha perseverado en ser una foto fija…
No somos, sin embargo, un Gremio caracterizado por la humildad y, mucho menos, por el reconocimiento de los triunfos ajenos…Somos los listos y los guapos de la película, en comparación con los tontos y feos que constituyen nuestra competencia comercial…La Unidad Corporativa sólo brilla por su ausencia…Y esto continua, peligrosamente, sucediendo en un contexto de necesaria convergencia sectorial en el nuevo tranvía del Juego…ese tranvía, aún inexistente, en el que deberá caber TODO el Juego de nuestro país…
Más pronto, que tarde… Así será, lo queramos o no… Y si digo todo esto es porque, con agravios o sin agravios comparativos, todavía hoy todos estamos en el sitio adecuado y en el momento preciso...y este tranvía no nos va a esperar eternamente…Hagamos pues de la necesidad, virtud… y oídos sordos a los cantos de sirena que claman por un futuro viejo y conservador de ” lo bueno conocido”…Afortunadamente, algunos de nuestros más significados Empresarios están dando clarísimas muestras de que lo “bueno” y lo “mejor” es lo que está por llegar…Ellos ya han subido a ese tranvía...Ojalá a los demás no se nos quede sólo en ” deseo”... como seguramente lo llamaría Tennessee Williams…en ese otro juego que representan el sexo, la pasión y el egoísmo, entre la sordidez de la incomprensión humana…
Filosóficamente muy bien, pero lo que funciona es lo que funciona y no esos “inventos” que todos los días aparecen como si fueran genialidades.
Lo que funciona, cada vez funciona menos hasta que ya no puede dar más de sí y hay que vender , si se puede, o cerrar. Hay que dar una oportunidad a todo lo nuevo y razonable.
Creo que el Sr. Ortega está haciendo un aviso a navegantes, el cual cada uno es libre de simplemente oír o mejor escuchar.
Los que no sean conscientes de los cambios que se vienen produciendo en la sociedad y con el consiguiente efecto en muchas, si no todas, las actividades y propuestas de consumo, es posible que no vean o no les interese seguir esa evolución, y son libres de quedarse viendo como pasa y disfrutando de lo que hay hasta que puedan. Nada que objetar.
Pero la realidad es que muchas empresas podrán y harán bien en seguir esa evolución, que no son ni inventos ni ocurrencias a modo de genialidades, se trata de simplemente hacer lo que es adecuado para que el negocio siga un rumbo positivo, llegue a mas personas y sea mas sostenible en el tiempo y en su viabilidad económica.
Una cosa si parece seguro, que no TODOS caben en ese tranvía que utiliza metafóricamente el editorialista, porque en esa evolución hay muchas cosas que están cambiando y transformándose, de manera que las oportunidades no son las mismas para todos.
También estoy de acuerdo en que la falta de unidad del sector, unido a la dispersión regulatoria que tenemos en España, hace mas complicado acompañar a esta evolución que se lleva produciendo unos cuantos años, y que la crisis económica ha nublado de alguna manera, y es por eso que no solo es el sector el que ha de tener una visión de lo que está pasando, si no que las administraciones responsables han de ser conscientes de ello y facilitar un escenario para que quien elija subirse a ese “tranvía” pueda tener vías libres de circulación y con un coste del billete razonable.