Si Rajoy nos echara una mano…

Me lo dijo él propio Rajoy cuando era Vicepresidente del Gobierno de Jose María Aznar, “ Nunca he ido a un Casino, pero no tendría nada de extraño que lo hiciera “. Y como a un servidor le produce cochina envidia ver la foto que publicamos hoy en AZARplus, pues se me ha ocurrido que el Sector debería trabajar también en este camino. El Juego de azar en España es tan popular y tan legal como la Lotería Nacional o el fútbol y un Presidente del Gobierno, que por tal se tenga en toda su extensión, debe tratar por igual las aficiones y el ocio de todos sus conciudadanos.
Ya lo he dicho en más de una ocasión, el Siglo XXI pasará a la Historia como el Siglo del Ocio y, por concretar más, como el Siglo del Juego. Al igual que sucediera con el deporte a principios del Siglo XX, el Juego ha pasado de ser un ejercicio propio de las clases adineradas a una actividad cada vez más popular que reclama y ejerce esta libertad civil . Se trata pues de una conquista social, de una compuerta de libertad, que ya no tiene marcha atrás.

Y a quienes se pasan la vida quejándose por su manía de meterse el dedo en el ojo, yo les diría que se dieran una vuelta un fin de semana por cualquier Casino importante para que vean lo enfermos, aburridos y desesperados que están los jóvenes disfrutando de su ocio en libertad. ¡ De qué coño hablan ahora los Obispos, si en su puta vida han pisado un Casino ¡. Sus Ilustrísimas deberían aplicar su santo magisterio a los temas que conocen, o le son cercanos, como la pedofilia, las torturas y muertes del Santo Oficio o la inextricable explicación de saber si Dios es uno o trino.

No se trata de negar su derecho a la libertad de expresión, que no ponemos en cuestión, sino de matizar en sazón las pastorales gilipolleces que están diciendo al hilo de lo que EuroVegas representa para nuestro país. Putas, drogas, corrupción, empobrecimiento del alma…son ya sinónimos del proyecto de Adelson y por extensión de todo el Juego en España… Por eso y porque lo merecemos, nuestro Presidente de Gobierno debería echar unas monedas en una tragaperras, aunque sólo sea como comprobación de que para llegar a la máquina no necesita abrirse paso entre putas y drogatas.