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Mellada Navidad

En esta Navidad de broncas y mosqueos, el niño Dios nos deja el regusto amargo del trabajo a medio hacer y una conciencia sórdida por el que nunca acabamos. No se me va de la cabeza la foto que efe ha hecho a Francisco, uno de los agraciados con el Gordo, con su número y su ausencia de dientes centrales porque esa es exactamente la imagen que conservo de las navidades de mi niñez.

En esta Navidad de broncas y mosqueos, el niño Dios nos deja el regusto amargo del trabajo a medio hacer y una conciencia sórdida por el que nunca acabamos. No se me va de la cabeza la foto que efe ha hecho a Francisco, uno de los agraciados con el Gordo, con su número y su ausencia de dientes centrales porque esa es exactamente la imagen que conservo de las navidades de mi niñez.

Lotería y frío, premios , mellas, mandiles negros, moños canosos, anís el mono y un sinfín de palabras huecas sobre un futuro de más amplia oquedad…Todos parecidos o casi todos iguales, resguardados bajo la tripita de un Dictador que hablaba “del bien común” y de la familia que “rezaba unida”, siempre y cuando sus varones hubieran salido ya de la cárcel o del servicio a la patria.

Tres años de Guerra ,otros tres de Mili y treinta más de estrambote a los versos de varias generaciones… Y entre medias, esa Lotería social y justiciera que arreglaba hambrunas, casas y dentaduras… No hemos cambiado mucho… Los mismos bombos, los mismos niños, los mismos cánticos y las mismas Navidades melladas por la efímera alegría de la esperanza…

Y la bendita Televisión, preñada de grisáceos tonos pero decidida a convencernos de lo felices que éramos. ¡ Ha salido el Gordo ! Y el Gordo siempre caía sobre el tejado derruido de unas monjitas, o después de inundarse Valencia o de desbordarse el Llobregat. ¡ Faltaría más ¡ El Gordo era la justicia social por excelencia de la época y San Pancracio su profeta. Nunca hubo mejor perejil utilizado que aquel puesto al Santo… Ni mejores gestores de la esperanza que la Lotería Nacional… El Gordo caía, donde tenía que caer…

Ahora no es muy diferente. Ahora no hay ni lucecita, ni barita mágica en El Pardo, pero existen perfiles de regularidad del caos que afectan a una clase media cada vez más empobrecida, más mellada, más acostumbrada a pagar “el impuesto de los tontos” para intentar burlar el destino, como le ha pasado a Francisco que pagará su hipoteca y se pondrá los piños, mientras da gracias a Dios por la suerte que ha tenido en su vida…

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NOVOMATIC

4 Comentarios

  1. Feliza Navidad a todos y sinceros deseos de que 2013 signifique un punto y seguido con mayúsculas para el sector; que se centren y coordinen en sus reinvidicaciones, que la Administración escuche y actúe con eficacia y sentido comun … el sector necesita soluciones imaginativas, adaptadas a las necesidades y a los tiempos y que le de sostenibilidad…..

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