Hasta dentro de al menos un año el Govern no decidirá si declara o no nula la adjudicación del nuevo Casino Balear

AZARplus.- El Diario El Mundo sigue su particular cruzada por terminar cuanto antes las esperanza de que la propuesta de Eusebio Cano llegue a buen puerto. Ayer, en esta línea, informaron que los técnicos del Ayuntamiento de Palma certificaron ayer que el Teatro Bingo Balear no puede albergar una instalación de esta naturaleza por las restricciones que marca la Ordenanza de Usos del Centro Histórico; la Conselleria de Economía, por su parte, finiquitó a renglón seguido cualquier opción a corto y medio plazo. Mientras que añade que fuentes oficiales precisaron que hasta dentro de al menos un año, el Govern no moverá ficha para decidir si declara o no nula una adjudicación imposible de materializar. Teniendo en cuenta que las elecciones autonómicas son en mayo de 2015, la suerte del casino parece sentenciada.

El punto 12 de la resolución del concurso del Govern indica que la autorización se otorga «sin perjuicio de otras licencias, concesiones o cualquier otro trámite administrativo que el adjudicatario deba obtener de otra administración para la instalación y apertura del casino de juego. La Conselleria de Economía y Competitividad declina toda responsabilidad al respecto, tal y como prevé la base décima del concurso público».

Según continúa informado El Mundo, aunque el propietario del Bingo Balear parece ser el gran perjudicado de este embrollo, el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma, Jesús Valls, lo responsabilizó directamente de lo sucedido porque «era conocedor de la vigencia de esta ordenanza municipal».

Y lo avaló con datos. Reveló, por ejemplo, que el Teatro Bingo Balear cuenta con una licencia de bingo del año 1987 pero que, posteriormente en 1990 pidió una adaptación al reglamento de espectáculos que no se le concedió. En 1999 solicitó una ampliación de la actividad, con la Ordenanza del Centro Histórico vigente, que corrió igual suerte. Pese a estos antecedentes, el interesado no realizó ninguna consulta oficial.

El regidor popular recordó que lo habitual en estos casos, y más teniendo en cuenta que se trababa de una inversión de más de 10 millones de euros, es que los promotores vayan a la Gerencia de Urbanismo «a contrastar y conocer las dificultades para poder canalizar su proyecto y obtener las preceptivas licencias». En este caso no fue así y, por tanto, no ha sido hasta ahora cuando el ayuntamiento no ha tenido conocimiento del contenido concreto del proyecto.

Aunque el teniente de alcalde de Urbanismo y Vivienda reconoció que «es una mala noticia que no se hayan adecuado las cuestiones urbanísticas para permitir que se pueda realizar esta importante inversión en el centro de Palma, que hubiera creado puestos de trabajo y dinamizado el centro histórico», apuntó de nuevo al culpable del desaguisado. «Es responsabilidad del promotor cumplir con los parámetros urbanísticos que permitan la instalación del casino en el Teatro Bingo Balear» porque lógicamente y con la legalidad vigente en la mano, el regidor subrayó que «la realidad jurídica y técnica nos lleva a este impedimento».

En concreto, el informe que deniega la posibilidad de instalar el casino en el Teatro Bingo Balear se basa en tres elementos fundamentales: la contigüidad de viviendas, las dimensiones de más de 300 metros y no poder ofrecer aparcamiento en el mismo edificio.

Son estos 3 aspectos los que han llevado a los técnicos a asegurar que el proyecto «incumple por completo la Ordenanza de Centro Histórico» y, de hecho, no entraron tan siquiera a señalar las posibles deficiencias subsanables. Además, la contigüidad de viviendas en el edificio también choca con la ordenanza reguladora de horarios y ruidos OREHO vigente en Palma.

Otra de las opciones que podría plantearse a medio plazo, una modificación de la normativa actual, tardará meses en concretarse y, ahora, hay escasa o nula voluntad en el gobierno municipal de hacerle un traje a medida a este proyecto. Valls tildó esta opción de «urbanismo a la carta». «No vamos a cambiar la ordenanza para conceder una licencia, por importante que sea».