En el adiós a Esther Tusquets

Una pulmonía se nos ha llevado a Esther Tusquets, editora, escritora y gran aficionada a los juegos de azar. Jugadora habitual de Bingo, profunda conocedora de los perfiles humanos que suelen encontrarse en este tipo de Salas de Juego, Esther tituló precisamente su última novela con el nombre de su ocio favorito, ¡Bingo!…

Una pulmonía se nos ha llevado a Esther Tusquets, editora, escritora y gran aficionada a los juegos de azar. Jugadora habitual de Bingo, profunda conocedora de los perfiles humanos que suelen encontrarse en este tipo de Salas de Juego, Esther tituló precisamente su última novela con el nombre de su ocio favorito, ¡Bingo!

Fue hace cuatro o cinco años de ese lanzamiento editorial. Tuvo un éxito relativo, algo similar a lo que le sucedió al gran Dostoievski con su no menos grande “El Jugador”. También fue en ese tiempo cuando yo la conocí. Coincidimos en la misma mesa de ponentes durante uno de los Cursos de Verano de El Escorial.

Se hablaba de Juego y a los dos nos fascinaba el tema en nuestra doble vertiente de estudiosos y jugadores. “¡La sensación de jugar es como volver permanentemente a saborear las comidas de mamá!“. Una frase así encierra todo un verdadero ensayo sobre la filosofía lúdica. Lo asombroso del Bingo es que nos devolvió a todos las sensaciones de nuestra infancia con aquella entrañable y casera “Lotería de Cartones “.

Ahora las cosas ya no son igual, pero el Bingo en la Transición española supuso una verdadera revolución sociológica. Allí estaban todos los españoles de distintas ideologías y allí estaban también, por primera vez en nuestra Historia, las mujeres españolas jugando sin los prejuicios del pasado.

A Esther le sorprendía que el Director de su banco le dijera con frecuencia que ”jugaba demasiado”, que “tuviera cuidado con el bingo“… ¿ Cómo lo sabía ?, se preguntaba la escritora. Yo se lo expliqué, entre palabras malsonantes dedicadas a la Banca. “ Los muy cabrones utilizan la información de los Cajeros Automáticos que hay en Bingos y Casinos “…. “ Eso baja tu calificación como cliente “… “ Si eres un narcotraficante o un corrupto de la política , están encantados de tenerte como cliente pero si juegas en un bingo o en un casino, tienen que tener mucho cuidado contigo no sea que dejes de pagar la hipoteca “

Fue una mesa divertida y muy esclarecedora. Esther era una mujer muy tierna y se reía a carcajadas con mis bromas, como cuando sostuve que los fisonomistas del casino conocían perfectamente a mi mujer por las muchas veces que le miraban el culo… Sí, nos reímos mucho…Pero eso ya es el pasado… Hoy Esther ya no está y a mí sólo me queda un entrañable recuerdo. Descanse en paz.