El Impuesto Revolucionario

Hubo un tiempo en el que a los españoles se nos ponía cara de tontos cuando veíamos en la televisión anuncios sobre casinos de Portugal, Marruecos, Francia… Aquí vivíamos encorsetados por unas normativas férreas que prohibían cualquier publicidad de Juego…pero del Juego Privado, claro. Ni las Loterías, ni la ONCE tenían ni tienen el más mínimo problema a la hora de hacernos llegar la “ilusión de todos los días “ hasta el salón de nuestra casa.

Hubo un tiempo en el que a los españoles se nos ponía cara de tontos cuando veíamos en la televisión anuncios sobre casinos de Portugal, Marruecos, Francia… Aquí vivíamos encorsetados por unas normativas férreas que prohibían cualquier publicidad de Juego…pero del Juego Privado, claro. Ni las Loterías, ni la ONCE tenían ni tienen el más mínimo problema a la hora de hacernos llegar la “ilusión de todos los días “ hasta el salón de nuestra casa.

Somos, siempre lo hemos sido, el patito feo de la libertad de mercado. Y eso es un estigma que nos acompañará durante mucho tiempo porque, entre otras cosas, nosotros hacemos muy poca cosa por evitarlo. En este tema, como en otros muchos, el Sector parece esperar a que se solucione por sí solo. Y yo nunca he comprendido esa inhumana obstinación en que lo mejor es no hacer nada. ¿ Por qué ?.

Pues porque siempre se ha tenido miedo a las consecuencias. No lo digas, no lo publiques, no lo difundas… Más vale pájaro en mano… Bueno, si el pájaro nos da de comer a todos vale, pero si con un solo pájaro ya no nos llega, habrá que intentar pillar alguno del centenar que vuelan hasta que se los come otro u otros. Y así nos va.

El Sector no tiene, ni muchísimo menos, una cultura publicitaria decente desde el punto de vista racional. Las fuertes inversiones en los medios generalistas ni están, ni se las espera y con respecto a la prensa sectorial es para echarse a llorar. La valoración informativa que se hace de los medios o no existe o no se tiene en cuenta. ¿ Para qué?. En el fondo da igual si se hacen desde minusvalías ortográficas, profesionales o intelectuales… Buena parte de la Industria está convencida, y así lo manifiesta, que lo que pagan por la publicidad es un verdadero “ impuesto revolucionario “. Y contra eso es muy difícil luchar…

Para no ofender a mis presuntos competidores, hablaré de “Máquina Recreativa” una Revista que fue líder en el Sector y que ya no existe. Pues bien, cuando nació la Revista AZAR, y eso fue antes de lo que actualmente podemos ver en el mercado, la información que publicaba “ Máquina Recreativa “ era, por ejemplo, la lista de películas mensuales de TVE o las excelencias de un nuevo Peugeot o interesantísimos reportajes que no tenían nada que ver con el Juego… ¡¡¡ Y tenía publicidad !!!

Conceptualmente hablando y con ligeros matices, la situación no ha cambiado sustancialmente. El “impuesto revolucionario “ se reparte sin más miramientos que los que hacen referencia al propio ombligo y no se cae en la cuenta de que con esa actitud sólo se está fomentando lealtades chatarreras y gilipolleces informativas. No hay más que leer lo que se publica en la red y en los papeles.