“Esperar que la Administración resuelva nuestros problemas o actuar cada operador por separado  está condenado al fracaso”

AZARplus.- Tras una intensa vida profesional trabajando para dos de las empresas emblemáticas del Sector, Ferrán Blanco se jubila de una carrera que ha dejado la impronta de su buen hacer y de un juicioso criterio en el devenir de la historia de nuestra industria. En esta sincera, lúcida y entrañable entrevista, el ya por pocos días Subdirector General de GiGames comparte algunas de sus reflexiones, anecdotas y agradecimientos.

-Ha trabajado en dos de las compañías más importantes del sector. ¿Qué destacaría de su etapa en Cirsa?

Por encima de todo haber trabajado con Manuel Lao, un empresario con un empuje, valentía y carisma como hay pocos. Si bien estas virtudes son conocidas por todo el sector, no lo es tanto que detrás de esa imagen de prepotencia se esconde un hombre sensible con un gran corazón. Nunca olvidaré que cuando falleció mi primera esposa él estaba fuera de Barcelona, lo dejó todo, cogió un avión y estuvo a mi lado en aquellos tristes momentos. Le deseo toda la suerte del mundo.

-¿Cuál es el hecho del que se siente más orgulloso en su carrera profesional en Gigames?

De lo que me siento más satisfecho es de haber podido colaborar junto a Juan Lao y un extraordinario equipo de profesionales en el nacimiento y consolidación de Gigames.
En un mercado dominado desde hace décadas por dos grandes firmas, conseguir en tan solo 7 años estar compitiendo por el liderazgo es un éxito que está al alcance de muy pocos.

-¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar en este sector?. ¿Cuál es su balance?

Muy positivo. Tanto en Unidesa como en Gigames he trabajado con grandes profesionales de los que he aprendido mucho. No le cito nombres porque son muchos y no quiero dejarme ninguno.
También valoro extraordinariamente la relación con los clientes. Antes de llegar al recreativo había trabajado en otros sectores, siempre desempeñando cargos de responsabilidad comercial. El trato con los clientes de este sector es mucho mas entrañable, si actúas con honestidad y te ganas su confianza es fácil pasar del frío negocio a una relación de amistad. Sin duda será lo que encontraré más a faltar al jubilarme.

-¿Puede contarnos alguna anécdota que le haya ocurrido en estos 20 años en el sector?

Un día almorzando con un Director de Juego me comentó que le había telefoneado una señorita que le dijo: “Buenos días, soy una chica de Sente” y el Director le respondió, sin dejarla continuar, “pues la felicito señorita, su madre estará muy orgullosa de usted”.

-En su trayectoria profesional, ¿Qué ha representado la figura de Juan Lao?

Juan Lao es un hombre muy creativo, alegre y de un trato exquisito, por el que siento una gran admiración pues incluso en las situaciones más adversas él nunca pierde la fe ni el optimismo y es capaz de transmitir la necesaria tranquilidad y equilibrio a todo su equipo.
Siempre le estaré agradecido por haberme dado la oportunidad de terminar mi vida profesional afrontando un reto muy difícil como ha sido Gigames, que al ir acompañado del éxito me permite llegar a la jubilación con la satisfacción de haber correspondido a la confianza que depositó en mi.

-¿Cómo ve el futuro del sector?

Está claro que la crisis que estamos padeciendo más la prohibición de fumar están dejando muy “tocado” al sector. Si a ello añadimos las pretensiones de la SELAE y la ONCE y la concurrencia de nuevas modalidades de juego impulsadas por empresas muy fuertes que están llevando al sector hacia un cambio en el modelo de negocio, veo más amenazas que oportunidades si no sabemos reaccionar adecuadamente y a tiempo.
Ante este panorama creo que es más necesario que nunca conseguir una unión entre operadores del juego presencial de toda España. Solo concentrando esfuerzos y recursos se podrá estar en condiciones de competir. Esperar que la Administración resuelva nuestros problemas o actuar cada operador por separado pienso que está condenado al fracaso.

De izquierda a derecha, Frank Poveda, Juan Lao, Ferrán Blanco y Jaume Bisbal