El Jefe del Servicio de Control de Juegos de Azar de la Policía Nacional defendió la importancia de los datos para transmitir mensajes positivos sobre el Sector durante su participación en el Panel de stakeholders 'Una visión externa y necesaria de nuestra Industria' del 8º Congreso de ANESAR
Javier Molinera: “si presiona a la gente imponiendo a qué hora hay que apostar, puede surgir el juego ilegal”
El Jefe del Servicio de Control de Juegos de Azar de la Policía Nacional, Javier Molinera, ofreció una brillante ponencia dentro del Panel de stakeholders ‘Una visión externa y necesaria de nuestra Industria’, programado en el marco del 8º Congreso de ANESAR que se celebró ayer con gran éxito en Madrid.
Su intervención fue precedida por una pregunta del moderador de la misma, José Antonio Gómez Yáñez, profesor de Sociología y miembro del Instituto de Política y Gobernanza de la Universidad Carlos III. Tras agradecer su presencia, Yáñez le planteó “si la policía puede hacer públicos los datos de las redadas” como, por ejemplo, los relativos a la operación Arcade. Unos datos, prosiguió, que “pongan de manifiesto el estricto cumplimiento de la normativa por parte del sector”.
Javier Molinera comenzó su ponencia agradeciendo también la presencia de la Policía Nacional en este evento, habida cuenta de que ayuda a “visibilizar el trabajo que hacemos, que repercute de forma directa en el Sector”, señalando en referencia a la cuestión planteada que, en efecto, “los datos de la policía son públicos salvo que se encuentren bajo secreto de sumario”. Abundando en la cuestión, señaló que “nuestra actividad administrativa es una actividad abierta al público y, por lo tanto, todos los datos que recogemos y recibimos son susceptibles de compartirse”, si bien puntualizó al respecto que “la pregunta no es si podemos compartir los datos, sino qué datos hay que coger, cuáles han de ser compartidos y quién tiene que compartirlos”.
De entre “los grandes pilares sobre los que apoyamos al juego”, Molinera se centra en el sistema regulatorio y el sistema de inspección o policial, señalando que “nuestro trabajo es controlar que efectivamente la norma se cumpla. El Sector está muy bien regulado, y tiene que estar atento a los cambios que se producen y que son vertiginosos cuando se trata del juego”, por lo que este cambia mucho más rápido que la norma.
“Está claro que el sector tiene que cumplir esa norma y alguien tiene que hablar con él porque la norma se cumpla. Y a la pregunta de si podemos compartir datos, la pregunta es sí, todo lo que hagamos, es un servicio público y lo tenemos que comunicar”, apuntó.
“¿Qué datos buscamos nosotros? Nosotros buscamos los datos que el regulador nos dice que se tienen que controlar para que esto sea seguro y se ajuste a la realidad”, dijo, enlazando a continuación con otra pregunta, relativa a “quien tiene que decidir estos datos”, y apuntando que “si el sector los dice, nos vamos a encontrar con una situación que va a parecer partidista”. Y concluyendo que, “si los datos vienen de una fuente externa no lo parecería, y se percibirán como datos reales. Ahora bien cuando hablamos de datos reales claro hemos de diferenciar entre datos y mensajes”.
Diferenciando datos de mensajes, Molinera señaló que “cuando hablamos del juego todo el mundo tiene una opinión que no suele ser positiva”, a su juicio, porque “todo el mundo conoce alguien que se ha arruinado en un casino que ha perdido algo jugando a las cartas o a las apuestas. E incluso cuando la opinión es positiva, en relación a alguien a quien ha tocado un premio, lo primero que se piensa es, y a los cinco años lo perdió todo, le engañaron, lo arruinaron. Es decir, la opinión que va vinculada el juego es negativa, pero los datos son los que te pueden decir exactamente qué es lo que hace el juego”.
Acerca de la importancia de contextualizar esos datos, Molinera ilustró la cuestión haciendo referencia a una reciente reunión que mantuvieron con SPORTRADAR, “una empresa bastante importante e interesante en ese sentido, que nos dió unos datos que me llamaron la atención: en el ámbito de las apuestas deportivas, en el mundo se mueven 1,69 trillones de euros, y en Asia 1,09 trillones, mientras que en Europa estamos hablando de 350 billones de euros. Así pues, al tratarse de una actividad que mueve tantísimo dinero, cabe plantearse si deberíamos preocuparnos por 100 o 200 euros”. Su respuesta fue negativa, pero también apuntó que “eso depende de la capacidad de cada uno, pero es verdad que los datos son los que te van a avalar al final si estamos en la línea buena o en la línea mala”.
A modo de ejemplo del uso de los datos, dijo si lo que “has de saber es si das los datos económicos, si a mí me importan los datos económicos o si interesa saber si efectivamente se está entrando si se está cumpliendo la norma o no quizás deberíamos centrarnos más en acciones concretas”. Al respecto, señaló que “nosotros estamos trabajando en diferentes líneas de actuación”, y aunque “no podemos unificar el sector, sí que podemos unificar a los que trabajamos controlando un poquito el sector”, dijo.
La fragmentación de los datos en el ámbito policial dificulta una obtención de información que abarque el conjunto de las actuaciones, puesto que cada policía autonómica genera una serie de datos que quedan segmentados, manifestó. “No tenemos datos globales, y aunque todos intentamos trabajar a la vez en determinados hechos concretos, la verdad es que la información al final está compartimentada. Por ejemplo en España el año pasado se hicieron desde la policía nacional 64.524 inspecciones. A la hora de valorar si son muchas o son pocas, hay que tener en cuenta que aquí no estoy contando nada de Cataluña y del País Vasco”, explicó.
En relación a la operación Arcade, los datos también varían en función de distintos factores. En palabras de Javier Molinera: “Hablamos, por ejemplo, de un hecho puntual, dirán: un día hacen la inspección aquí, otro día allí, po rlo que los menores pueden colarse en los establecimientos donde no se hace la inspección. Y si en la operación Arcade encuentras 28 menores, valorar si eso es mucho o es poco ha de compararse con que hablamos de 3500 salones de juego inspeccionados. Y podemos establecer una comparación con las máquinas de hostelería, que hay 200.000. Entonces, erían 200.000 posibles puntos, es decir, yo creo que los datos están ahí y hay que buscarlos. Hay que saber qué datos se quieren dar, y darlos”. De cara a lograr la eficacia del mensaje, se refirió a la repetición del mensaje que se quiere dar, en alusión a “esa lluvia fina” que mencionó la anterior ponente Carmen Alsina Arizaga, Directora de Comunicación, RRII y sostenibilidad de la CEOE.
Sobre la misma cuestión, “en las inspecciones en Arcade se hicieron 1881 inspecciones, pero es relativo, porque la primera vez que haces algo no puedes acotar completamente y de manera exacta el resultado de lo que vas a obtener. El mensaje que se dio, cuando se hizo una reunión previa un mes y medio antes, con todos los responsables y policías que iban intervenir, a los que se les dijo que se iban a hacer visitas y se podía repetir el mismo salón 20 o 30 veces. Eso que quiere decir que el total de las inspecciones son todas las veces que se entró, pero creo que se hicieron muchas más visitas porque, vuelvo a repetir no fueron visitas no solo inspecciones sino visitas para confirmar si en el interior había menores”, continuación.
Como guinda final de su intervención, Molinera quiso“aprovechar un minuto para contar una anécdota: hace poco, nos llamó una señora muy preocupada en Pozuelo porque había visto a más de siete niños en un salón jugando”. Y, “al acercarse nuestros compañeros, eran aparentemente chavales con chandal, zapatillas y mochila, pero el más pequeño tenía 19 años. Es verdad que la percepción de la mujer es que eran niños, pero hay que tener en cuenta que los jóvenes pueden conducir, votar y también pueden jugar”, concluyó.
Ya en el turno de preguntas, Javier Molinera respondiendo con sensatez, hizo referencia a un aspecto fundamental muy preocupante, el Juego Ilegal. Expuso que “si presiona a la gente imponiendo a qué hora hay que apostar, puede surgir el juego ilegal” y luego se lamentó de que en la práctica no hay regulación para combatirlo. De modo que, tomemos nota todos de esta realidad, especialmente los Reguladores ya que en su mano está poner fin a un escenario que es malo para todos.
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