Muchas Gracias Jesús

Desde 1978 hasta hoy nuestro Sector ha sido y es la única Industria del país para la que ha sido creado un Cuerpo Especial de Policía. Hace 41 años que se formó la Brigada Especial del Juego y naturalmente se hizo con policías, Comisarios e Inspectores, perfectamente cualificados para su profesión y que…. ¡no tenían ni idea del Juego!

Con total sinceridad, bastante nostalgia y no poco sentido del humor, así me lo ha confesado Jesús Alberto Fuentes, el Inspector Jefe que hasta hace unos días, casi se me antojan sólo unas horas, ha estado al frente del ahora denominado Servicio Especial del Juego, culminando con su jubilación una trayectoria de experiencia y dedicación que considero asombrosa: es, al parecer, uno de los pocos miembros de nuestra Policía Nacional que ha estado durante un periodo tan largo en el mismo destino.

Aunque eso del “mismo destino” puede llamar a engaño. Han pasado tantas cosas, se han experimentado tantos cambios en el Juego y en la sociedad, ha evolucionado hasta tal punto el escenario de la Industria, que ese joven inspector que llegó a la Brigada en 1978 “creyendo que iba de paso” y ha acabado su carrera cuatro décadas después como máximo responsable del Servicio, es un hombre que ha estado muy lejos de vivir en la rutina y el encasillamiento. El relato que me ha hecho de ese gran periplo vital y profesional, y cuya punta de iceberg recoge esta Revista a modo de entrevista, contagia emoción y aporta algo que considero especialmente valioso: la comprensión del trabajo policial que Jesús ha realizado sobre un terreno muy difícil y sobre un tema muy sensible para la sociedad y para el propio poder del Estado.

Luchar contra el delito, a veces proveniente de auténticas mafias y organizaciones criminales internacionales y a la vez pegarse al día a día en el control del cumplimiento normativo en los pequeños detalles de un pequeño negocio, no es evidentemente un trabajo fácil. Hacerlo sin prejuicios pero también sin concesiones, protegiendo por igual a las “dos partes” empresas y jugadores, y tener 40 años después el respeto y la máxima consideración de todos, creo que bien vale una medalla que debe colocarse sobre ese uniforme azul que ahora Jesús Fuentes ha colgado en el armario pero nunca olvidará todo lo que representa.

Y en esta despedida, que en nuestra Revista entendemos como un homenaje al dedicarle nuestras páginas y nuestra Portada, no quiero que falte un agradecimiento directo: Muchas gracias Jesús por tu excelente trato a la Prensa, a AZAR y a AZARplus, a quienes nunca nos regateaste ni un minuto, ni un dato, ni una información –siempre que no fuera confidencial su contenido policial– hasta hacernos sentir que en cada llamada y en cada encuentro hablábamos con un amigo. Un amigo al que le deseamos, le deseo, lo mejor y el merecido disfrute junto a su familia de esta nueva etapa de su vida en la que con suerte, también podremos compartir futuros proyectos profesionales que se atisban en el horizonte.