Uno de cada tres hombres italianos tienen experiencia directa o indirecta en el Juego ilegal y cuatro de cada diez gastan dinero en Apuestas legales

El centro de estudios Eurispes ha llevado a cabo un estudio que dibuja el retrato robot del hombre italiano, bajo el título “Hombres italianos: trabajo, dificultades económicas, hábitos de consumo, juegos de azar y armas de fuego (2019)”, un trabajo realizado para su publicación con motivo del Día del Padre, con el fin de centrar la atención de la opinión pública sobre algunos aspectos de la vida cotidiana de los hombres italianos, a partir de los resultados de su análisis.

A diferencia de los italianos de edades más maduras, los jóvenes están más inseguros sobre el futuro, menos satisfechos con su puesto de trabajo y más pesimistas sobre su situación económica. A pesar de esto, gastan más en sí mismos, en tiempo libre y en tecnología, y dedican la mayor parte de sus ahorros al Juego. Por otra parte, para 6 hombres de cada 10, el trabajo es la principal causa de estrés y trastornos, una situación que continúa hasta la jubilación.

El estudio aborda diferentes aspectos relacionados con el ahorro, el gasto y la situación económica y laboral de los entrevistados, así como hábitos de consumo y, por ejemplo, la intención de casi la mitad de ellos de (45 por ciento) de comprar un arma en defensa propia. Asimismo, se centra de forma especial en el Juego. En este área, se afirma que “junto a los aspectos puramente lúdicos y saludables del juego, es necesario señalar el problema de las patologías adictivas que se están  propagando como un flagelo social agravado por el desarrollo de circuitos de juegos ilegales, junto con los ilegalizados”.

Asimismo, siempre de acuerdo con el trabajo, uno de cada tres tienen experiencia directa o indirecta en los circuitos de Juego ilegal y cuatro de cada diez hombres en Italia (38.8%) gastan dinero en Apuestas legales: de estos, el 23.2 por ciento solo juega en vivo, el 12.4 por ciento solo en línea y el 12.4 por ciento participa en ambos circuitos. Por otro lado, el 61.2 por ciento de los hombres dicen que no participan en juegos con premios en efectivo. Según el estudio, “lo preocupante es el hecho de que los porcentajes más altos de los que dicen jugar están entre los más jóvenes: 45.9% entre 25 y 34 y 40.4% entre 18 y 24 (en otros grupos de edad considerado el valor nunca supera alrededor del 38%)”.

Entre los Juegos legales con Premios en efectivo, el más extendido es la tarjeta Scratch, con solo el 16.9 por ciento de los jugadores que dicen que nunca juegan, en comparación con el 83 por ciento de los que juegan allí a veces, a menudo o incluso siempre. Tras el Scratch, los más populares son Lotto y SuperEnalotto (78.1%).

Por otra parte, menos de la mitad de los jugadores tienen el hábito de jugar con Máquinas B o Slots / VLT (41.6%), participando en apuestas no deportivas el 35.2 por ciento, en juegos de cartas el 32.4 por ciento, en el Bingo el 30.6 por ciento. Por último, las Apuestas de carreras de caballos y el Casino, con un 27.3 y un 23.8 por ciento, respectivamente.

Los participantes en más tipos de Juegos son los más jóvenes, entre 18 y 24 años. Igualmente, también son los hombres que pertenecen al primer grupo de edad los que participan más a menudo que el resto en todos los juegos con Premios en efectivo, con un porcentaje de la respuesta “nunca” siempre menos del 50 por ciento y muy por debajo por debajo de la media.

Por su parte, los jugadores de 25 a 34 años, la segunda franja de edad, registran el porcentaje más alto de Máquinas B / VLT (2,6%), Juegos de cartas (7,7%), Bingo (5,2%) y carreras de caballos / Apuestas de caballos (5,1%).

Las motivaciones que inducen a jugar se resumen, según el estudio, en el espejismo de ganar y la diversión, la combinación que hace que el jugador se convierta en un hombre. En cifras, la esperanza de una gran victoria (27.2%) ocupa el primer lugar, seguida por la búsqueda de dinero “fácil” (24.3%) y el deseo de divertirse (22.3% ).

Mantenerse ocupados durante su tiempo libre es otra de las motivaciones, concretamente para un 8 por cientode los hombres; siendo para el 5 por ciento un modo de probar sus habilidades. Con un 4.5 por ciento, le sigue el grupo que encuentra emoción en la emoción del juego, mientras el 3.9 por ciento juega según la tradición familiar. Solo el 1.8 por ciento de los jugadores querría ganar dinero para donarlo a quienes lo necesitan, mientras que el 3 por ciento tiene motivaciones que no se engloban en las anteriores.

La sensación de que gastaron demasiado en el Juego acompañó a 4 de cada 10 hombres italianos, según el estudio, y una cuarta parte de la muestra se vio obligada a pedir prestado. Desglosado en porcentajes, el 39,7 por ciento de los jugadores tenía la sensación de gastar demasiado jugando: “a veces” para el 28,3 por ciento, “a menudo” para el 11 por ciento y respondiendo “siempre” el 0,4 por ciento. En este mismo contexto, los resultados también subrayan que consideran que pasan demasiado tiempo jugando.

Por otra parte, pedir dinero prestado para jugar es la situación en la que había menos jugadores (27.4 por ciento), aunque esta circunstancia involucró a más de un cuarto de la muestra de los jugadores, de acuerdo con el comunicado.

En cuanto al Juego legal o ilegal, uno de cada tres hombres tenía experiencia directa o indirecta en los circuitos de juego ilegal. En comparación con los circuitos de juego ilegal, el 65 por ciento de la muestra total de hombres entrevistados nunca se enteró, el 27 por ciento lo sabía pero nunca participó, mientras que el 8 por ciento participó directamente. En el sur, el juego ilegal está más extendido, con un 31,5 por ciento de los hombres conscientes de estos circuitos pero nunca participó en ellos y un 11,8 por ciento que sí lo hizo.

Combatirlo, según informamos también hoy, es una de las principales demandas de SAPAR, quien demanda avances en cuanto al marco regulatorio, además de resaltarlo expertos de Eurispes, tal y como refleja el artículo firmado por los Directores del Observatorio Permanente de Juegos de Eurispes, Chiara Sambaldi y Andrea Strata, en el que se plantea la paradoja del trabajo “unidireccional” del Gobierno en el Juego.

La muestra también tuvo una opinión predominante en cuanto a no considerar una conducta correcta la promoción por parte del Estado del juego legal y responsable, al considerar un 27 por ciento que también el juego lícito genera dependencia e implica el riesgo de perder mucho, aludiendo el 15 por ciento al dinero. Por el contrario, un 18 por ciento cree que es una buena manera de desalentar el juego ilegal yun 11 por ciento consideró que es un modo de proteger a los jugadores.

La percepción de peligrosidad social de algunos Juegos con Premios en efectivo es bastante general, reza la nota difundida, atribuyéndose un “muy” alto nivel de peligrosidad social a las Máquinas B (37.3%), seguidas de los Juegos Online (24.3%) y al Bingo. (20%), considerando una mayor parte de la muestra Juegos sin riesgo Lotto y SuperEnalotto (17.6%).

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