UNA SENCILLA REFLEXIÓN SOBRE LAS RECIENTES MULTAS A NOVOMATIC Y MERKUR
Suun cuique, a cada uno lo suyo… Sobre la multa de un millón de libras impuesta a Novomatic caben diversas interpretaciones de uno y otro signo, por mucho que fuera reincidente… Pero en el caso de los 114.540 euros con el que han penalizado a Merkur en el Reino Unido, se trata simple y llanamente de un flagrante abuso de autoridad, sustentado por una normativa que vulnera y atropella los derechos sobre la libertad, tal y como se debería entender por las Democracias más avanzadas…
Acusar a Merkur de incumplir su responsabilidad social, en el caso que nos ocupa, es un embuste de similar magnitud a los infundios medievales que justificaban la quema de “brujas” en las hogueras intransigentes de la ignorancia y la estulticia del Poder… No existe una Empresa en el Mundo del Juego que haya sido socialmente más responsable que la fundada por Paul Gauselmann en 1957. Sus contribuciones directas a la Sociedad o a través de la Fundación, forjada junto a su esposa Karin, han alcanzado incontables acciones benéficas que siempre fueron soportadas por incalculables millones de euros.
Y conviene aclarar estas cosas en España, no sea que nuestros ludópatas subvencionados se vengan arriba tras los mimos recibidos en la reciente ICE de Barcelona… Ni las Empresas de Juego, ni sus trabajadores y ni siquiera el Estado pueden ser los ángeles de la guarda de sus clientes… Entre ellos debe existir el respeto a la Libertad por encima de todo, incluso a las normas claramente santificadas por la demagogia chatarrera de los poderes institucionales… La Libertad, no es “tan solo una palabra aguda” como nos ha recordado el gran Benedetti en uno de sus mejores poemas…
Wendy Hughes, la señora en cuestión que, durante dos días, perdió 2.000 libras en un Salón de Merkur, era una persona activa de Derecho que gastaba libremente su dinero y su ocio en una actividad legal… Justificar la multa porque el personal de la Sala de Juego no intervino para impedir la pérdida económica, es colocar la normativa de un Sector por encima de alguno de los Derechos Constitucionales de los Ciudadanos… La obsesión por la defensa de las personas llamadas vulnerables debe tener el límite del sentido común… Y si un consumidor decide meterse su propio dedo en su propio ojo, nunca debería estar apoyado por nadie para pensar que la culpa es de los demás… Los deseos no son derechos, solo son opciones…
Perfecta su reflexión,señor Ortega.Si los profesionales españoles no nos ponemos serios,la indecente normativa inglesa acabará llegando a nuestro país.
Estoy de acuerdo con Ortega.Lo único que nos faltaba en España era una feria que fomentara la importancia de las asociaciones de ludópatas y,como dice Ortega,se vengan arriba para convertir a nuestros empleados en ángeles de la guarda o policías.Y yo me pregunto ¿qué hacen nuestras asociaciones al respecto?
Ni MERKUR ni cualquier empresa similar se merece una multa de cien mil euros porque un cliente se gaste libremente el dinero que quiera.Un saludo.