PROFUNDA CONMOCIÓN COMO "UNA INMENSA COZ EN EL ALMA"

“TODOS LOS JUEVES, LUÍS” POR ANTONIO VALLEJO

AZARplus

Como todos sabemos, pasado 11 de enero, el Sector perdió a una de sus figuras más emblemáticas: Luis Escribano. Su fallecimiento ha dejado una profunda huella en quienes tuvieron el privilegio de conocerle, como bien refleja Antonio Vallejo, ex jefe de Servicio de Autorizaciones de la Junta de Andalucía, a través de una sincera y emotiva carta escrita en su memoria.

Vallejo recuerda la incansable dedicación de Escribano, su excepcional humanidad y la amistad que compartieron durante años. Con una anécdota que rememora sus habituales reuniones de los jueves, Vallejo describe el impacto personal y profesional de Luis en su vida y en la del propio Sector. A continuación, compartimos íntegra esta conmovedora carta, para todos nuestros lectores:

TODOS LOS JUEVES, LUÍS

El director Luis Berlanga tituló “Los jueves, milagro” una de sus magníficas películas. En ella se cuenta la invención en un pequeño pueblo de un milagro para fomentar, a modo de las apariciones religiosas de Fátima o de Lourdes. el balneario de la localidad.

No sé por qué, pero tras recibir de Ramón Martínez, en la noche del pasado sábado 11 de enero, la noticia y la inmensa coz en el alma de la repentina muerte de nuestro grandísimo amigo “Luisito” Escribano, se me vino a la mente ese título de película. Quizá fue debido a que el jueves anterior estuvimos de innumerables cervezas habladas junto con su inseparable Encarna y el empresario Cánora.

Desde hacía la tira de años, Luís, Encarna y yo, nos convocábamos todos los jueves que nos fuera posible para contarnos la vida, tanto del sector como de cualquier otra cosa que se nos suscitara en esos particulares aquelarres.  Esos jueves nos servían a cada uno, desde nuestra respectiva posición, para charlar, entre otros muchos temas, de la realidad y de las diferentes cuestiones puntuales que incidían en la vida de las empresas.

En definitiva, lo que logramos con estos jueves fue alcanzar un mayor conocimiento desde ambas ópticas y aflorar la gama de grises de las fotografías en blanco y negro que cada uno mostraba en estos semanales encuentros. En muchas ocasiones, siempre que podía desplazarse desde Jaén a Sevilla, se unía y participaba Ramón Martínez o incluso cualquiera que le apeteciera acompañarnos. Pero los que nunca faltábamos a estas citas éramos Luís, Encarnita y yo.

Lo cierto y verdad es que, aun encontrándome en minoría en los entrañables acaloramientos de los debates, se iba consolidando entre los cuatro una indestructible y vigorosa amistad. Luís, impulsor y alma de estos jueves, me hizo ser mejor funcionario a lo largo de mi carrera; pude comprender de una experta primera mano la intrahistoria y el arcano de muchas cuestiones y claves de este mercado, tan denostado muchas veces por falta de conocimiento e información.

Estos jueves de Luis sirvieron, mientras estuve en la Administración andaluza, de herramienta fundamental para lograr una regulación equilibrada de todos los aspectos de este sector en Andalucía. Mi queridísimo amigo Luis era una “turbina humana”, incansable profesional hasta mi agotamiento, derrochó una insuperable bonhomía como ser humano que la proyectaba en una desbordada generosidad para todos los que tuvimos el grandísimo y providencial regalo de tratarlo, ya fuesen clientes, amigos, familia o incluso desconocidos.

Esta grandísima persona era capaz de hacer buena gente hasta el mismísimo Judas Iscariote. Incluso desde que se puso “malito”, y el “bicho” cabrón lo atrapó, no cejó ni un instante en prodigarnos su impagable cariño y amistad. En estos momentos tan tristes, incluso de orfandad, tras la desaparición de este monumental ser humano, de mi amigo y maestro en empatía durante tantos años, solo aspiro a tenerlo presente siempre en la memoria.

Decía Alfredo Pérez Rubalcaba que “los españoles somos gente que enterramos bien”, pero creo que, en mi caso, en el de Encarna y en el de Ramón, no nos hace falta hacerle caso a este pensamiento porque Luis sigue y seguirá vivo con nosotros siempre.

Por eso, al menos para mí, todos los jueves son y serán, Luís.

Antonio Vallejo 

Ex jefe de Servicio de Autorizaciones de la Junta de Andalucía

1 Comentario

  1. Destaca Antonio Vallejo la bonhomía de Luis, efectivamente, lo que yo más recuerdo de él es, precisamente, su bonhomía. Todos los que lo tratamos sentimos un irreparable hueco en eso que se llama alma.
    Un abrazo Antonio,

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