PAUL GAUSELMANN CUMPLE 88 AÑOS RECORDANDO SUS GRANDES LOGROS

Paul Gauselmann no cree en la suerte. Cree en las oportunidades que hay que detectar, evaluar correctamente y aprovechar. Este hombre de Espelkamp lo ha sabido hacer especialmente bien en su vida. Casi 15.000 puestos de trabajo creados y un grupo de empresas de éxito internacional con un volumen de negocio anual total de más de 3.500 millones de euros son la muestra de un trabajo vital único que el fundador y director general del Grupo Gauselmann sigue perfeccionando. El 26 de agosto, Paul Gauselmann celebró su 88º cumpleaños y también echó la vista atrás a los 65 años de autonomía empresarial, ya que la decisión se tomó el 25 de mayo de 1957.

La historia de éxito de Paul Gauselmann, nacido en 1934 cerca de Münster (Westfalia), comenzó con su formación como inspector de telecomunicaciones. Tras siete años como asalariado, en 1957 se aventuró a trabajar por cuenta propia a tiempo parcial como montador de máquinas musicales, lo que supuso el nacimiento del Grupo Gauselmann y le llevó a la plena autonomía en 1964. Fueron precisamente los años pasados como empleado los que iban a dar forma al empresario para el resto de su vida. Durante ocho años trabajó en el sector de las máquinas expendedoras como técnico de desarrollo, cuatro de ellos como jefe de desarrollo. En esta función, tenía una visión constante de las áreas de producción y ventas. Recibió un gran apoyo del jefe superior Wilhelm Harting, para quien las máquinas expendedoras eran una verdadera pasión hasta su muerte demasiado temprana en 1962. Este tiempo ha demostrado a Paul Gauselmann que los empleados son el recurso más importante y que su satisfacción depende en gran medida del aprecio. Así, se le puede ver una y otra vez dedicando tiempo a una interesante conversación con los empleados en los pasillos de la empresa, asistiendo personalmente a la asamblea general anual de los directivos de Merkur o también entablando un diálogo con los becarios en la tradicional reunión de empresa.

Aunque la obra de la vida de Paul Gauselmann no tiene parangón, su historia de éxito es representativa de una Alemania de posguerra con nuevas oportunidades de negocio que hicieron posible tales avances y, por tanto, favorecieron adicionalmente la creación de prosperidad social. Los requisitos previos eran unas ideas extraordinarias, un impulso permanente y un poder de permanencia. Cualidades que Paul Gauselmann posee en abundancia y que se hicieron visibles, entre otras cosas, con la fundación de la primera Spielothek en 1974. “Tuve la idea de convertir las escasas salas de juego de la época en un local de juego en el sentido de un hotel de tres o cuatro estrellas, con moqueta e hidroponía. Fue una gran idea a la que se sumó todo el sector“, afirmaba el patriarca de la empresa.

Sólo tres años más tarde, puso el siguiente signo de exclamación y conquistó el mercado alemán con el primer equipo de juego de desarrollo propio sin electrónica. El “Merkur B” superó a todos los productos de la competencia con más posibilidades de juego y aportó inmediatamente el doble de diversión y resultados de taquilla que las máquinas de los líderes del mercado de la época. “Sabía que era el comienzo de una nueva era“, recuerda Paul Gauselmann. Cuando predijo el liderazgo del mercado a su esposa Karin en 1975, ella sólo respondió: “Oweia”. La posición en el mercado, con más del 50% de la cuota de mercado, se alcanzó en 1985 y se ha mantenido hasta hoy porque, además de la orientación constante hacia las necesidades del cliente del juego, siempre se reaccionó con prontitud a las innovaciones técnicas y a las condiciones políticas cambiantes. Numerosos departamentos de desarrollo entre Australia y Estados Unidos, con un total de unos 1.000 empleados, demuestran de forma ejemplar que las ideas sobresalientes siguen siendo la base del éxito. De este modo, el grupo de empresas sigue la tradición de su fundador, que registró alrededor de 300 patentes a lo largo de su vida y cuyo espíritu inventivo y previsión empresarial siempre han marcado la diferencia.

Paul Gauselmann sigue siendo un ejemplo de esta voluntad de actuación, aunque ahora se haya prescrito una semana reducida de cuatro días. Ha impulsado la internacionalización del grupo de empresas con un equipo directivo destacado desde hace mucho tiempo, así como la participación cada vez mayor en el sector de los casinos. La habilidad estratégica y el sentido económico de las proporciones en tiempos de bonanza han permitido compensar las restricciones en el mercado interno de Alemania y conservar los 15.000 puestos de trabajo incluso en una situación de crisis histórica como la pandemia. La permanente búsqueda de la excelencia, así como su irrefrenable voluntad, han llevado a Paul Gauselmann a celebrar este año su 65º aniversario como empresario. Esto también significa que el fundador puede mirar hacia atrás con 65 años de servicio en el Grupo Gauselmann, lo que le convierte en el empleado con más años de servicio. En más de seis décadas, ha creado un gigante del entretenimiento que triunfa con sus propios juegos y equipos, que explota locales de juego en toda Europa y que, además de casinos y cruceros-casinos, tiene en su cartera nuevos mercados de futuro como el juego online y las apuestas deportivas. La marca Merkur con el sol que sonríe se ha convertido en sinónimo de la diversión del juego. Para alegría de su fundador, la empresa de ventas Adp también celebra este año su 50º aniversario.

Paul Gauselmann ha creado un imperio empresarial y, sin embargo, ha conservado la mirada hacia sus semejantes. Se entrega en cuerpo y alma a apoyar todos aquellos proyectos e iniciativas que sirven a la sanidad en el distrito. Esto incluye también el proyecto médico de cirugía asistida mediante robots, que Paul Gauselmann financió junto con su esposa Karin con la compra del robot quirúrgico “da Vinci X” en la sede de Lübbecke. Paul Gauselmann también hace partícipes a los habitantes del distrito de Mühlenkreis del éxito de la empresa a gran escala. Cada año, la Fundación Paul y Karin Gauselmann presta apoyo financiero a cientos de proyectos sociales y culturales, iniciativas, asociaciones, grupos y particulares en la zona de influencia de la sede de la empresa. Con motivo de su 88º cumpleaños, que vuelve a celebrar este año en compañía de su familia y numerosos amigos, el dirigente de la empresa ha querido, una vez más, hacer un regalo que beneficie al público en general. Además de la Cruz al Mérito de Primera Clase, se le concedió la ciudadanía honorífica de las ciudades de Espelkamp y Lübbecke por sus servicios. Su dedicación a la industria del vending durante 53 años desde 1966, incluyendo 38 años como presidente de la Asociación Alemana de Vending (VDAI), fue honrada con la presidencia de honor de la VDAI.

El exitoso empresario está respaldado por una familia fuerte: “Ya sea en el consejo de administración, en el consejo de vigilancia o como parte de la fundación, mi familia es el pilar más importante de mi vida, tanto en lo privado como en lo profesional“, subraya Paul Gauselmann. “Mis cuatro hijos también han contribuido significativamente, cada uno en su campo, al éxito actual del Grupo Gauselmann. Mi agradecimiento especial a mi mujer Karin, que ha estado a mi lado animándome durante 55 años“. A pesar de su extraordinario éxito, Paul Gauselmann siempre ha sido una persona con los pies en la tierra y amante del hogar que también encuentra su equilibrio en el tenis. Es patrocinador, presidente de honor y deportista de equipo en el club de tenis local Espelkamp-Mittwald (TVE). En el círculo de su familia -con sus cuatro hijos y nueras, nueve nietos y tres bisnietos-, en el deporte o en la naturaleza, encuentra fuerzas para superar los retos con energía y optimismo incluso a esta orgullosa edad. Los juegos online van a cambiar el sector, y Paul Gauselmann tiene desde hace tiempo ideas con las que el Grupo Gauselmann también puede tener éxito en este entorno.