Muletas

Durante siete años no pude dar un paso
Cuando fui al médico me preguntó:
¿Por qué llevas muletas?
Porque estoy tullido, respondí.
No es extraño, me dijo.
Prueba a caminar. Son esos trastos
los que te impiden andar.
¡Anda, atrévete, arrástrate a cuatro patas!

Riendo como un monstruo,
me quitó mis hermosas muletas,
las rompió sobre mi espalda sin dejar de reír,
y las arrojó al fuego.
Ahora estoy curado. Ando.
Me curó una carcajada.
Tan sólo a veces, cuando veo palos
camino algo peor por unas horas.

Durante siete años no pude dar un paso
Cuando fui al médico me preguntó:
¿Por qué llevas muletas?
Porque estoy tullido, respondí.
No es extraño, me dijo.
Prueba a caminar. Son esos trastos
los que te impiden andar.
¡Anda, atrévete, arrástrate a cuatro patas!

Riendo como un monstruo,
me quitó mis hermosas muletas,
las rompió sobre mi espalda sin dejar de reír,
y las arrojó al fuego.
Ahora estoy curado. Ando.
Me curó una carcajada.
Tan sólo a veces, cuando veo palos
camino algo peor por unas horas.

Este poema es de Bertolt Brecht y se titula ” Me curó una carcajada “... Echo mano de la naturaleza descarnada del sentimiento poético para explicar cómo veo yo al Sector… Únicamente tullida por la hipocondría, nuestra Industria camina a duras penas sirviéndose generosamente de un amplio catálogo de muletas y muletillas…Muletas contra la competencia, muletas contra la crisis, muletas contra el miedo, la angustia, la incertidumbre o, simplemente, el cansancio…

Entiendo…Comprendo, pero no comparto…Siento empatía con la desazón que nace ante la percepción de un devenir que se juzga injusto y hostil…No puedo por menos que considerar humana esa tentación inherente de fragilidad, pero sus consecuencias están siendo terribles y hasta devastadoras, diría yo…Habría que acudir a la Ciencia Política para explicar, como ya lo hizo Antonio Gramsci, que nuestras posiciones también las marca el enemigo…En este batalla incruenta que el Sector está librando por su efectiva supervivencia, podría estar siendo un gravísimo error hacer valer nuestra hegemonía, haciéndonos acompañar de un par de hermosas muletas…Intentar el blindaje de esa hegemonía con ese soporte y apoyo de dominación entre los brazos, no hace más que mostrar nuestra debilidad…

Pero…¿ Cómo se le dice a un buen amigo que se está equivocando ?… ¿ Cómo se le explica que el camino elegido le conduce a un precipicio sin salida ni esperanza ?… ¿ De qué manera expones tus convicciones sin que parezcan la consecuencia de una deslealtad ?…Pues, como acaba de decir Goytisolo, ” a la llana y sin rodeos “…Y así lo hago, en esta obligación de amistad clarividente que me impongo… con un compromiso que rechaza defectos, muletas y muletillas…

” Me curó una carcajada ” asegura ese enfermo asustado e imaginario que dibuja Brecht...Eso… y echar las muletas al fuego devorador de los miedos injustificados… ¿ Cambiamos, pues, de camino ? o ¿ Seguimos considerando como desafección a la simple exposición de la verdad ?

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NOVOMATIC

10 Comentarios

  1. Señor Ortega, es usted un verdadero intelectual además de un admirado referente de nuestro Sector.He leído aquí que le aconsejan meterse en Política pero,en mi caso,le pido que continúe entre nosotros.Es un honor y un placer leer sus editoriales a diario.Gracias y un saludo.

  2. ¡Hombre,algo de tullidos sí que estamos!.De todas formas comparto el enfoque del artículo porque la defensa de nuestra hegemonía no puede hacerse con la penosa imagen que ofrecemos.

  3. Coincido totalmente, no hay mejor manera que afrontar las dificultades que con realismo y dejándose de ambages, pero no es igual predicar que dar trigo; para los que han de hacerlo.

    De hecho, además de tu muy bien traida referencia a Beltort Brecht, el sector tiene como un sentimiento hipocondriaco añadido.

    Un abrazo

  4. La verdad es que nuestro sector ya no tiene ningún blindaje en el que enrocarse ni ningun jardín para dormirse en sus laureles. Son solo recuerdos las listas de espera para entrar a los Bingos y a los Casinos como también es una foto del pasado la del recaudador de las máquinas del bar con una pesada bolsa a cuestas cada día. ¿De qué hegemonía hablas Ortega? Somos vulnerables a los intereses y las conveniencias de una Administración que no nos aprecia y que puede torcer nuestro destino casi a capricho en un abrir y cerrar de ojos. Somos débiles ante la invasión inmisericorde de los bárbaros, léase los “eurovegianos” de todo pelaje que han demostrado que con solo decirlo pueden tener terrenos, leyes e impuestos a su medida y ponernos a su servicio o hacernos desaparecer. Somos quebradizos en nuestras estructuras porque ni el cemento asociativo de los empresarios ni el cemento autonómico de los reguladores cuaja ni cuajará como ya está archidemostrado. ¿De qué hegemonía hablas, Ortega?

  5. Precisamente hablo de la hegemonía que NO tenemos al intentar hacerla valer acompañada de la imagen patética de unas muletas que buscan la dominación… En la terminología de Antonio Gramsci, del que hablo en el Editorial, se diferencian muy bien los conceptos de hegemonía y dominación. La hegemonía es un poder adicional del que goza el poder dominante para hacer coincidir su interés con el interés general, mientras que la dominación es coercitiva y, por tanto, falsamente hegemónica…Lo que el Sector busca con sus muletas, muletillas, y demás gestos lastimeros es presionar, a la vez que alcanzar o dar a entender la existencia de su hegemonía permanentemente amenazada…Olvidando, eso sí, que ha sido el propio Sector el que siempre ha ignorado el interés general de la Sociedad a la que pertenece…Es un poco lioso pero, si lo piensas un minuto, me entenderás…De todas formas, me ha encantado tu comentario con el que estoy casi completamente de acuerdo.Gracias Pedro, por dar sentido a esta sección de debates en libertad.Salud y un abrazo.

  6. Pues si ayer hemos cometido el pecado de ser hegemónicos o dominantes con la Sociedad, es decir nuestros clientes los jugadores, bien estamos pagando hoy la penitencia de que la Sociedad, es decir los gobiernos y el Gobierno, sean hoy hegemónicos y dominantes con nosotros.
    Ahora a ver si cerramos la ecuación como buenos cristianos: Pecado + Penitencia = Gloria.

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