El acoso mediático al Sector no tiene límites, esta vez hablando de irregularidades no respaldadas por denuncias
Más leña al Juego
AZARplus
El acoso al Juego parece no tener límites a nivel mediático. Buena prueba de ello, como -enésimo ejemplo, bien lo saben nuestros lectores-, lo constituye el reportaje publicado en ABC este sábado sobre presuntas irregularidades en las Casas de Apuestas en Madrid. Con el agravante, en este caso, de no demostrarlas como debe hacerse, a todas luces. Es decir, a partir de denuncias. Tan fácil como eso, y sin embargo no se enfoca de forma rigurosa, como corresponde a todo reportaje que aspire a un mínimo de credibilidad. O quizá se trata de buscar todo tipo de excusas para poner al Juego contra las cuerdas, y así alimentar un alarmismo injustificado e intolerable para enganchar al lector con un tremendismo que asusta, una vez más… Ni un solo dato, ni un solo nombre real y manchando con suposiciones la imagen pública de una empresa tan cabal y legal como es Luckia… que quizá debería plantearse llevar ante un juez el citado reportaje… ¡Juzguen ustedes mismos!
Gran escándalo:
1. Un informante de 24 años. Otro tiene 30 años.
2. Un grupo de adolescentes, del que no se dice la edad (temo que no la sabe el periodista y prefirió no preguntar o no lo dice, malicio que algún adolescente de 20 años).
3. Alguien que apuesta lo que cuesta el pan familiar (¡el pan familiar!) (0,90 € o 1,30 €, esto es la ruina)
4. Se han convertido en centros de reunión. Antes era mejor, los centros de reunión eran los bares.
5. Hay clientes que se ponen a ver partidos de fútbol… Qué horror. Si parece un bar. Ver fútbol con los amigos, es la ruina moral.
6. Espantoso final. En algunos locales tienen carta de hamburguesas.
Lo que dice el titular no se vé por ninguna parte en el texto.
No sé dónde va a llegar el juego arruinando a esta generación de jóvenes, casi niños de 24 o 30 años.
Lo que está pasando es una broma.
Si se pone en paralelo con el acto en la Universidad Jaime I la única conclusión es que una tropa de doce listos y tres profesores que viven de la ludopatía han conseguido acosar a un sector.
Lo de los periodistas impresionables da para otra charla.
Un saludo.