Luces y Sombras (posibles) para el Bingo Dinámico, por José Luis Merino

Una vez escuchadas las Organizaciones Empresariales representativas del sector, entiendo muy acertada la intención del regulador de establecer un nuevo sistema de premios para el bingo tradicional y regular una modalidad de bingo electrónico que permita la posibilidad de impresión de cartones en sala denominada Dinámico.

Por una parte se incentiva el negocio principal de nuestros establecimientos que continúa siendo el bingo tradicional, dotando la posibilidad de acumular hasta un 8% en la prima y estableciendo un nuevo premio de prima garantizada, todo lo cual permite al Empresario una mayor capacidad de autogestión y organización de su negocio dentro de unos límites establecidos que entendemos adecuadas para entre otras cuestiones, garantizar mejor la supervivencia de las 46 Salas de nuestra Comunidad, su rentabilidad y los puestos de trabajo que emplean (aún mayor que ningún otro subsector de juego privado en esta Comunidad).

Asimismo se regula una modalidad de bingo electrónico definitiva en nuestro Reglamento de Juegos Colectivos de Dinero y Azar mediante Decreto 22/2011 de 28 de abril, que hemos denominado Dinámico y cuya amplia definición permite más premios y combinaciones ganadoras, habiendo contado con la opinión de nuestros Fabricantes Recreativos Franco, Zitro, Metronia y Cirsa en su confección, que permitirá la posibilidad de imprimir los cartones y tachar los números de forma automática o manual.

A pesar de ello y de la magnífica noticia que todo ello supone, quiero llamar la atención sobre algunas cuestiones que podrían dificultar en mi opinión al nuevo juego.

En primer lugar cuando se establece un número de terminales en funcionamiento y a disposición de los jugadores del 15% del número de plazas, no era la intención del regulador el poder impedirlo “de facto”, bien por tener repercusiones fiscales o por hacer que pudieran ser necesarios tantos terminales como jugadores debido a los requisitos técnicos exigidos, además de ello obligaría en ese hipotético caso al empresario a una inversión imposible de acometer en estos momentos y perjudicaría también la convivencia actual de las distintas modalidades de juego de nuestras Salas.

Por otra parte entiendo que el carácter de electrónico del bingo Dinámico debe ser compatible con establecer sistemas de pagos en los premios que no ralentice las partidas, ni tampoco haga perder “propina” a los trabajadores, su apoyo es necesario para el éxito de esta nueva modalidad y éste difícilmente acontecerá si consideraran que con este juego peligrarían (aún más) sus puestos de trabajo o sus percepciones económicas.

Por último entiendo que una modalidad de bingo que permite la impresión de cartones en sala y que se establece un precio mínimo del valor facial del cartón en 2€ no puede defenderse (si no es desde la demagogia de quien públicamente lo defiende) que al amparo de la libertad de mercado, la libre competencia y la desregularización de los juegos promover un porcentaje mínimo de devolución del 70% en premios sin establecer un porcentaje máximo.

El pensar que serán más rentables las Salas, que se mantendrán abiertas el número de Salas actuales con esta regulación proyectada no solo es de ilusos, sino también es falso y la consecuencia para el caso de mantener dicha redacción será una menor (aún menor) rentabilidad del negocio y un cierre de Salas a ritmo mayor del que desgraciadamente venimos sufriendo.
Dicho todo ello desde mi humilde opinión, como la que tengo del concepto de la palabra cobardía que sirve por ejemplo para definir a quien abandona mediante una carta (al haber perdido el protagonismo deseado) una estrecha relación por carecer del valor suficiente para justificar personalmente tal decisión, alguien sin embargo podría considerar que esto es un ejemplo definitorio de valentía y que los cobardes son otros.

Salvo mejor entender.