Los Videojuegos, a examen en el nuevo número de los ‘Cuadernos del Audiovisual’ del CAA

En esta información nos hacemos eco del nuevo número de la colección ‘Cuadernos del Audiovisual’ del Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) que, en su número 9, dedica a la protección de menores en el entorno digital, reuniendo las conferencias de los nueve expertos que intervinieron en las Jornadas celebradas los pasados 25 y 26 de noviembre de 2019, en el Parlamento de Andalucía. Asimismo, en esta publicación se adjuntan algunos documentos de referencia elaborados por el CAA sobre las cuestiones tratadas en el encuentro.

A continuación, resumimos las alusiones que encontramos en el documento, que difundimos en pdf, relativas a cuestiones de interés para el Sector, como los Videojuegos, los Juegos de Azar y la Publicidad.

Videojuegos y Juego Problemático

En la misma Introducción encontramos la primera mención (pág. 9 del pdf), texto en el que se realiza un repaso de las cuestiones tratadas en dicha Jornada, estableciendo una asociación entre un abuso de los Videojuegos y el Juego Problemático: “expertos en dicha materia, procedentes de distintas instituciones nacionales, analizaron con rigor y profundidad la problemática actual de la excesiva dedicación a las redes sociales y a los videojuegos, que puede desembocar en ludopatía, desinformación u obesidad. Los datos demuestran que los peligros para los menores son reales, de hecho, más del 50% de los adolescentes españoles entre 14 y 17 años suele ver regularmente pornografía en internet, siendo a los 13 o 14 años cuando se comienza con esta práctica, según la delegada de Protección de Datos del Grupo Tragsa y profesora de la UNED, Ana María Gil. Sin embargo, el mensaje general de las jornadas no fue alarmista, porque no existe adicción psicológica al teléfono móvil ni a internet, sino una necesidad tecnológica, en opinión de Xavier Carbonell, profesor de la Facultad de Psicología de la Universitat Ramon Llull, y experto en los efectos de las tecnologías digitales en la conducta humana. No obstante, este psicólogo ha advertido de que donde sí existe más riesgo de adicción es en los videojuegos, más propensos a provocar dependencia psicológica, focalización, deterioro en el control y otras consecuencias negativas de conducta”.

En la misma Introducción, también se hace mención a la intervención de la subdirectora de la Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial (Autocontrol), Charo Fernando, quien expuso la labor que desempeña esta institución en “la protección de los menores a través de la revisión de cientos de campañas publicitarias dirigidas a niños, la aplicación de códigos de conducta en anuncios de juguetes, alimentación y videojuegos y la redacción de propuestas de autorregulación”. Entre otras, el futuro “Código sobre el uso de influencers en la publicidad”, junto con la Asociación Española de Anunciantes (AEA) y la Secretaría de Estado para el Avance Digital (SEAD).

Videojuegos para mejorar la comunicación y el conocimiento

En el epígrafe dedicado a la Inauguración (desde la pág. 13 del pdf) se transcribe el discurso de Antonio Checa Godoy, Presidente del Consejo Audiovisual de Andalucía en la inauguración de dicho evento. Entre sus palabras, destacamos la mención realizada a Internet y, en concreto, a los Videojuegos como una de las novedades que aporta la Red, y cuyo buen uso resulta positivo para potenciar la comunicación y el conocimiento, señalando que “se caracteriza por su rapidez –a menudo sencillamente su instantaneidad–, su masividad y la debilidad, cuando no la ausencia, de controles de veracidad y calidad. Vía móviles, redes sociales, videojuegos y juegos de azar en pantalla, internet en definitiva, nos llegan ideas, prácticas e iniciativas que van configurando nuestro presente y nuestro futuro. Son novedades que, adecuadamente utilizadas, favorecen la comunicación y el conocimiento”.

La ‘Autorregulación de la publicidad y protección de menores en internet’ es otro de los aspectos tratados en el documento, a partir de la intervención que realizó Charo Fernando, Subdirectora General de AUTOCONTROL y Vicepresidenta de la European Advertising Standards Alliance (EASA).

Fernando señaló, entre otros aspectos relativos al concepto y funcionamiento de Autorregulación publicitaria, que a nivel nacional, AUTOCONTROL tiene suscritos Acuerdos de colaboración con diferentes entidades, entre ellas la DGOJ, la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ).

Códigos de conducta publicitaria en Videojuegos

Igualmente, en el subepígrafe 2.4 se alude al Código de autorregulación de la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de entretenimiento (AEVI), tal y como sigue:

“El Código de autorregulación de la Asociación Es- pañola de Distribuidores y Editores de Software de entretenimiento (AEVI) se lanzó en 2005. El mismo contiene entre sus reglas la obligación de reflejar con claridad y precisión la clasificación por edades del producto anunciado; la de que cuando aparezcan varios videojuegos se incluya la calificación más elevada; y la exigencia de ade- cuación de la publicidad al público al que se dirige el producto de software promocionado.

En desarrollo de esta última regla, en el Código se incluyen algunas normas específicas en función de la clasificación PEGI que se haya otorgado al videojuego u otro producto de software interactivo. Así se señala que no podrá difundirse publicidad de productos clasificados como ‘no recomendados para menores de 18’ en portales, sitios, áreas o secciones dirigidos a menores de edad o cuya audiencia ma- yoritaria esté compuesta por menores de edad. En cuanto a los productos calificados como ‘recomendados para mayores de 16 años’ o ‘recomendados para mayores de 12 años’ su publicidad no podrá emitirse en portales, áreas, sitios o secciones dirigidos a menores de 16 o 12 años respectivamente o cuya audiencia mayoritaria esté compuesta por menores de dichas edades”.

Videojuegos vs Apuestas

En ‘El fin de la adicción al teléfono móvil’ (desde la pág. 49 del pdf), título de la intervención en las Jornadas de Xavier Carbonell, profesor de la Facultad de Psicología de la Universitat Ramon Llull, un texto en el que se mencionan los Juegos de Azar como problemáticos dentro del marco de los menores, pues están prohibidos, además de abordar el papel de los Videojuegos, señalando que “desde el año 2013 la adicción a videojuegos figura en la lista de trastornos que merecen más investigación y en la lista de enfermedades de la Organización Mundial de la Salud desde 2019”. A su juicio, es importante centrarse en el buen uso del Videojuego, así como del móvil y del ordenador, sin condenar su uso a priori en los más jóvenes.

“Nuestras investigaciones apoyan la idea de que la percepción del uso problemático del móvil existe y ha aumentado en la última década. Esta percepción parece deberse al acceso a internet y con ello a redes sociales y otras aplicaciones. Este uso problemático es específico y no general, es decir, depende de la actividad concreta que se lleve a cabo con el móvil y en internet. Las aplicaciones del móvil más usadas por jóvenes y adolescentes son el correo electrónico y la mensajería, participar en redes sociales, escuchar música y jugar a videojuegos más o menos simples.

Sin embargo, pese a la existencia de este uso problemático parece que el término ‘adicción’ cuando nos referimos al móvil es un constructo inadecuado porque, entre otras cosas, no dependen del móvil o de internet, sino de las aplicaciones que se utilicen. Por ejemplo, apostar es el problema independientemente de si se apuesta en un casino, desde el móvil o el ordenador o en un salón de juegos”.

Concluyendo, finalmente, que “aceptar una supuesta adicción al móvil, a diferencia de la adicción a los videojuegos, no reconocida como tal en los manuales psiquiátricos, implicaría reconocer como enfermedad una conducta que puede ser excesiva y ocasionar consecuencias negativas leves. Pero es contraproducente ‘patologizar’ la vida cotidiana y considerar los excesos, malos hábitos de salud y las aficiones como una enfermedad, sobre todo en el caso de los más jóvenes. Esta ‘etiqueta’ les podría acompañar toda la vida cuando no tiene otro significado que tratarse de una conducta propia de una etapa evolutiva.

La perspectiva de género es importante. Las mujeres utilizan más las redes sociales y las aplicaciones académicas y escuchan más música. Los hombres juegan más tanto a videojuegos como a juegos de apuestas y consultan más páginas de contenido para adultos. En todo caso, el uso problemático de las mujeres es mayor, lo que puede deberse a que utilizan más redes sociales, concluye”, habida cuenta de que, a su parecer, “lo más sensato es orientar y educar sobre los usos inadeacuados del móvil, bien por tiempo invertido, al lugar donde se utiliza o los fines a los que se destina sin caer en el error de considerarlo una adicción”.

Videojuego, vehículo de socialización

‘El reto de formar usuarios inteligentes’ (desde la pág. 55 del pdf), así se titula la intervención transcrita de Charo Sádaba, profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, en la que señala que el adolescente tiene una necesidad de evasión “mientras busca su sitio en el mundo”, y en el entretenimiento encuentra encuentra “una manera de pasar el tiempo, de aprender cosas, de seguir cimentando la necesidad social”.

“En muchas ocasiones el consumo de determinados contenidos de entretenimiento (series, juegos, música) es una vía más para ser parte de un grupo. Y por supuesto que en ocasiones el entretenimiento es además un vehículo de socialización, como el caso de una fiesta o de una partida a un videojuego. La tecnología, una vez más, ofrece una manera poco dolorosa y poco costosa de satisfacer esta necesidad de evasión. Con el movimiento de un dedo es posible acce- der al programa que anoche no pudieron ver en la televisión, a esa canción que todo el mundo escucha, a ese juego que se ha hecho popular, o a esa lectura que les ha enganchado. Los contenidos son casi infinitos y están siempre disponibles para satisfacer su curiosidad”, concluye.

Educar para prevenir

‘Familias que desactivan riesgos: ¿cómo lo consiguen?’, título de la intervención de Xavier Bringué, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, dio pie a que este afirmar que “los padres nos piden pautas a aplicar, pero no se las damos. Tienen que construirlas ellos, hay que establecer una política y convertirla en criterio. No hay pautas definidas, sino motivos por los que construirla. Con las pautas no se pretende acertar. Hablamos de una familia, de un proyecto, con una cultura y unos valores determinados. No les decimos a las familias que acierten, les decimos que sean coherentes con su modelo familiar. Como en cualquier relación de autoridad, los padres piden de sus hijos compromiso, y los hijos coherencia de sus padres. No se trata de apagar el móvil durante las comidas, sino de comprometerse con, por ejemplo, el deseo de unidad familiar”.

La última mención la encontramos en la transcripción de la intervención titulada ‘Es necesario educar en el uso correcto de la tecnología’, a cargo de Domingo Malmierca, Adjunto a Dirección General de la Fundación Aprender a Mirar, quien se refirió a las “adicciones sin sustancia, entre las que se encuentran la ya reconocida adicción a los videojuegos”, apuntando que “hemos empezado a preguntar a muchos expertos sobre todos estos temas. La primera a la que preguntamos fue a la propia Delegada del Gobierno en el PNSD: “¿Cuál es el primer consejo que usted daría a los padres y madres preocupadas por algunas de las denominadas tecnoadicciones?”. La breve y directa respuesta de Azucena Martí nos llamó la atención: “Es importantísimo educar con nuestro ejemplo. Si quieres que tus hijos se desconecten de las pantallas, desconéctate tú también”. Era como si nos hubiera dicho: Si queréis ayudar en la educación, empezad por el principio. Lo primero es el ejemplo de los padres”.

“De todo ello hace falta un poco. Y dicen que no hay que hacer un cursillo especial para saber educar en el uso correcto de la tecnología en el tiempo que un joven debe jugar seguido. Aunque a veces hay que buscar ayudas: Si la Dirección General de Tráfico (DGT) nos dice que no debemos conducir más de dos horas seguidas, porque nuestro ce- rebro se agota y debe descansar, por la misma razón hay que interrumpir el tiempo dedicado a los videojuegos y a las redes sociales: Nunca más de dos horas seguidas”, concluyó.

A continuación, difundimos el comunicado emitido con motivo de la publicación de la publicación.

El CAA publica un nuevo Cuaderno del Audiovisual dedicado a la protección de menores en el entono digital

El Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) ha publicado el noveno número de su colección ‘Cuadernos del Audiovisual’, dedicado a la protección de menores en el entorno digital y que reúne las conferencias de los nueve expertos que intervinieron en las jornadas celebradas los pasados 25 y 26 de noviembre de 2019, en el Parlamento de Andalucía.

Durante los dos días, se trataron diversos temas como la protección de datos, la alfabetización mediática, la adicción a las redes sociales y videojuegos o la autorregulación de la publicidad. Las jornadas fueron inauguradas por el presidente del CAA, Antonio Checa, y la presidenta del Parlamento de Andalucía, Marta Bosquet, quien subrayó la importancia de este evento para buscar soluciones al enorme desafío que plantea internet y la necesidad de luchar contra la brecha digital, para evitar que se haga crónica y conseguir que los jóvenes crezcan seguros en el entorno digital.

Nueve expertos en la materia, procedentes de distintas instituciones nacionales, analizaron en profundidad la problemática actual sobre la excesiva dedicación de los jóvenes a las redes sociales y otras plataformas virtuales que puede desembocar en ludopatía, desinformación u obesidad. Los datos demuestran que los peligros para los menores son reales, de hecho, más del 50% de los adolescentes españoles entre 14 y 17 años suele ver regularmente pornografía en internet, siendo a los 13 o 14 años cuando se comienza con esta práctica, según la delegada de Protección de Datos del Grupo Tragsa y profesora de la UNED, Ana María Gil.

El mensaje general de las jornadas no fue, sin embargo, alarmista, porque no existe adicción psicológica al teléfono móvil ni a internet, sino una necesidad tecnológica, en opinión de Xavier Carbonell, profesor de la Facultad de Psicología de la Universitat Ramon Llull y experto en los efectos de las tecnologías digitales en la conducta humana. No obstante, este psicólogo advirtió de que donde sí existe más riesgo de adicción es en los videojuegos, más propensos a provocar dependencia psicológica, focalización, deterioro en el control y otras consecuencias negativas de conducta.

Los distintos conferenciantes ofrecieron así soluciones e iniciativas para evitar o minimizar riesgos. La formación en el uso racional y coherente de estas tecnologías fue una de las claves que subrayaron todos los ponentes, de una manera u otra. Así lo hizo Antonio Manfredi, defensor de la Audiencia en la RTVA y miembro del Consejo Andaluz de Asuntos del Menor, quien abogó por dicha vía didáctica para impedir la “conversión de millones de jóvenes en un ejército de personas acríticas y fácilmente manipulables”.

Formar usuarios inteligentes

Charo Sádaba, profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra e investigadora desde hace más de veinte años del impacto de la tecnología en los más jóvenes, incidió en que el verdadero reto está en “formar usuarios inteligentes” mediante la educación, y que ésa es “una tarea de todos” (padres, docentes y administraciones públicas). En la misma línea versó la conferencia de Jorge Flores, fundador y director de la entidad Pantallas Amigas, quien aconsejó enseñar a los más pequeños a gestionar sus emociones, desarrollar habilidades sociales y adquirir un pensamiento crítico ante los contenidos que consumen en la red.

Por su parte, la subdirectora de la Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial (Autocontrol), Charo Fernando, expuso la labor que desempeña esta institución en la protección de los menores a través de la revisión de cientos de campañas publicitarias dirigidas a niños, la aplicación de códigos de conducta en anuncios de juguetes, alimentación y videojuegos y la redacción de propuestas de autorregulación como el futuro ‘Código sobre el uso de influencers en la Publicidad’.

Domingo Malmierca, adjunto a Dirección General de la Fundación Aprender a Mirar, hizo hincapié en la responsabilidad paterna en la vida digital de sus hijos como modelos de hábitos saludables ante las nuevas tecnologías, lo cual puede, incluso, “favorecer su desarrollo cognitivo”.

Asimismo, Xavier Bringué, profesor de la Facultad de Comunicaciónde la Universidad de Navarra, expuso los resultados de su investigación sobre el papel de las familias en la desactivación de los riesgos y su proyecto de talleres en los que progenitores e hijos alcanzan acuerdos, consensuados por ambas partes. En concreto, se pacta el tiempo de consumo de televisión, ordenador y demás dispositivos electrónicos de entretenimiento y se reservan, además, momentos diarios de desconexión de las nuevas tecnologías para entablar reuniones en familia.

Por último, un recetario de “dietética digital” fue la propuesta del catedrático de Opinión Pública de la Universidad Rey Juan Carlos, Víctor Sampedro, cuyo objetivo es incitar el espíritu crítico de los espectadores ante el actual ecosistema mediático y digital.

Comunicado CAA