La vida sigue igual

En Burgos a hostia limpia y en Washington palmaditas en la espalda… Los jóvenes sin trabajo han rescatado el cóctel Molotov en Melilla y el Mein Kampf se ha convertido en un nuevo best seller en Internet… Felipe González se aburre de ganar dinero y los mendigos nocturnos se hacinan a diez metros del Casino de Colón…Los bucles de la Historia son como los anuncios de SELAE, una mezcla dramática de patetismo e hilaridad que avergüenza nuestra condición humana…

En Burgos a hostia limpia y en Washington palmaditas en la espalda… Los jóvenes sin trabajo han rescatado el cóctel Molotov en Melilla y el Mein Kampf se ha convertido en un nuevo best seller en Internet… Felipe González se aburre de ganar dinero y los mendigos nocturnos se hacinan a diez metros del Casino de Colón…Los bucles de la Historia son como los anuncios de SELAE, una mezcla dramática de patetismo e hilaridad que avergüenza nuestra condición humana…

Los Políticos nos han corrompido a todos. En sus quehaceres de charcutería social nacen las ecuaciones que impregnarán el devenir de nuestras vidas. No hay Dios que se escape de esta mediocridad evolutiva que nos embota la conciencia y nos hace igual de sensibles ante todos los horizontes informativos.Aparentemente, todo es lo mismo. ETA, el Balón de Oro o el hambre en el tercer mundo, se dimensionan en los telediarios con tal exactitud proporcional que asombra y asusta.

Por eso, una razonable higiene mental debe estar precedida por el necesario blindaje de escepticismo. No hay otro camino. Si, por ejemplo, la DGOJ quiere llevar los peligros del Juego a las escuelas, que lo haga… Hoy en día, los niños saben que sus estudios no les van a servir de nada en el mundo real. Jugar al fútbol, militar en un Sindicato o hacerse el tonto en la ONCE, son caminos más productivos y adecuados para este Siglo XXI de mandamases hijos de puta que nos ha tocado vivir.

Asombra que la intelectualidad facial de los futbolistas sea directamente proporcional a la belleza de sus mujeres… o que de la incorruptible austeridad de un Marcelino Camacho se haya pasado a la ingestión de langostinos de oro por boca y culo… De la ONCE, casi es mejor no hablar… ¿ Para qué ?

Pero, ojo, los del Juego no podemos seguir durmiendo en esas pajas… Es peligroso.. Como la Real Academia de la Lengua, debemos limpiar, fijar y dar esplendor a nuestras propias reglas… Que no nos pase como en Italia… y que el Caso de la Máquina 701 del Casino Gran Vía sea sólo una inocente anécdota de incompetencia, sin posibilidad de repetirse…

Tengamos pues la fiesta en paz, enhiesta la lucidez y la mirada atenta…Aunque todo siga igual…