La ONCE sigue perfeccionando el arte de vender bajo el disfraz de la inclusión

La ONCE vuelve a mostrar su cara más comercial con un curso renovado para capacitar a sus empleados de nuevas estrategias para vender más. Pese a que en su discurso predomina la inclusión y el carácter social de la compañía, sus acciones formativas dejan muy claro que el objetivo principal es aumentar la rentabilidad de su negocio, enseñar a sus empleados a qué decir y cómo decirlo para vender aún más.

En el segundo semestre de 2024, la Dirección Comercial de la ONCE culminó una renovación estructural y de contenidos en su programa de formación para mentores. Este curso, orientado a preparar formadores de futuros vendedores, no deja lugar a dudas sobre el enfoque comercial de la entidad. Las sesiones incluyen técnicas de venta cruzada, fidelización y estrategias para maximizar las relaciones con los clientes.

Desde la creación en 2019 de la figura del Mentor ONCE, la organización ha trabajado para que cada nuevo vendedor esté capacitado para maximizar los beneficios de la institución. La actualización de contenidos en este nuevo curso incluye herramientas que van desde técnicas de gestión emocional hasta prácticas en aula para fortalecer habilidades sociales y comunicativas.

El enfoque en “captar, movilizar y hacer reflexionar” a los aspirantes sobre la “actitud comercial imprescindible” parece mostrar que el verdadero objetivo no es otro que convertirlos en máquinas de venta eficientes. Además, las valoraciones obtenidas al final de las sesiones de formación son utilizadas como criterios determinantes para decidir si el aspirante es apto o no, reforzando una lógica empresarial basada en resultados económicos.

La iniciativa de renovar este curso parece que es solo un ejemplo más de cómo siguen priorizando su modelo de negocio sobre los valores que dice defender. La ONCE puede seguir promocionando su imagen de organización solidaria, pero sus acciones, cada vez más orientadas a maximizar ingresos, cuentan otra historia.