La organización se presenta como referente en Juego Responsable, pese a las múltiples denuncias por venta de Rascas a menores y el nulo control en sus puntos de venta
La ONCE parece vanagloriarse de justamente lo que más carece: Controles para los menores
La ONCE ha difundido un extenso y autocomplaciente comunicado en el que se erige, sin rubor, como un “referente nacional e internacional” en la protección de los menores frente al Juego. Una afirmación que sin duda choca de bruces con la realidad que cualquiera puede comprobar a pie de calle: los famosos Rascas de la ONCE pueden comprarse sin ningún control efectivo, incluso por menores de edad.
Mientras la organización se felicita por su “Plan de Actuación de Juego Responsable” y presume de llevar casi dos décadas aplicando medidas para salvaguardar a los colectivos vulnerables, la total falta de control en la venta presencial de productos de la ONCE ha sido criticada incluso en sede parlamentaria. El propio presidente de FEJAR, Enrique Gutiérrez Muélledes, lo dejó claro durante su reciente comparecencia ante la Comisión Mixta para el Estudio de las Adicciones del Congreso de los Diputados: “En los Rascas se disparan los menores de edad”.
Una afirmación de la asociación palmera de la ONCE, que deja más que en evidencia la retórica vacía del comunicado de la organización, que parece más una operación de marketing institucional que un ejercicio real de autocrítica o compromiso.
El texto incluso presume de un “Protocolo de Impacto Social” para evitar que sus productos afecten a colectivos vulnerables. Pero, ¿cómo puede sostener esa afirmación una institución cuyos productos se venden masivamente en plena calle y sin control? La ONCE no solo no es un referente en la protección de los menores, sino que, hoy por hoy, parece ser una de las principales vías de acceso temprano al Juego para muchos adolescentes.
Por supuesto, el comunicado no menciona ni una sola vez la palabra “Rascas”, pese a ser uno de los productos más famosos de su catálogo. La ONCE pide “responsabilidad colectiva”, pero parece olvidar que esa responsabilidad empieza por no mirar hacia otro lado.
Si la ONCE quiere de verdad ser parte de la solución, lo primero que debe hacer es dejar de fingir que no forma parte del problema.
Ofrecemos a continuación, el comunicado íntegro de la ONCE, para que nuestros lectores juzguen por sí mismos:
Protegiendo a los menores
La protección de los menores se ha consolidado como uno de los elementos estratégicos en el Plan de Actuación de Juego Responsable de la ONCE para 2025, proponiendo un conjunto de medidas orientadas a profundizar en una línea estratégica que se viene ejecutando desde hace muchos años y que permite calificar a nuestra Institución como un referente nacional e internacional también en estas políticas.
Desde que se empezaron a tener en cuenta, y por tanto a llevar a cabo, políticas de Juego Responsable por parte de la ONCE, hace casi ya dos décadas, nuestra Institución siempre ha considerado que la promoción de un juego seguro, responsable y saludable basado en la diversión debía desarrollarse al margen de los colectivos vulnerables, destacando por encima de todos el de los menores de edad.
En este sentido, se han venido aplicando múltiples acciones y medidas tendentes a proteger a los menores en las diferentes fases y en los distintos planos en los que el Juego Responsable encuentra su expresión. Desde el diseño de todos los productos que se comercializan, el canal de juego por Internet conocido como JuegosONCE, las comunicaciones comerciales, la cooperación con los prestadores de servicios de tratamiento, la información e instrucción del jugador, la investigación científica y el conjunto de las acciones formativas dirigidas tanto al personal no vendedor como al personal vendedor en todos los canales, siempre se ha tenido en cuenta esa especial protección del colectivo de menores.
Pero además, desde un planteamiento de liderazgo social, conscientes de la creciente sensibilidad que en la sociedad está teniendo la protección de determinados colectivos respecto a conductas y comportamientos que están surgiendo al compás de los constantes cambios, la irrupción de las nuevas tecnologías, así como de otros factores, una vez más la ONCE se ha adelantado y el pasado año 2024 se aprobó por parte del Consejo General un “Plan especial de extensión de la protección de menores de edad en materia de juego responsable”, lo que indica la relevancia del desafío que se está abordando.
Las medidas aprobadas en el citado Plan han sido incorporadas al Plan de Juego Responsable para el presente ejercicio, de manera que además de las que ya se venían realizando, se incluyen cuarenta nuevas medidas que se articulan en los diferentes apartados o capítulos en los que se estructura el Plan anual de Juego Responsable.
Estas medidas han venido para quedarse, desarrollarse y extender la protección al colectivo de menores, amplificando la acción global de la ONCE en el ámbito del Juego Responsable, poniendo el foco a su vez en esta especial protección demandada por la sociedad.
Sin pretender resultar exhaustivos y por supuesto ante la imposibilidad de desgranar todas ellas en este artículo, te contamos a modo de ejemplo, algunas de las que ya se están poniendo en marcha:
- Llevar a cabo encuestas para evaluar el conocimiento y la concienciación en todos los canales presenciales de la ONCE, tanto en el Canal Principal, como en el CFC.
• Ampliar la muestra de puntos de venta en los que se comprueba la verificación de la edad del cliente, cuando se realizan las auditorías externas de alineamiento en los canales presenciales de venta.
• Reforzar en todas las acciones formativas, internas y externas los contenidos relativos a la necesidad de la protección de los menores, despejando cualquier duda sobre las prohibiciones y limitaciones existentes.
• Promover la implementación de los medios técnicos necesarios para permitir que los TPV del Canal Principal puedan comprobar la edad del comprador cuando se susciten dudas acerca de su edad.
• Reforzar mediante la aplicación de un Protocolo de Impacto Social, la fase relativa al diseño de los productos de lotería que se van a comercializar, previniendo que no van a generar impacto social sobre colectivos vulnerables y en particular sobre los menores.
• Implantar y extender los nuevos Códigos de Conducta en materia de Juego Responsable y Seguridad a todos los trabajadores, dado que en los mismos asume mayor protagonismo y relevancia la protección de los menores.
• Promover la realización de estudios, trabajos y análisis científicos orientados a prevenir el juego y su impacto en los menores, así como a fomentar el juego como una actividad segura y saludable en los mayores de edad.
• Favorecer el diálogo y la relación tanto con instituciones públicas y privadas, como con las familias, para promover líneas de trabajo compartidas que vayan dirigidas a la protección de los menores respecto al juego.
Se podría continuar enumerando más y más medidas, pero ello no resultaría práctico y desviaría el foco de este boletín, por lo que lo más importante es tener claro y asumir la responsabilidad colectiva, de que el Juego Responsable es cosa de todos y que la protección de los menores es uno de los objetivos estratégicos clave para nuestra Institución.
Comunicado ONCE
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