Y es que no podemos olvidar que los Rascas y la Lotería Nacional son los juegos preferidos por los menores según el Ministerio de Sanidad, los cuales, lógicamente tienen prohibido jugar

La Once parece que se centra más en la calidad técnica de sus Rascas que en la seguridad de los grupos vulnerables

AZARplus

La ONCE  ha señalado recientemente en un comunicado los distintos controles de calidad y seguridad que tienen que pasar sus boletos, no vaya a ser que haya alguna manera de poder ver el resultado del mismo sin haberlo rascado…

Según comentan desde la Organización, los fabricantes de estos boletos “están capacitados para superar con éxito los estrictos controles de calidad e integridad de datos a los que son sometidos los productos que fabrican, de superar las pruebas de calidad, inviolabilidad y envejecimiento en un laboratorio de prestigio, así como de superar los controles realizados por una Auditora Externa, en la planta de fabricación, y por el mismo laboratorio interno del proveedor seleccionado”… Y no sólo eso, sino que existen un total de cuatro grupos de pruebas para comprobar la calidad, fiabilidad y seguridad de los Rascas…

Un trabajo meticuloso el que dedica la Once para evitar que puedan ser estafados, básicamente, porque nadie quiere que exista un fleco en su sistema. Un sinfín de controles que ya nos gustaría que pasaran también para evitar que los menores y autoprohibidos puedan comprar sus famosos Rascas, pero para eso parece que no pierden tanto el tiempo con pruebas y controles… ¡No vaya a ser que bajen sus ventas!

La calidad del producto es algo necesario y perentorio en toda empresa (y no olvidemos que la Once es justo eso, una empresa), pero cuando uno se jacta de ser una lotería social, y no se tiene ningún tipo de control para proteger a los grupos vulnerables, existiendo pruebas de que menores de toda España compran su producto, lo menos que se puede hacer es invertir primero en ese tipo de control, y no tanto de su producto… Que se centren en lo importante, y luego pasen a otros puntos, y si no lo hacen, al menos no se jacten de sus “amplios controles de calidad”, por favor…

Ofrecemos a continuación el comunicado de la Once, para que, como siempre, sean nuestros lectores los que juzguen por sí mismos…

Lotería Instantánea: comprobaciones realizadas que aseguran la calidad y seguridad de los boletos

Desde que la ONCE inició su comercialización en el año 2006, la Lotería Instantánea es uno de nuestros juegos más llamativos y modernos. Gracias a él se permite mantener una imagen actualizada de nuestra cartera de productos, a la par que llamativa. En su versión física, recordemos que hay una versión electrónica en nuestra web, se requiere que el producto se comercialice bajo unos parámetros de seguridad y calidad, que aunque todo el mundo supone deben existir y estar regulados, los usuarios realmente no conocen en qué consiste esa regulación y puede que siempre quede la duda sobre, ¿qué procesos de comprobación se realizan para asegurar que nuestros boletos físicos de Lotería Instantánea, cumplen con los requisitos exigidos para este tipo de productos en materia de calidad y seguridad?

Como se comentaba en artículos anteriores, cuando en mayo del 2006 la ONCE inició la comercialización del primer producto de Lotería Instantánea “Rasca y Gana de la ONCE”, se cumplía todo un hito para la Organización, en el que se depositaba mucha ilusión y muchas esperanzas, a la par que un gran esfuerzo y trabajo. Parte de ese esfuerzo y trabajo se dedicaba a unas tareas, que todo el mundo supone se realizan, pero de las que realmente nadie conoce la trascendencia, complejidad y alcance.

Como ya conocemos, la Lotería Instantánea consiste en boletos pre-sorteados con la posibilidad de obtención de un premio previamente determinado, conforme al programa de premios establecido, el cual está definido o representado gráficamente en el boleto adquirido por el cliente, que es invisible hasta que se proceda a su rascado, mediante el raspado de la capa de látex que cubre el área de juego de dicho boleto.

¡Qué fácil rascar y ganar! Pero seguro que todos, en alguna ocasión, hemos pensado que esa capa de látex que cubre los premios se puede eliminar y/o sustituir sin que se perciba por parte del cliente, o se puede ver la parte oculta por la misma por medio de potentes lámparas de luz o de Rayos X o microscopios. Muy simple sería entonces poder descubrir los premios y por tanto dar al traste con la fiabilidad de un juego tan extendido mundialmente como es la Lotería Instantánea.

En garantía del cumplimiento de los estándares de calidad y seguridad requeridos por la Asociación Mundial de Loterías (WLA) y norma ISO 27001 de entidades externas homologadas en certificaciones de calidad, la Dirección  de Operaciones de Juego selecciona a nivel mundial los mejores fabricantes de este tipo de productos. Estos fabricantes están capacitados para superar con éxito los estrictos controles de calidad e integridad de datos a los que son sometidos los productos que fabrican, de superar las pruebas de calidad, inviolabilidad y envejecimiento en un laboratorio de prestigio, así como de superar los controles realizados por una Auditora Externa, en la planta de fabricación, y por el mismo laboratorio interno del proveedor seleccionado. Por ello, en cada pedido de un juego de lotería Instantánea, se solicita al fabricante libros para pruebas, producidos con la misma metodología que los reales, igualando su calidad, siendo recibidos antes de la llegada del total de la producción solicitada

A la recepción de los libros de prueba, estos son enviados al laboratorio de la empresa certificadora autorizada Eurofins, para la realización de las pruebas que a continuación se detallan, según los estándares de calidad definidos, generando un informe en el que se garantiza la calidad e inviolabilidad de los boletos antes del inicio de su comercialización.

Pruebas que se realizan para garantizar los estándares de calidad

Hay un primer grupo de pruebas que se encarga de la verificación de las especificaciones físicas de calidad de los boletos. En esta prueba se analiza que los boletos describen el tipo de juego, precio e instrucciones definidas para dicho juego. Igualmente se comprueba que se cumplen las especificaciones respecto al tamaño, diseño del anverso y reverso, del texto y de la marca táctil. También se verifica la correcta ubicación de la información presente en el boleto, de la numeración y de los códigos de barras. Finalmente, este apartado de pruebas se completa con el examen de las características de impresión y de las perforaciones que separan los boletos dentro de un libro.

En un segundo grupo de pruebas, se realiza un análisis meticuloso de los materiales utilizados en la impresión. En este apartado se realizan mediciones del grosor de los boletos y del grosor de la capa protectora de látex que hay que rascar. También se realizan unas pruebas físicas con el objeto de comprobar que las diferentes capas de papel no se separan unas de otras y se comprueba también la durabilidad y resistencia de las tintas utilizadas en la impresión. Finalmente, este apartado se completa con un examen visual de los boletos.

En un tercer grupo de pruebas se comprueba el comportamiento de los boletos en diferentes condiciones ambientales, sometiendo los mismos durante horas a diferentes temperaturas y a diferentes grados de humedad en cámaras climáticas, frigoríficas y estufas. También se comprueba la resistencia de los boletos. Posteriormente a estas pruebas, se valora el estado en el que queda el boleto en cuanto a su decoloración, deformación e integridad del papel.

En el cuarto grupo de pruebas se comprueba la inviolabilidad de la información oculta tras la capa de látex que hay que rascar. Se realizan exámenes de Rayos X, bajo el microscópio, con luz polarizada, por partículas magnéticas, electroestático, y un examen mecánico para comprobar la dureza de la adherencia del látex y la separación del recubrimiento. Pero también hay un examen químico y otro químico-térmico, que compueban el comportamiento del látex con diversos disolventes, seguidos de un examen de separación del recubrimiento por calentamiento, para asegurarse que no se separa el protector al aplicarle determinados grados de calor. Se finaliza con un examen de posibles alteraciones de los símbolos de juego.

El último grupo de pruebas está enfocado a comprobar la resistencia al envejecimiento (según norma UNE-EN ISO 4892/2), provocado por el envejecimiento a la intemperie, pero inducido y acelerado artificialmente.

Después de todas estas pruebas, podemos estar seguros que todos los productos saldrán al mercado en perfectas condiciones para su comercialización y ahora ya solo queda desear una ¡Feliz Venta! a nuestros vendedores y ¡mucha suerte a nuestros clientes!

Comunicado ONCE

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