La ONCE “da boleto” a sus trabajadores para suplirles por robots

La ONCE siempre ha sacado pecho al considerarse una empresa social, dedicada por y para sus trabajadores y las personas con discapacidad. Es por eso que chirría, y mucho, cuando también se jacta de ser un “referente tecnológico”, al contar con 46 robots y 400 automatismos para imprimir más rápido sus adictivos rascas… Y dejando de lado a sus trabajadores por el camino.

La compañía (porque no olvidemos que es una compañía), tiene como meta última vender, y si para ello tiene que deshacerse de sus trabajadores y comprar 24 nuevos robots Motoman de Yaskawa, como ha hecho ahora, pues se hace. El propio Francisco Martínez Palao, Director de Operaciones y Logística, señala que “contar con la mayor red de ventas nos obliga a estar en la vanguardia tecnológica en procesos de producción, que es en lo que hemos convertido este centro”.

Los trabajadores de la ONCE ya no son tan indispensables, y su utilidad parece que se relega a la de “centinelas de la ilusión”, con las consagradas injusticias e irregularidades manifiestas que esto conlleva, como ya han denunciado los propios trabajadores en no pocas ocasiones. “La ONCE ha ido amortizando por jubilaciones los antiguos puestos de trabajo que existían en este centro y se han ido ocupando, en la medida que hemos necesitado, por personal con conocimientos de robótica, que era lo que necesitábamos”, comenta Daniel del Pozo, responsable de la Unidad Logística del CLP.

VER AZARplus 29/07/24.- La Justicia asturiana corrobora las malas condiciones laborales de la ONCE