Con lluvia, frío, nieve… Lo que importa es vender a pie de calle, y si enfermas, ¿la culpa es del vendedor? La sentencia subraya que cuando una enfermedad se agrava por el entorno laboral, se considera accidente de trabajo
La Justicia asturiana corrobora las malas condiciones laborales de la ONCE
No son pocos los trabajadores de la ONCE que denuncian día sí y día también las pobres condiciones laborales que ofrecen, cuando se jactan de ser una empresa de carácter social. El estado de salud de un buen porcentaje de sus empleados es delicado y, pese a que debería ser diametralmente opuesto, la compañía parece no ayudar en lo más mínimo. Esto mismo denunciaba uno de sus trabajadores, y la propia justicia le ha dado la razón, evidenciando la realidad “social” de la ONCE.
El Juzgado de lo Social n.º 4 de Gijón ha dictaminado recientemente que la Organización no garantizó de manera adecuada la salud de un trabajador, según la denuncia presentada por un vendedor asturiano, respaldado por los servicios jurídicos de CCOO.
La demanda subraya que no sólo los accidentes evidentes como caídas o atropellos en horario laboral pueden considerarse accidentes de trabajo. Cualquier patología o dolencia que se agrave debido a la actividad laboral también debe ser reconocida como tal. En este caso, se evidenció que las medidas preventivas adoptadas por la ONCE fueron insuficientes para proteger la salud del empleado, especialmente ante condiciones climáticas adversas que empeoraron una enfermedad preexistente del trabajador. Pero para la ONCE, que tengas una salud delicada no parece importarle, lo que importa es vender en la calle, haga frío, llueva o nieve. Todo con tal de llegar a objetivos.
La sentencia subraya que cuando una enfermedad se agrava por el entorno laboral, se considera accidente de trabajo, lo que obliga a las mutuas a proporcionar la atención adecuada y a gestionar las bajas médicas correspondientes como tales.
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