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“La relación entre los subsectores del mundo de la hostelería: Distribución de bebidas, empresas operadoras de máquinas recreativas, Canal HORECA, Inmobiliario, etc”, fue uno de los temas abordados en la jornada de SOS Hostelería sobre el impacto de la Ley valenciana

La aportación de la Máquina B, vital para toda la cadena de valor de Hostelería

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Moderó Fidel Molina quien preguntó cuál era la situación actual de los bares.

Bernardo M.Perez, Director Ejecutivo de ADISLEV (Asociación de Empresas de Distribución a HORECA -Hoteles, Restaurantes y Cafeterías-) resaltó la importancia del sector con 314.000 locales de hostelería en España  de los cuales el 60% son bares. “Éramos un país de bares pero ha habido un descenso del número de locales. En 2018 desaparecieron 1.300. Es un sector con dificultades”, declaró. ADISLEV, como parte de la cadena de valor de hostelería, apoya a SOS y se muestra contraria a una Ley “que resta ingresos como es la valenciana”. Ahora más que nunca se requiere sumar efectivos pues se estima que la pandemia provocará el cierre del 20% de bares en España.

Francisco Guillen, propietario del Bar Torero del barrio valenciano de San Marcelino, destacó la importancia de la máquina B en la cuenta de resultados del negocio. “Si me quitan 800 ó 900 euros, ¿qué hago con eso?. La faena está por los suelos y de seguir así habrán muchos cierres”, manifestó. Guillen dibujó un panorama que no invita al optimismo pues “todo son gastos y mantener un negocio como el nuestro es complicado”. Defendió a su cliente pues “no es un ludópata” sino alguien que juega con el sobrante del pago de la consumición.

Serafín Portas, presidente de la asociación gallega AGEO, lamentó que no hubiera más público en la sala porque “estamos en un momento importantísimo y el que no piense que esto se puede extender al resto de España está equivocado”. Portas criticó la falta de sensibilidad de la Administración valenciana con el sector, dejando a los bares sin una parte importante para costear la luz, el alquiler, … “Tenemos que dar la vuelta a esto y que en las demás CCAA se reflexione”. Deseó que en Galicia se siguiera aplicando “el sentido común y el respeto por el sector” y rechazó rotundamente el mando de activación de las máquinas. Además fue claro al señalar el trato de favor a los juegos públicos. “Que vayan de frente y digan que priorizan los juegos de SELAE y ONCE”.

Julio Lacruz, representante de la asociación valenciana ASVOMAR, empezó su intervención enorgulleciéndose por ser operador. También anticipó la desaparición de muchos bares y por eso exhortó a la “defensa jurídica y a todos los niveles”. Lacruz considera que el Botànic “se quiere cargar el sector sin ninguna justificación” y habló del juego como entretenimiento y no como una ludopatía que es una realidad inventada por el Gobierno autonómico. “Somos los primeros que impedimos el juego de menores”, dijo.

Fidel Molina alertó del juego más peligroso que existe en este momento para la juventud. Es El Rasca de la ONCE. A un comentario sobre un aplazamiento general del pago de las tasas como “acto de rebeldía” ante la nefasta Ley del juego, Molina hizo una llamada a la calma y el compromiso social. “Estamos en un momento delicado y debemos ayudar a la gente a salir de esta situación. Y no pagar los tributos no ayuda. Por encima de nosotros está la situación de la gente”.

José Vall, presidente de ANESAR, también echó de menos la presencia de más público y sobre todo del resto de Asociaciones Valencianas. “Lo que más pena me da es que parece que solo los que estamos aquí nos estamos dando cuenta de lo que está pasando. Vamos a desaparecer si no hacemos nada”. Vall dijo que la hostelería era muy importante para la sociedad en parte gracias a las máquinas B.

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