Presentamos los puntos más relevantes de la soberbia ponencia del doctor Yañez durante la presentación de la nueva edición del libro Juego y Sociedad, incluyéndola además a disposición de todos nuestros lectores en formato PDF
José Antonio Gómez Yáñez: “El Juego es una actividad completamente normal, y todo el mundo está en su derecho a practicarlo”
Como no podía ser de otra manera desde hace ya doce años, el doctor en sociología, profesor de Sociología y miembro del Instituto de Política y Gobernanza de la Universidad Carlos III José Antonio Gómez Yáñez y el abogado y fundador del Centro del Estudios de Políticas y Legislación del Juego Carlos Lalanda presentaron una nueva edición de su aclamado informe sobre el nuestra actividad, el libro Juego y Sociedad, en la sede de la Universidad Carlos III, ante la atenta mirada de los medios, tanto generalistas como especializados, y en la cual el doctor Gómez Yañez expuso, con la brillantez que le corresponde, los datos más sustanciales de este extenso estudio, el cual nuestros lectores podrán descargarse al final de este artículo.
Yañez comenzó su disertación de forma directa, señalando que el ocio en España a lo largo del 2020 se ha visto sometido a severas restricciones, y consecuencia de ello ha disminuido, como así lo ha hecho la asistencia a locales de Juego, algo que ha influenciado enormemente al Sector. No en vano esta edición de Juego y Sociedad es prácticamente una crónica en cifras del impacto de la pandemia en el comportamiento de los jugadores.
El recuerdo de haber jugado a algún tipo de juego durante el 2020 descendió un 4% en comparación con el 2019, situándose así en el 80,4%; una cifra que se asemeja a la acaecida en el 2013, con un 80,3%.
Son muy llamativas las cifras según el tipo de juego, pues Gómez Yañez, como es habitual, los divide en dos tipos:
- Los juegos de suerte/ilusión (Loterías, primitivas, quinielas, cupones, etc)
- Los juegos de entretenimiento (Casinos, Bingos, Salones, Apuestas, Máquinas tipo B)
En lo que al primer grupo se refiere, Gómez Yañez señala un curioso dato, pues el número de clientes se ha mantenido, pero las cantidades jugadas se han reducido en un 20%. El único juego que ha visto reducido el número de clientes ha sido el Gordo de Navidad, y Yañez apuntaba una posible explicación: al descender la interacción social debido al confinamiento y a las restricciones, bajan las ventas, pues hay gente que compra por presión social, por lo que al verse reducida esa característica, se redujeron a su vez las ventas.
En cuanto al segundo grupo, los juegos de entretenimiento han sido los más afectados por la COVID-19, pues han visto reducida la cantidad de clientes, junto a las cantidades jugadas.
Unas cifras que lógicamente se han visto afectadas por la pandemia, debido al cierre de las salas de Juego en todas sus vertientes, lo que causó un descenso en el número de clientes de cerca del 50%, pasando de los 6,5 millones de jugadores en el 2019, a 3,8 millones en 2020. Los locales de Juego sufrieron cierres a lo largo de este año o restricciones de entrada cuanto menos, mientras que en hostelería los clientes se vieron alejados de las máquinas recreativas.
Cabe señalar que a pesar del descenso del número de clientes, se produjo una estabilidad muy llamativa en sus perfiles. Es decir, aunque hubo menos jugadores, el perfil del jugador no ha sufrido variaciones:
- El perfil del jugador de Casino es mayoritariamente masculino, de hasta 55 años, con un estatus social alto/medio alto y pese a existir clientes estables, la mayoría son inestables, van sólo de vez en cuando.
- En los Bingos la presencia en las salas es madura, suelen visitar con regularidad los jugadores mayores de 45 años. Es un juego de socialización, lo juegan sobre todo personas de estatus medio/alto y a día de hoy aún existe un problema para fijar como clientes a los menores de 45.
- En los Salones de Juego el perfil suele incluir a clientes menores de 35 años y de un estatus social medio/alto
- Dentro de las apuestas el perfil más atrayente es el de aficionados a los deportes menores de 45 años y con un estatus social medio/alto.
- Las Máquinas Recreativas tienen un perfil de jugador con una elevada tasa de olvido: sólo el 3,8% recuerda haber echado monedas. El “alejamiento” de los clientes de bares de las máquinas (terrazas) ha impactado seriamente sobre este sector del juego.
Todos ellos han visto reducida la cantidad jugada, a excepción de las apuestas, que se mantuvo en el 2020.
Gómez Yañez señala que en los juegos de ilusión como SELAE o la ONCE se produjo un hecho realmente sorprendente, y es que prácticamente repiten los datos obtenidos en el 2019, a excepción, como hemos comentado, del Gordo de Navidad, que vio reducida su recaudación en más de un millón de euros.
Los perfiles de los clientes de estos juegos también se mantienen, siendo estos:
- En Lotería de Navidad suelen ser personas mayores de 35 años, y debido a las fechas y a la ya mencionada presión social suelen participar hogares con problemas económicos, ante la esperanza de por un precio reducido, obtener un sustantivo premio.
- En la Lotería del Niño, se incluye el mismo perfil que en la Navidad, únicamente que esta se juega como una segunda oportunidad.
- La Lotería Semanal constituye un producto “nicho”, como lo considera Yañez, para los aficionados a la lotería. Suelen ser mayores de 35 años y de todos los estatus sociales.
- Cabe destacar los Rascas de la Once, con casi el 10% de los residentes en España. El 20% de los que tienen entre 18 y 35 años juegan a esta modalidad, siendo el juego con mayor aceptación entre los jóvenes.
Gómez Yañez puntualiza que las personas que viven en hogares con problemas económicos, a lo que realmente juegan es a la Lotería de Navidad, las primitivas, las quinielas y los cupones de la ONCE. Esto se debe a lo anteriormente comentado: la posibilidad de que con un importe reducido, pueden obtener una gran ganancia, mientras que este perfil de jugador no es común en los juegos de entretenimiento.
El descenso de las ventas en los juegos de SELAE y la ONCE se sitúa en un 20% menos que el 2019.
Juego Online
Por otra parte el Juego Online se mantuvo estable durante el año, llegando a alcanzar 1.5 millones de usuarios. Lo curioso de este dato, como remarcaba Yañez, fue que la cifra no fuera mayor durante este año, como apuntaban las previsiones al respecto, pues el Juego Online podía haberse beneficiado de la situación que provocó el COVID-19, pero según indica este estudio, durante el confinamiento no sólo no hubo una explosión al alza sino que ocurrió lo contrario.
Otro dato significativo es que el juego online genera poca costumbre: el 50% de las personas que jugaron durante el 2020 lo hicieron durante menos de 3 meses. Esto se traduce en que la mitad de aquellos que jugaron online, lo hicieron menos de 3 veces al año.
Unas 300.000 personas juegan habitualmente de forma online en España, lo que se traduce en un 0.9% de la población entre los 18 y 75 años. Este dato indica que la inversión publicitaria del Juego Online no ha generado un aumento del número de clientes, pero sí que se ha estabilizado.
El 20% de los jugadores online, consiguen hacerlo generando ganancias, un 5% salen sin ganancias (Gómez Yáñez apunta que esto se puede deber a los beneficios de los bonos de los Operadores), y un 40% pierden entre 1 y 100 euros. Además, el 57% del total de jugadores gana o pierde menos de 10 euros al mes.
Gómez Yáñez señala que existe un 5% de personas que se gastan más de 3.000 euros. La opinión para el sociólogo es que se trata de personas con un elevadísimo poder adquisitivo, y que por tanto barajan cifras mucho más altas, puesto que no les va a suponer ningún tipo de problema económico.
El Juego Problemático
Este se mide a través de encuestas con muestras representativas del total de la población adulta. Se mide con dos tipos de cuestionarios estandarizados. En esta investigación se utilizaron ambos, que siempre dan resultados muy similares. En España cuentan con datos desde 1990 hasta junio del 2021, y que gracias a ellos se arrojan unos resultados muy relevantes que ayudan a abordar esta cuestión desde una visión más que razonable.
“El trastorno del Juego es un problema diagnosticado médicamente que en España gestionan los servicios de Sanidad y las Comunidades Autónomas. Tenemos datos que las Comunidades Autónomas transmiten con cierta regularidad al Ministerio de Sanidad”, indica Yáñez.
Los datos indican que desde 1990 la tasa de juego problemático de la sociedad española está descendiendo. De hecho, desde el 2007 se sitúa en el 0,2%.
Hay varias Comunidades que han hecho estudios propios en paralelo a los nuestros que reflejan estas mismas cifras. Incluso en Asturias se hizo un estudio en el 2019 que reflejó un 0,0%.
En 2020 se hicieron dos estudios de los más de 30 realizados en los últimos años. Uno perteneciente a José Antonio Yáñez y Carlos Lalanda para este informe y otro desde el País Vasco encargado por el Observatorio Vasco del Juego. Ambos tuvieron como resultado un 0,2%. Desde hace ya varios años, España está sistemáticamente entre los cinco países con menor tasa de juego problemático de Europa, de hecho sólo superados por Dinamarca. “Estamos a la altura de Dinamarca, Suecia, Alemania, Inglaterra, Francia o Finlandia”.
Los datos del trastorno del juego diagnosticado del 2014 al 2018 reflejan que el número de casos está creciendo. Pero los datos con personas con trastorno del juego se mantiene se mantiene en el filo de los 7.000 casos. Datos que recalca Gómez Yáñez que provienen de las Comunidades Autónomas y que son oficiales.
Este año se ha incluido en el informe una revisión bibliográfica sobre estudios de personas que tienen diagnosticado un problema de trastorno del juego. Lo que recogen todos los estudios por unanimidad absoluta es que todos tienen antecedentes familiares de ansiedad o depresión, en gran cantidad de ocasiones diagnosticados. A su vez los propios afectados tienen este tipo de enfermedades mentales también diagnosticadas, problemas de control de impulsos o trastornos obsesivos (aversión al esfuerzo y la rutina, impulsividad, optimismo irracional, etc). De estos casos, tan sólo el 15% tiene un trastorno únicamente asociado al Juego.
Estos datos, en opinión del sociólogo “deberían reconducir las políticas públicas sobre el Juego más bien a la detección precoz de estos problemas. No tratarlos en medio de una gran masa de gente haciendo campañas. La metodología indicada para analizar debería ser más cualitativa”.
Los clientes de juego, como apunta Gómez Yáñez, de ninguna manera comparten estas características. Son 6,5 millones de personas que van a Salones, Casinos, Bingos, Casas de Apuestas o Máquinas Recreativas que dedican su tiempo de ocio a este tipo de entretenimiento, uno como cualquier otro. “Es una actividad completamente normal, y tienen su derecho a practicarlo”.
Incertidumbres
Cabe destacar que existen incertidumbres en el sector sobre el futuro (como la puesta en marcha de una economía “parada o al ralentí” durante meses, o una nueva cepa del virus que vuelva a poner en marcha restricciones anteriores) pero estas son las comunes a todos los sectores. El juego es un gasto “prescindible”, sale de las crisis más tarde que el resto de la economía, pero en fases expansivas su crecimiento es mayor, como ocurre con todos los sectores del ocio.
A continuación incluimos para todos nuestros lectores el video de tan excelsa presentación, a través de CEJUEGO:
PRESENTACIÓN JUEGO Y SOCIEDAD 2021 https://t.co/wmjq9lZTqh
— CEJUEGO (@CeJuego) September 29, 2021
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