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El autor de la XIII edición del libro Juego y Sociedad y de la XI edición del Anuario del Juego de CEJUEGO arrojaba sorprendentes y reveladores datos sobre el Juego durante su sobresaliente presentación

José Antonio Gómez Yáñez: “Durante 2021 el único Operador que creció fue la ONCE, especialmente sus Loterías Instantáneas”

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José Antonio Gómez Yáñez, doctor en sociología y profesor asociado de la Universidad Carlos III de Madrid y autor de esta XIII edición del libro Juego y Sociedad, así como la XI edición del Anuario del Juego de CEJUEGO, era el encargado de presentar este importante estudio en la Sede de la CEOE.

Gómez Yáñez iniciaba su magistral intervención manifestando que el Juego es “una de las actividades de ocio preferidas por los españoles”, no en vano en un año normal “más de 6,5 millones de personas juegan por entretenimiento, acudiendo a salas de Bingo, Casinos, salones de Juego, etc, por lo que es una actividad muy normal entre los españoles”.

Por otro lado, los “juegos de suerte” o loterías atraen a casi 30 millones de personas, siendo juegos “que no entretienen, sino que son simplemente juegos de ilusión, compras un boleto y esperas que sea el acertado”.

El Juego es una actividad muy sensible a las crisis económicas. “Es evidente que el Juego, en el orden de prioridades y de gasto de una familia es posiblemente la última o la penúltima, es un gasto del que se puede prescindir sin demasiado problema”.

Gómez Yáñez mostraba de esta manera la evolución que ha tenido el Juego, diferenciando cuatro etapas muy marcadas: “Una fase de caída, con la crisis económica iniciada en 2008 hasta 2013, una recuperación parcial, entre 2015 y 2019, una caída en 2020 como todos sabemos debido a la epidemia, y desde 2021 vuelve a sucederse una recuperación parcial, pues el Juego no ha vuelto a los niveles de participación que había antes”.

En España existen dos grandes bloques de Juego, como son el Juego de entretenimiento, como casinos, salones, bingos o máquinas, “el cual ha tenido una recuperación todavía parcial, del orden de casi un 20% de descenso en relación con 2019, y en términos de participación alrededor del 10%”. Gómez Yáñez señalaba que ha existido “mucha cautela” por parte de la población de entrar en locales cerrados. “Esto se nota mucho en hostelería, donde se puede observar la barra prácticamente vacía, mientras la terraza está completa”.

En los juegos de suerte, pertenecientes a SELAE y la ONCE, han recuperado prácticamente el volumen de participación, “pero están ligeramente por debajo en términos de cantidades”. Por otro lado la Quiniela sigue su descenso en picado, y no parece tener una solución a largo plazo.

Según se puede observar en las tablas presentadas por Gómez Yáñez, todos los juegos de entretenimiento tienen una gran bajada durante el 2020 y una recuperación parcial en 2021. “Todos menos en las apuestas, que han conseguido retornar a su nivel previo a la pandemia”. Como punto más llamativo, se puede apreciar que el descenso de la asistencia a establecimientos de Juego se ha traducido en un preocupante incremento del Juego ilegal. “Estuvieron manteniéndose alrededor del 2/2,5%, y de pronto han saltado a casi el 4%”.

Un dato importante es que aunque haya habido una reducción de las personas que juegan, lo cierto es que el perfil de los clientes sigue siendo distinto, y se ha mantenido. Cada juego tiene sus motivaciones y sus clientes. Los motivos son distintos, y sus clientes también. “Tiene poco que ver el cliente que juega en hostelería con un cliente de un casino o un salón de Juego”.

En relación a estos clientes, Gómez Yáñez declara que se han comportado durante la pandemia y ahora en la recuperación igual que en cualquier otro sector económico. “Podemos decir que sus patrones se están repitiendo y se van a repetir a lo largo de este año, según indican nuestros datos”.

En el Juego Presencial de suerte, organizados por el Estado,  se observa que hay “muchas más personas que juegan a estos juegos, prácticamente el 80% de los españoles juegan a algún tipo de lotería”, una participación en la que tiene mucho que ver la complicidad social, así como “resortes emocionales”, algo que ocurre con la Lotería de Navidad.

Un dato muy relevante sobre lo ocurrido durante la pandemia, y observado durante el 2021 es que el único operador que ha crecido es la ONCE, “especialmente ha crecido por sus loterías instantáneas. Este es juego más utilizado por los jóvenes, un dato importante, sobre todo para que lo tengan claro quienes deberían tenerlo claro, y que a veces tratan de imponer una cierta visión acerca del bien o el mal”.

Una lotería instantánea como son los rascas, que “en el fondo es como una máquina; Compras lotería, rascas y sale directamente el premio”. Yáñez recalca que este es el juego que más ha crecido “no sólo en volumen de juego sino en personas: El 12,4% de entre las personas entre 18 y 65 años afirman que han jugado a la lotería instantánea del la ONCE”.

Un juego que en opinión del doctor en Sociología “no tiene remedio” es la Quiniela, que sigue descendiendo, pero afirma que “no está descendiendo por las apuestas, son dos juegos completamente distintos; La Quiniela fue siempre un juego de entretenimiento para aficionados al fútbol relativamente maduros, asociado a la radio siguiendo todos los partidos. La culpa de este descenso la tienen los derechos de imagen de los grandes equipos. Lo que transfería la Quiniela era insignificante con la inmensa cantidad de millones que transfieren con los derechos de imagen. La jornada de fútbol es hoy por hoy totalmente irregular, imposible de seguir”.

Es relevante recalcar que los juegos de suerte han recuperado la cantidad de personas que jugaban durante 2021: “Por primera vez la Lotería de Navidad descendió en 2020, algo que atribuyo a que se rompieron relaciones sociales al no poder verse tanto”. Los juegos de la ONCE son básicamente los que mejor se han recuperado, llegando a crecer incluso, como hemos señalado, en el caso de los Rascas. Los grandes juegos de la ONCE, como sus sorteos extraordinarios, y los de SELAE, como sus primitivas o el Sorteo de Navidad, “son los únicos juegos a los que juegan las personas que residen en hogares con problemas económicos. Es falso que quienes tienen problemas económicos juegan por entretenimiento, mientras que jugar a juegos que sí pueden hacer que cambie tu situación económica, hace que sí que estén dispuestos a jugar a estos”.

En todo caso, Gómez Yáñez afirma que “tampoco es una voz de alarma”, porque como relataba a continuación, “quien tiene problemas económicos sabe perfectamente que tiene que controlar sus gastos”.

En lo que respecta al Juego online, pese a manifestarse hace tiempo que debido a la pandemia habría una explosión de este juego, el doctor en Sociología señalaba que no lo ha habido. “quienes juegan online siguen siendo prácticamente los mismos que durante 2019”, aunque afirma que “434.000 personas juegan todos los meses, lo que representa el 1,1% de la población entre 18 y 65 años. Me cuesta pensar que con este dato estamos ante una “plaga” del Juego online”. Estos jugadores además “controlan sus gastos, y lo hacen muy bien”, añadiendo que el 20% de los usuarios ganan jugando online, “un buen indicador de que los que juegan de manera remota saben controlar su dinero. En general los que juegan por entretenimiento saben controlarlo”.

El perfil sociológico de estos jugadores es “muy estable, cada cliente de juego practica aquel que le apetece y hay una gran homogeneidad. Cada uno tiene su mercado”, siendo los menores de 45 los que más juegan.

Otro dato relevante en relación al Juego online, es que casi la mitad de los que lo practican “juegan de una manera muy irregular”, jugando menos de seis veces al año. “Se juega muy de vez en cuando”.

En orden del 60% juega menos de 100 euros al año, “es decir, el gasto de cualquier afición”, y sólo un fragmento del 25-30% pierden más de 100 euros. “Es verdad que hay gente que pierde más de 3.000 euros al año, pero créanme que los operadores online saben que se lo pueden permitir y no está causando la ruina de ninguna familia”.

Gómez Yáñez habló también del Juego problemático, señalando que desde 1990, “el descenso ha sido espectacular y regular en España”, situándose en el 0,3%, y siendo además uno de los temas más estudiados. “España está entre los tres países con menor nivel de Juego problemático, estando al nivel de Alemania, Francia o Suecia”.

En España existen menos de ocho mil personas con problemas de adicción al Juego diagnosticada, “los datos los pueden encontrar en la serie de memorias del PNSD, están a disposición pública y todo el mundo puede verlos”.

Gómez Yáñez manifestaba a su vez que “sólo el 15% de los que se diagnostican de adicción al Juego tienen un único problema de trastorno de comportamiento. Lo habitual es que esté vinculado a otro tipo de trastornos”.

En resumen, el doctor en sociología afirmaba que las razones para jugar son diversas; En el caso de la lotería, las personas juegan “para ganar dinero”, mientras que en los juegos de entretenimiento se hace por ambiente, como sucede con los casinos, por competir como en el caso del Póquer, por estar con los amigos, como en el bingo o en salones de Juego, por distracción, como ocurre con las slots o por demostrar que se sabe de deporte, como es el caso de las apuestas deportivas, pero en todas sus modalidades “se controla y asume el gasto, que no suele ser alto”.

 

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