EXCLUSIVA: El sociólogo destaca que se ha experimentado un descenso del 7,5% de casos en tratamiento por trastorno de Juego respecto a 2021

José Antonio Gómez Yáñez desgrana los datos arrojados por la nueva Memoria del PNSD

Jóse Antonio Gómez Yáñez

José Antonio Gómez Yáñez explora los datos revelados por el Ministerio de Sanidad en la Memoria del Plan Nacional sobre Drogas. El informe revela que en 2022 hubo un total de 6.293 casos en tratamiento por trastorno de juego, mostrando un descenso del 7,5% con respecto al año anterior.

Gómez Yáñez enfatiza que, según los datos que presentan en la memoria, los casos de trastorno de juego en tratamiento suponen el 0,017% de la población entre 18 y 75 años, un número mucho menor que lo que la propia OMS denomina una enfermedad rara (0,05%).

LA EVOLUCIÓN DEL TRASTORNO DE JUEGO DIAGNOSTICADO. DATOS DEL MINISTERIO DE SANIDAD

El Ministerio de Sanidad publicó anteayer la Memoria del Plan Nacional sobre Drogas, que incluye datos sobre los casos atendidos por trastorno de juego en los sistemas sanitarios de las comunidades. Ha logrado que su informe nacional incluya datos de todas ellas, es de agradecer la constancia y empeño de sus responsables para lograrlo. Son datos reales sobre diagnósticos clínicos y de atención especializada, por tanto, los más sólidos disponibles sobre la incidencia real del problema.

En 2022 hubo 6.293 casos en tratamiento por trastorno de juego, 4.911 hombres y 452 mujeres (930 sin información), con un descenso del 7,5% respecto a 2021 (509 casos, desde 6.802) (Memoria Plan Nacional sobre Drogas 2022: 139 y 140). Esto es, un 0,017% de la población residente en España entre 18 y 75 años y el 2,7% de quienes requirieron atención por drogadicciones.

“Los casos de trastorno de juego en tratamiento suponen el 0,017% de la población entre 18 y 75 años”

El gráfico refleja los datos publicados desde 2014, su número en las comunidades que aportaron información y nuestra estimación sobre las comunidades faltantes.

Se deduce que el número de casos se mueve con lentitud (R2=0,0144), pero en sentido positivo. Hubo años atípicos (2014, 2019, 2020) que, al verse en perspectiva, parecen deberse más bien a problemas de medición o recogida de datos que a la incidencia real. La tendencia a simple vista es que los casos están entre 6.300 y 6.500 durante la última década, con suave tendencia descendente. Es decir, en el umbral o por debajo del 0,02% de la población de 18 a 75 años. Para situarlo en perspectiva: la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera una enfermedad rara la que afecta a menos del 0,05% de la población. En la próxima edición de Juego y Sociedad (Cejuego) se aportará más información.

“Los casos de trastorno de juego disminuyeron un 7,5% entre 2021 y 2022”

Hay que subrayar la mejora de la calidad de la información, el Ministerio no sólo recoge datos de todas las comunidades, en las dos Memorias anteriores aconsejó a las comunidades extremar la precisión de sus reportes.

Conviene reiterar que España tiene una relación normal con el juego, con independencia de que el juego problemático sea un grave problema individual, que requiere atención pública y mantener el compromiso de las empresas para proseguir sus políticas de atención a sus clientes. En toda Europa Occidental se produce un retroceso del trastorno de juego, y España es uno de los países que dispone de información más precisa sobre ello.

En términos prácticos, la limitada dimensión cuantitativa del problema obliga a plantear políticas públicas muy enfocadas a los sectores y familias de riesgo, ya que las medidas globales e indiscriminadas (a las que hay muchos aficionados) serían ineficaces: sus resultados serán ineficientes para los recursos destinados (por ejemplo, sorprende la cantidad de dinero que se destina a investigaciones con resultados repetitivos). Se requieren políticas de precisión destinadas a sectores muy concretos sensibles ante el juego por antecedentes familiares, desorden familiar o problemas previos que muestren predisposición a caer en el problema. Un estudio reciente, sobre una muestra de 116 pacientes de centros españoles, a cargo de profesionales en ejercicio, muestra que el trastorno de juego se asocia a otros desórdenes mentales en el 97,4% de los casos, lo que obliga a dirigir el enfoque de estas políticas hacia los individuos más que sobre el juego indiscriminadamente.

Estos datos de 2022 confirman lo ya conocido, este problema afecta a una población muy limitada, mayoritariamente masculina, en el entorno de los 35 años de todos los estratos sociales.

José Antonio Gómez Yáñez

3 Comentarios

  1. ¿ha realizado J.A. un análisis de los formatos de premios comercializados en el mercado público y privado que son dominantes en esos tratamientos?

  2. Una cosa son los casos en tratamiento (6.293 en 2022) y otra los que realmente tienen el trastorno de juego.
    Según los resultados de la encuesta EDADES, el 58,1% jugó en los últimos 12 meses y el trastorno por juego se estima en el 0,4% de la población entre 15-64 años. Según el INE en 2022, en ese tramo de edad habría 31,43 millones de personas.
    Se podría hacer la estimación 31.432.358 * 58,1% * 0,4% = 73.049 personas con trastorno ??
    Si en 2022 los casos con tratamiento fueron 6.293, y se estima que afectó a 73.049…no se podría concluir que sólo se está tratando el 8,61% y lo que faltan son medios médicos???

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