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En la jornada organizada por la OCU aparecieron posiciones de gran dureza pidiendo medidas contra la publicidad y el acceso de menores

Guillermo Olagüe y Alejandro Landaluce DEFENDIERON a la Industria con DATOS y CONOCIMIENTO en un foro cargado de SENTIMIENTOS y CREENCIAS

AZARplus

Organizado por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) se celebró ayer en la sede del Consejo Económico y Social de Madrid un Debate sobre “La publicidad y el acceso al juego” en el que la representación de nuestro Sector estuvo a cargo de Alejandro Landaluce, Director General de CEJUEGO, y la de la Administración correspondió a Guillermo Olagüe, Subdirector General de Regulación del Juego de la DGOJ. Por parte de la OCU participaron su Portavoz Enrique García y Lucía San Miguel desde el Departamento Técnico de la Organización. La Mesa se completaba con Juan José Lamas Alonso, Director Técnico de FEJAR, y Camilo Jené, Presidente de la Federación de Madrid de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado. Excusaron su asistencia por incompatibilidad con su agenda los representantes de la Dirección General de Juego de la Comunidad de Madrid, de Jdigital y de LaLiga.

Enrique García, como Moderador, comenzó por exponer la preocupación de la OCU por el juego ante su proliferación online, la de los locales y la de la publicidad, así como también por la constatación según un “Estudio” realizado por la propia OCU, del que calificamos en AZARplus como fantasma porque nadie podía acceder a él, y al que poco después se referiría su compañera Lucía San Miguel, de que “lamentable los menores pueden acceder a los locales de juego”. No obstante reconoció que pese al incremento del juego las tasas prevalencia en nuestro país son aceptables.

Como primer interviniente Juan José Lamas aseguró con un lenguaje muy directo que FEJAR “no está en contra del juego porque ni los Operadores son unos cabrones, ni los jugadores son tontos o delincuentes”, pero sí denunció situaciones que considera necesario atajar manejando cifras como que el 20% de los menores juega y el 33% de sus padres son conocedores de ello. Dijo no entender porqué el Real Decreto de Comunicaciones Comerciales de la DGOJ (Publicidad online) se ha quedado en un cajón cuando la Administración debería atajar unos excesos que no están siendo controlados por el Código de Buenas Prácticas “con un tutelaje muy light por parte de Autocontrol”. También señaló sin ambages el representante de FEJAR que la Ley de Juego de 2011 “adolece de sectarismo, ya que considera que con los Operadores con reserva del Juego Público no tienen que someterse a posteriores regulaciones como las impuestas al Juego Privado”. Sin embargo, no atribuyó a la publicidad el índice de aumento de la ludopatía, pero sí se preocupó por el cambio de perfil del jugador problemático que ha pasado de varones de 40/45 años que jugaba a las máquinas, a también varones pero de 20/26 años que juega apuesta o por canal online.

Guillermo Olagüe aseguró que el primer objetivo de todos los Reguladores es la defensa de los colectivos vulnerables, lo que se perseguía con los dos intentos frustrados de Decreto de Publicidad de 2015 y el último de 2017 “que actualmente con un Gobierno en funciones es imposible de aprobar”. Explicó que además se produce un cambio de escenario en el juego “que ya en 2019 es diferente de todo lo anterior” y que en este terreno no hay un modelo internacional claro que pueda ser adoptado, a lo que añadió que España no vive en una burbuja mediática ni es diferente a los países de nuestro entorno, aunque hayamos entrado en una situación marcada porque el juego esté hoy presente en la agenda política y social, lo que se debe a los nuevos formatos y locales de juego y a la repercusión de la publicidad del juego online que ha conllevado “una mala o muy mala imagen mediática”. Propugnó “el mismo paraguas para todos los actores del juego” y un nuevo modelo de supervisión por parte de los Operadores cifrando el acceso de menores en el 6,2%, “cifra reducida, pero para nosotros importante y que trabajamos para reducir si es posible a cero”.

Lucía San Miguel se refirió al “estudio” realizado por la OCU con una encuesta o ensayos presenciales realizados con unas pocas decenas de personas organizando grupos de dos compuestos por un adulto de 18/19 años y un menor de 16/17 años. El resultado fue que en 15 ocasiones pudieron entrar en locales de juego, en 11 de los cuales no había control y en otros 4 sí, pero fueron burlados. Asimismo se constató en el ámbito online que los menores pueden acceder a promociones publicitarias con bonos incluso en webs deportivas.

Como conclusión ante esta trágica situación tras la evidencia demoscópica del “estudio”  Lucía San Miguel pidió la prohibición de la publicidad del Juego y las Apuestas, un riguroso ratio de locales de juego, el control de las “zonas vulnerables”, la realización de campañas de información y sensibilización y el incremento de las inspecciones a los establecimientos de juego.

Si estas posiciones pudieron parecer drásticas a alguno de los presentes en el Sala de Debate, se dulcificaron sin duda ante la siguiente ponencia de Camilo Jené que comenzó por afirmar que “para defender a los menores no nos importa ser alarmistas” al asegurar que el “36% de los afectados por el juego se inician siendo menores”. Su siguiente propuesta fue que las empresas de juego asuman los gastos directos del tratamiento de los ludópatas y del coste de las campañas contra la ludopatía. Pidió no solo la ausencia de locales de juego cerca de los colegios sino en el recorrido que los niños puedan hacer hasta ellos, lo que en Madrid cifró en una distancia de 800 metros y 500 a parques y zonas deportivas. Tras manifestarse en contra de los “barrios convertidos en Las Vegas” pidió la prohibición de la publicidad en radio, televisión y eventos deportivos y, claro, la consiguiente proscripción de famosos en esa publicidad, con un trato para el juego igual al de alcohol y el tabaco, ya que coincidió con los representantes de la OCU en que la Autorregulación no funciona.

Finalmente ilustró a los presentes con la anécdota de que al pedir a un Regulador la imposición de las distancias anteriores se le contestó que entonces habría que poner los locales en los Pirineos, comentando que eso no le parecería mal si los alcaldes de los pueblos de los Pirineos lo aceptaban.

Por eso no es extraño que al iniciar a continuación su intervención Alejandro Landaluce hiciera un recordatorio de que “antes todo estaba prohibido, pero llegó la democracia y el Juego, aunque muy regulado, dejó de estarlo”. Explicó que ya en 2011 con la práctica del juego ilegal por internet fue el propio Sector el que pidió una regulación al efecto y el control de la publicidad. También explicó que la tasa de juego, en definitiva una tributación especial que llega a los 1.200 millones de euros, surgió precisamente para utilizarse en los posibles problemas derivados de la actividad. En cuanto al “incremento” del juego puso sobre la mesa el dato de que en realidad se ha experimentado un descenso del 22% desde 2007 a 2018, aunque ha cambiado la oferta (baja del Bingo, Casinos y máquinas y aparición del online y Apuestas) y ha cambiado la propia sociedad comportando una nueva percepción del juego que erróneamente genera sensación de aumento indiscriminado. Por eso se mostró a favor de la planificación “que es sana y tranquiliza a la sociedad”.

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1 Comentario

  1. No es coherente que el juego descienda un 22% y las casas de apuestas y salones de juego crezcan un 80%, todos ganen dinero porque nadie monta un negocio para perder y cada vez llegan más personas jóvenes acompañados de sus padres a rehabilitarse.

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