El debate ha puesto de manifiesto los riesgos que generarían este tipo de medidas a la Industria
Gran Bretaña alza la voz contra los controles de asequibilidad en el Parlamento
AZARplus
El debate parlamentario celebrado ayer lunes en Westminster Hall ha puesto sobre la mesa la realidad de los controvertidos controles de solvencia, advirtiendo sobre la amenaza que representan para el futuro de las carreras de caballos, y el Juego en general, en el Reino Unido.
Chris Grayling, diputado conservador por Epsom y Ewell, ha expresado sus inquietudes sobre el impacto que tendría esta medida en la localidad. Grayling subraya que las medidas podrían “afectar negativamente a pequeños propietarios y empresas, representando un riesgo para sus medios de vida”.
La controversia surge a raíz de la propuesta de la Comisión del Juego, que obligarían a las casas de apuestas a recabar información financiera intrusiva de los apostantes que pierdan 1.000 libras en 24 horas o 2.000 libras en 90 días. Se estima que estos controles podrían impactar las finanzas de las carreras hasta con 50 millones anuales durante los próximos cinco años, según el análisis de Regulus Partners.
El debate, originado por una petición online que alcanzó 100.000 firmas en menos de un mes, ha generado preocupaciones sobre posibles pérdidas de empleo en la industria, siendo pronosticado que hasta uno de cada siete puestos de trabajo en las carreras podría estar en riesgo.
Diputados como Matt Hancock, representante de Newmarket, han calificado las propuestas como un “error monumental” que podría aumentar los problemas relacionados con el juego en lugar de reducirlos. Louie French, diputado por Old Bexley y Sidcup, considera las propuestas “profundamente defectuosas” y advierte sobre el riesgo existente, si esta medida continúa adelante, de impulsar a los jugadores hacia el mercado negro. Por su parte, el diputado conservador Philip Davies describe la intervención del gobierno en las libertades personales como “completamente indignante”.
El debate también ha destacado la crítica generalizada a las propuestas del Libro Blanco sobre la revisión del Juego del Gobierno, con preocupaciones sobre el impacto en la financiación de las carreras británicas y la libertad de los apostantes. En este contexto, varios diputados han abogado por una reconsideración y un enfoque más cuidadoso hacia los controles de solvencia en el sector del Juego.
Aunque existe incertidumbre sobre el resultado final de las discusiones, la sesión en Westminster Hall ha generado un impulso significativo. Philip Davies ha concluido el debate señalando que “no es demasiado tarde para arrancar la victoria de las fauces de la derrota”. Sin embargo, para lograrlo, insta al Gobierno a escuchar atentamente las diversas perspectivas y considerar las implicaciones a largo plazo para la Industria.
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