AUTÉNTICO FIDEL (Capítulo 2º)
“EN CIERTO MODO, CON ESO DEL “JUEGO RESPONSABLE” NOS ESTAMOS CAVANDO NUESTRA PROPIA TUMBA”
SOS de Hostelería comenzó justamente por defender estos derechos que estás mencionando.
Así es. En un momento dado, aquí en Valencia, la hostelería y el Juego se enfrentaban a una situación crítica. El Botánico iba a implementar una normativa que reduciría drásticamente el número de Salones, llegando incluso a anularlos con el tiempo. También se iba a limitar el número de Máquinas en los bares, algo que ya está ocurriendo porque no se estaban otorgando licencias.
Buscaban eliminar bares, y aquí en Valencia, la ciudad aprobó un decreto que recientemente ganamos, que prohibía la apertura de nuevos locales a menos de cierta distancia de otros ya existentes. Si ya había un bar, pub, sala de Juegos o sala de baile, no podía haber otro a menos de esa distancia. Esto iba a resultar en la eliminación de bares y Máquinas.
Por ello, teníamos que actuar. No podíamos quedarnos de brazos cruzados. En ese momento, hablé con mis socios, les expliqué la situación y les di dos opciones: defendernos o quedarnos callados y dejar que sucediera lo que tuviera que suceder. Decidimos defendernos y luchar. Y así fue como nació SOS de Hostelería.
Cuesta creer que tan sólo desde SOS Hostelería y ASVOMAR fueran capaces de defender algo tan claro.
Sin duda. Nadie hizo nada para detenerlo, salvo SOS Hostelería y ASVOMAR. ¿Cómo es posible que ninguna otra asociación, ni de hostelería ni de operadores de máquinas, denunciara este decreto? Es incomprensible. ¿Cómo una asociación como Andemar, que es la más antigua del Sector, no denunció ese decreto? ¿Cómo asociaciones como la Asociación de Hostelería no denunciaron el decreto?
Esa falta de acción demuestra que algunos sectores no están realmente interesados en defender nuestros derechos. Y eso me pone de muy mal humor. Fue una situación grave, pero afortunadamente logramos detenerlo. Aunque el riesgo sigue ahí, porque, como ya se sabe, han recurrido la sentencia ante el Tribunal Supremo.
Con el cambio político en Valencia, ¿crees que la situación ha mejorado?
El panorama ha mejorado. Antes, no había diálogo. Solo tuve una reunión con Ximo Puig, el anterior presidente, y fue una conversación de media hora donde me dijo una cosa y luego hizo otra. Ahora, la relación es más fluida. Nos escuchan, hay más disposición al diálogo, pero eso no significa que podamos relajarnos. Seguimos vigilantes, aunque no estamos en la misma situación de incertidumbre que antes, cuando parecía que el sector desaparecería.
A nivel nacional, parece que las cosas no van igual de bien. ¿Cómo ves el panorama en cuanto a la regulación del Juego?
El problema es el mismo de siempre: falta de visión y de diálogo. Tuvimos una oportunidad excelente en la Comunidad Valenciana para marcar un precedente, y muchos otros no supieron aprovecharla. No entendieron que lo que sucediera aquí podía replicarse en otras comunidades. Ahora, el Sector tiene problemas serios en otras regiones, y todo por no haber actuado a tiempo.
Nosotros siempre hemos estado dispuestos a ayudar, pero lamentablemente parece que muchos no lo ven o no quieren verlo. Si en algún momento deciden pedir nuestra ayuda, estaremos encantados de colaborar, pero no vamos a llamar a la puerta de nadie.
Entonces, ¿crees que el Sector, si no actúa, está abocado al fracaso?
Yo me di cuenta de esto hace ya más de cuatro años. Y tuve muchos conflictos por ello. En su momento, salimos de la asociación Andemar porque no llegamos a ningún acuerdo con algunas empresas grandes que se creían intocables. Así que decidimos hacer las cosas por nuestra cuenta. Y mira dónde estamos ahora. Si algunos no quieren darse cuenta de la realidad en la que estamos, tendrán un problema grave, y el sector lo pagará.
No sólo parece que la administración está intentando reducir el Juego privado, sino que además potencia el Juego público en detrimento del privado. ¿Por qué crees que el ciudadano de a pie no lo percibe?
Es muy simple. El juego público tiene una imagen positiva, mientras que el privado tiene una imagen muy negativa. Y, durante años, no hemos hecho nada para cambiar esa percepción. Se hacen campañas de “Juego responsable”, pero eso es solo una excusa para lavar la cara. ¡Es una tontería! ¿Qué significa “Juego responsable”? Somos empresarios que cumplimos con todos los requisitos legales, tenemos que homologar nuestras Máquinas en laboratorios designados, depositamos avales… Cumplimos con todo. ¿Por qué tenemos que justificar que somos responsables cuando ya estamos cumpliendo todas las normativas?
Si alguien no cumple, que el Estado actúe con toda la fuerza de la ley. Pero no podemos ir por la vida con un cartel que diga “somos responsables”. No le pedimos al sector bancario que haga una campaña de “bancos responsables”, ¿verdad? Cumplimos con nuestras obligaciones, pagamos nuestros impuestos, mantenemos empleados… Somos empresarios serios. El que no cumpla, que lo sancionen, pero no podemos seguir criminalizando al Sector.
Es curioso cómo, en lugar de enfocarse en el “jugador responsable”, parece que la carga cae siempre sobre el empresario.
Exactamente. Pero el Sector ha comprado esa narrativa de “Juego responsable” y, en cierto modo, con eso del “Juego Responsable ” nos estamos cavando nuestra propia tumba. Nos hemos puesto la medalla de ser responsables, cuando ya lo éramos desde el principio. Tenemos que cambiar esa narrativa y empezar a defendernos de una manera clara, diciendo quiénes somos y lo que hacemos.
¿Crees que hay posibilidades de que esa imagen cambie?
Me gustaría decir que sí, pero la verdad es que no tengo mucha confianza en que vaya a cambiar. Nos hemos acostumbrado a escondernos, a no hablar con claridad y a no defender nuestros derechos como empresarios. Y eso es lo que necesitamos: cambiar la forma en que el Sector se presenta ante la sociedad. Deberíamos estar orgullosos de lo que hacemos, no sentirnos culpables. Pero no creo que ese cambio suceda pronto.
Siempre se ha visto que eres una persona con unos principios muy fuertes y unas convicciones férreas,como podemos ver. Eso es un soplo de aire fresco para esta Industria, aunque te ha debido granjear no pocos problemas a nivel empresarial…
Sí, sin duda. Siempre he sido una persona directa y honesta. A mis hijos les he enseñado que acepto cualquier cosa, pero no tolero que me mientan. En mi vida, siempre he llamado a las cosas por su nombre, y eso no te hace ganar muchos amigos. Pero los pocos que tengo son auténticos, porque saben que pueden confiar en mí, que nunca los voy a dejar tirados. Sin embargo, creo que el Sector no nos ha reconocido todo lo que hemos hecho, todo lo que hemos luchado y arriesgado. A veces siento que no se nos ha valorado como se debería.
Me imagino que no es fácil para muchos escuchar verdades incómodas.
Decir la verdad no siempre agrada, especialmente cuando hablas de temas delicados, como los problemas con algunos presidentes o secretarios de asociaciones. A nadie le gusta que le pongan el cascabel al gato, pero es la realidad del Sector, y alguien tiene que decirlo.
Después de todo lo que has vivido, como la pandemia y tu enfermedad, ¿cómo ha cambiado tu enfoque en la gestión de riesgos y en tu manera de dirigir?
La pandemia y el cáncer me hicieron replantearme muchas cosas. En 2019, cuando me diagnosticaron el cáncer, pensé que me moría. Recuerdo que, cuando el oncólogo me lo dijo, dejé de escuchar todo lo demás. Estaba acompañado por mi socio Ramón y mi hijo, y les agradezco mucho que estuvieran conmigo en ese momento, porque después de escuchar “cáncer”, no procesé nada más.
Durante todo el tratamiento de quimioterapia seguí trabajando. Me daban la quimio y, después, me iba a Comatel. Pero claro, ese golpe me hizo reflexionar sobre el futuro de la empresa. Aproveché para reorganizar todo el grupo y rejuvenecer la estructura. Hice un análisis detallado de las personas en quienes podía confiar para el futuro, y con las que no compartían mi visión, llegamos a acuerdos para que se desvincularan del grupo. Esa reorganización fue clave para asegurar la continuidad de la empresa.
¿Y esta reorganización afectó a todas las áreas de tus negocios?
Sí, a todo en general. Tuve tiempo para pensar en cada aspecto de los negocios y en cómo optimizar la estructura. Fue una decisión difícil, pero necesaria. Puse en marcha los cambios no solo por la pandemia, sino también por el cáncer, porque me di cuenta de que era necesario.
Fue una decisión complicada, pero una que tomarías de nuevo sin dudarlo…
Sin duda. Es lo que tenía que hacer y lo hice porque lo sentía necesario, no porque me obligaran. Me gusta lo que hago, y esa fue una de las decisiones más importantes en mi vida empresarial.
Afortunadamente, hoy en día mi hijo Carlos está al frente del grupo, junto con Ramón y yo. Tengo otro hijo, Andrés, que también está trabajando en la empresa, y una hija, Celia, que también se está formando dentro de la casa.
Y hablando de Comatel, ¿cómo está siendo este año para la empresa?
Estamos muy contentos. Ha sido un año increíble. En la Expo de Torremolinos ya adelantamos algunas novedades, y estamos trabajando en algo que creo que va a ser muy especial y diferente a lo que se ha visto hasta ahora. Si todo sale como esperamos en las pruebas que estamos realizando, convocaremos al Sector para hacer una presentación importante. Pero, de momento, seguimos trabajando sin parar, desarrollando productos nuevos, innovando y moviéndonos continuamente.
Siento curiosidad por ese nuevo producto del que hablas, porque no eres alguien que diga algo así a la ligera. ¿Se puede saber algo más o todavía es confidencial?
Por ahora, no puedo dar muchos detalles. El producto está casi terminado, pero necesitamos realizar más pruebas. Si los resultados son los que esperamos, organizaremos una presentación para mostrarlo al sector. Será algo grande y diferente a lo que se ha visto hasta ahora.
Bueno, por aquellas regiones de dios hay quienes dan charlas sobre adicciones desde el juego. Es como mentar la soga en la casa del ahorcado …