EL REVÉS Y EL DERECHO

Decía el gran Maquiavelo que “No hay que atacar al poder si no se tiene la certeza de destruirlo” Gran verdad que, sin embargo, no aclara la fórmula más efectiva para conseguir tal aniquilamiento o exterminio… ¿De una vez?… ¿Poco a poco?… ¿Con la pedrada de David a Goliat o la capacidad corrosiva de una crítica detrás de otra”… Personalmente creo que todos los caminos son válidos para luchar contra los poderosos… esos que se exceden interesadamente en sus funciones, arropados con el manto negro del orgullo, la arrogancia y la impunidad… o la mismísima corrupción…

No es un asunto fácil…pero hoy dos amigos nos han apuntado algunas claves interesantes… Me refiero a Juan Lacarra y a José Antonio Gómez Yañez … El primero, ha escrito un artículo memorable que me ha emocionado, por su elegante crítica a esa parte del ecosistema sectorial en el que coexisten desde la comodidad de seguir a los “rebaños” y a los prejuicios, hasta la nefasta actitud de alguna maligna e inasequible Autoridad, que todavía no ha comprendido para qué y de qué poder económico emana su función… y su sustento.

En cuanto al profesor Gómez Yañez, su análisis político en The Objective no puede ser más cristalino… Los votos no se deciden en el último momento porque “los procesos de decisión están en marcha”… Y esa conclusión también emociona en una país acostumbrado a que los ciudadanos paguen las putas a los Ministros y demás políticos, que siempre nos dan lecciones sobre la ética impositiva… Lo cual, llevado a la órbita sectorial, es cómo santificar frívolamente cualquier Evento que ponga el cazo a los impuestos de todos los españoles, porque una empresa prepotente se empeñe en tratar a sus colegas como si fueran borregos a su servicio…

Pues yo aventuro que, efectivamente, los procesos de decisión están en marcha y que nos seguirán gustando las buenas empresas y los buenos políticos… Por mucho, que algunas de ellas y algunos de ellos todavía no se hayan enterado de que muchas flores esparcen sus semillas cuando se las pisotea… Y el que me quiera entender, que me entienda…