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Difundimos el tercer artículo de José Antonio Gómez Yañez sobre "El Cliente, ese gran desconocido"

El juego de entretenimiento facilita las relaciones sociales

Jóse Antonio Gómez Yáñez

El capital social y el juego

Se puede definir el capital social de una persona como el conjunto de “buenas” relaciones con sus amigos, compañeros de trabajo, familiares, etc., sin excluir que tengan una vertiente de utilidad: poder recurrir a ellas si se tienen problemas.

Este concepto abarca dos niveles. Globalmente, una sociedad será más estable y sus miembros estarán más integrados cuanta más densidad de relaciones (positivas) haya entre ellos. Esto favorece la estabilidad y el intercambio social. A nivel individual, el capital social es la integración en redes de intercambio y seguridad informal de cada  individuo (amigos, vecinos, compañeros de trabajo, socios, clientes, etc.). Es una medida de cohesión social y a escala individual es un indicador de las conexiones de un individuo con el entramado social, que le permiten estar más informado, disponer de más recursos en situaciones de apuro, etc. Un indicador de su importancia: en España el 63% de los empleos se consigue a través de contactos informales, sobre todo entre los 35 y 45 años. Tener amigos facilita la vida, la hace más agradable y da oportunidades de todo tipo.

“No jugar, ya sea juegos de entretenimiento o de suerte, parece un comportamiento ‘arisco'”

La sociología intenta hacer operativo este concepto en sus encuestas. Para medir este capital social y averiguar su relación con el juego se incluyó una batería de preguntas en el cuestionario de “Percepción Social sobre el juego de azar en España”, de la Fundación Codere. La investigación es de 2016, pero son datos estructurales, que varían poco. Se pidió a los entrevistados que respondieran “muy de acuerdo”, “de acuerdo”, “en desacuerdo” o “muy en desacuerdo” a 13 preguntas que se sintetizan en cuatro facetas de las relaciones sociales: el deseo de tener más contactos sociales, la integración en redes de amigos, vecinos o compañeros de trabajo; las expectativas de movilizar estas relaciones en caso de necesidad y la facilidad para hacer nuevos contactos sociales. A cada entrevistado se le asignó una puntuación entre 0 y 10 según la escala y se obtuvo una media de las puntuaciones de las preguntas que integran cada factor.

Juego y relaciones sociales.

Los españoles tienen la percepción de que su capital de relaciones es limitado: 5,67 en una escala de 0 a 10. Este dato se puede analizar en función de edades, ocupaciones, etc.

“Los clientes de juego de entretenimiento son más sociables y tienen más relaciones que quienes no juegan”

Cuando se analiza en función de si juegan o no y a qué juegos lo hacen emergen conclusiones que contradicen opiniones imperantes:

  • Quienes no juegan (no jugaron durante el año en que se hizo la encuesta) creen tener menos capital social (relaciones sociales y menos fiables) que quienes juegan: 5,55 frente a 5,69.
  • Quienes no juegan se sienten con baja capacidad para movilizar apoyos de sus redes sociales en caso de necesidad y poco integrados en redes sociales (5,1 y 6,6 frente a 5,3 y 6,9 de media de la población, respectivamente). Cabría deducir, de forma coloquial, que quienes no juegan se reconocen así mismos poco inclinados a establecer relaciones voluntarias (¿ariscos?), son conscientes de que se autoexcluyen de ocasiones de intercambio social en que otros participan.
  • Los clientes de juegos de entretenimiento perciben tener más capital social, relaciones sociales fiables, etc., que el resto de la población y, desde luego, que quienes no juegan. Las puntuaciones medias en la escala son más elevadas entre los clientes de juegos de entretenimiento.

“Quienes juegan en máquinas recreativas en bares se sienten muy integrados socialmente”

  • Los clientes de máquinas recreativas en bares y los quinielistas se sienten muy integrados en sus redes sociales y con capacidad para hacer nuevos contactos. Da la impresión de que ambos disponen de relaciones sociales cercanas, de extensión geográfica limitada, pero de las que se sienten satisfechos.
  • Quienes juegan juegos de suerte (loterías de Navidad y semanales o primitivas) perciben disponer de menos relaciones sociales que los de juegos de entretenimiento, pero bastantes más que quienes no juegan.
  • Los clientes de La Grossa (5,48) son los que tienen menos relaciones y confían menos en ellas, sorprende su renuencia a hacer nuevos contactos sociales. Participan en este juego por afirmación identitaria más que por afición a las loterías.

“El juego de entretenimiento crea o mantiene el capital social que suponen las relaciones entre sus clientes”

Sin haber grandes diferencias en estos indicadores, pero los datos muestran sistemáticamente que los clientes de juego de entretenimiento son más sociables y tienen más relaciones sociales que quienes no juegan o juegan juegos de suerte. Vistos los datos desde una lente escéptica, lo menos que se puede afirmar es que el juego de entretenimiento no destruye capital social, al revés, crea o mantiene relaciones sociales, algo observado en diversas investigaciones en Europa y Estados Unidos. A la inversa, “no jugar” refleja un comportamiento a contracorriente, es una forma de autoexcluirse de una vertiente de las relaciones sociales y, hay elementos para pensar que, en algunos casos, indica dificultades integración social a partir de posiciones ideológicas muy marcadas. Tendremos ocasión de comprobarlo en otra nota.

Retomando la idea de Goffman (Where the action is), los casinos, bingos, salones, locales de apuestas o bares son máquinas recreativas son espacios donde hay interacciones sociales que se traducen en conocimiento entre las personas y en acciones en las que los individuos representan sus papeles sociales más amables, definiendo roles como expertos, aficionados o simples acompañantes. Lo más relevante es que autoexcluirse de los espacios de juego, ya sea de entretenimiento o de suerte, implica excluirse de ocasiones para mostrar sociabilidad.

La fuente de la tabla anterior es la siguiente, desglosa por juegos:

Referencias:

GÓMEZ YÁÑEZ, J.A.; CASES, J.I., GUSANO, G., LALANDA, C. (20216. Juego y Sociedad 2016. Madrid: Instituto de Política y Gobernanza de la Universidad Carlos III, Fundación Codere.

José Antonio Gómez Yáñez. Doctor en Sociología (Premio Extraordinario). Socio de Estudio de Sociología Consultores. Profesor Asociado de Sociología en la Universidad Carlos III (2001-2021). Miembro de Instituto de Política y Gobernanza de la Universidad Carlos III. Ha sido Vocal Asesor en el Gabinete de la Presidencia del Gobierno, Associate Director en Millward Brown Spain y Director de la Oficina de Madrid de Instituto DYM. Formó parte del Consejo Asesor de Juego Responsable de la DGOJ (2013-2017).


1 La escala original fue diseñada por FLAP, H.; SNIJDERS, T.; VÖLKER, B.; VER DEN GAAG, M. (2000): Measurement instruments for social capital of individuals. En Internet. Se han utilizado 13 items de los 18 originales, ya que cinco no dieron resultados significativos en España, se referían a la asistencia a fiestas de cumpleaños.

VER AZARplus 31/03/22.- Nº1: El Cliente de Juego, ese gran desconocido. ¿Porqué se juega?

VER AZARplus 7/04/22.- Nº2: El Cliente de Juego, ese gran desconocido. El gasto de tiempo y dinero en el juego

1 Comentario

  1. Me parece excelente la idea de Azar Plus de esta serie de artículos que describen a nuestros clientes (clientes) como personas completamente normales y sociables.

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