El alcalde de Salou defiende el Proyecto Hard Rock a capa y espada y afirma que “está más cerca que nunca”

El alcalde de Salou, Pere Granados, continúa defendiendo con uñas y dientes el Proyecto Hard Rock, y de hecho ha afirmado que el proyecto está “más cerca que nunca“, asegurando que se están dando “pasos significativos” hacia su materialización. En una reciente entrevista en el programa Aquí Catalunya de la Cadena SER, Granados ha destacado que, a pesar de los obstáculos, el proyecto sigue siendo una prioridad para el municipio, y ha lamentado el tiempo perdido debido a “historias inventadas” que impidieron su avance.

Granados ha declarado que el PSC ha sido un firme defensor de la iniciativa y ha aclarado que el acuerdo de investidura con el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, solo hizo referencia a ajustes fiscales, concretamente la reversión de la reducción de impuestos sobre el Juego. Aunque este cambio en la fiscalidad fue interpretado por algunos como un obstáculo insalvable para el proyecto, el alcalde insiste en que no se trata de una oposición al Hard Rock. De hecho, señala que el gobierno de Illa ha encargado un nuevo informe ambiental para avanzar con la aprobación del Plan Director Urbanístico (PDU), como muestra de su voluntad de seguir adelante con la iniciativa.

En cuanto a la posición de partidos como ERC, Granados ha acusado a los republicanos de “jugar a la puta y la ramoneta”, en referencia a su postura ambigua y cambiante según los vientos políticos. También ha arremetido contra la gestión del anterior gobierno, asegurando que el informe ambiental que se había filtrado previamente no era más que un “borrador malintencionado“, que no tenía validez legal ni técnica. Según Granados, este documento fue utilizado para frenar el progreso del Hard Rock, por lo que el actual gobierno de la Generalitat ha solicitado un nuevo informe.

El alcalde también ha criticado a los Comunes y la CUP, a quienes ha acusado de obstruir el progreso y de hacer un “ruido antisistema“. Según Granados, esta oposición ha contribuido a la pérdida de una década de desarrollo económico para Catalunya, al frenar no solo la implantación del Hard Rock, sino también otras posibles inversiones en el territorio.

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