Daniel García Marín: “La garantía de éxito y la fuerza está en que todo se haga desde la unión y desde el trabajo en común”

La evolución del Sector en los últimos años ha modificado el escenario de forma importante, una transformación en la que hallar diferentes claves del delicado momento que este atraviesa. Así lo expuso durante su intervención, a modo de Conclusiones del IV FEMARA OPEN FÓRUM, Daniel García Marín, quien participó en el exitoso evento en representación de FEMURE. Si bien la planificación ha ayudado a que todo “girase en torno al equilibrio entre subsectores, y se ha regulado para que máquinas de hostelería y salones de juego, apuestas, bingos y casinos estuviesen dimensionados y proporcionados al orden con la idiosincrasia particular de cada comunidad autónoma”, sin embargo, “lo que ha quedado patente es que donde no se ha planificado, se ha producido una concentración que evidentemente no ha sido positiva”.

El marco regulatorio de “barra libre de publicidad” en línea, “el juego online”, “el intento expansivo de los juegos públicos y semipúblicos”, así como “la desinformación y la mala fe” son factores o motivos que García Marín trajo a colación para entender por qué “con respecto a nuestro sector ya solo se habla de nosotros como un problema de la sociedad”, además de que “ciertos partidos políticos de repente nos han colocado en un artificial juego de preocupación, culpabilizando a un sector que lleva más de 40 años ejerciendo de manera responsable una actividad legal y de cumplimiento”.

También hizo alusión a “la paradoja” que ha supuesto que, como resultado de estos factores, “el juego presencial se haya puesto en un foco y se establezca como peligroso, y parece ser que acabamos de aparecer”. Al respecto, apostilló que “somos los que hemos recogido los excesos, pues para la sociedad ya no somos salones de juego, sino casas de apuestas todos, sin excepción”.

“También hay que hacer un ejercicio de autocrítica pues, por una parte, no ha existido suficiente diálogo entre las organizaciones empresariales y, por otra, por diferentes motivos, se ha producido una proliferación de locales de juego que inevitablemente también ha tenido con connotaciones negativas hacia la percepción de la sociedad”, denunciando que, en algunos casos haya una “ambición empresarial desmedida”.

El cambio de los hábitos de consumo “no es algo ajeno a nuestra actividad”, puesto que “somos empresas de ocio que buscamos ofrecer el mejor servicio a nuestro consumidor”, señaló, lamentando que “la desinformación y la mala fe, muy peligrosos por separados, en nuestro caso van de la mano”, constituyendo el reflejo de una “demonización interesada del sector, utilizando datos erróneos distorsionados y siempre sectarios para hacer creer a la opinión pública que les tienen que poner a salvo de una actividad que para ellos es perjudicial, siempre siendo incapaces de asumir que nuestro servicio al cliente es una opción más dentro de su libertad de ocio y tiempo libre”. En relación a esta situación, García Martín hizo un llamamiento a los medios de comunicación, señalando que “nos deben ayudar a superar esta situación”, con el añadido de que “nunca se ha dado un número erróneo desde el sector, pero siempre nos encontramos con lo mismo: desinformación y mala fe”.

Si bien “como soluciones se han propuesto muchas esta mañana, creo que la principal es la unidad, como reza el eslogan: el trabajo en común, que es ahora mismo donde está nuestra está principal fortaleza. Y hoy más que nunca necesitamos marcar un objetivo, ser capaces todos juntos, asociaciones territoriales, nacionales, fabricantes, hostelería, apuestas, salones- , en definitiva todo el juego presencial privado, de conseguir ese equilibrio sectorial para permanecer y lograr, una vez más, lo que tan bien hemos hecho durante estos últimos 40 años. Que no es otra cosa que seguir ofertando un juego responsable profesional ordenado y de máximo cumplimiento, donde no debe haber ni un solo caso de juego problemático, y donde el sector sea siempre parte de la solución, y nunca parte del problema”.

Finalmente, García Marín concluyó que “se han propuesto muchas soluciones concretas y, más allá del cumplimiento, hay que dar un paso más en la Responsabilidad Social Corporativa, en los controles de acceso, que garanticen que no accedan menores ni autoprohibidos; a nuestros locales, a bajar la visibilidad de las fachadas y a establecer un liderazgo claro en la defensa del sector”, entre otras posibles medidas. Teniendo en cuenta que “todos ellos tienen su garantía de éxito y su fuerza en que todo se haga desde la unión y desde el trabajo en común”.