Entrevistamos en EXCLUSIVA a la Secretaria General del CLUB DE CONVERGENTES coincidiendo con su SEXTO ANIVERSARIO sobre los temas más candentes de la actualidad sectorial y las posiciones de la flamante Asociación
CRISTINA GARCÍA: “Hay cambios que no son asumibles para el Sector. Una norma no puede abocar al fin de la actividad”
Cristina García, Secretaría General del CLUB DE CONVERGENTES, tiene abiertos muchos frentes y en ningún momento deja de dar la batalla en todos ellos. Quizá en el peor periodo de la Historia de nuestro Sector, en la pinza pandemia-ataque político, una organización como el CLUB DE CONVERGENTES es más necesaria que nunca, pero también está sometida a las más intensas presiones. Cristina lo afronta “full time” y presenta respuestas en los 360º de la crisis; basta ver la diversidad de temas propuestos en esta entrevista y la consistencia y solvencia de sus respuestas. Quizá para definir su trabajo y su función podamos utilizar una palabra que precisamente parece resultarse muy valiosa, sin que haya pensado en la aplicación a sí misma: Sostenibilidad.
Entrevista EXCLUSIVA a CRISTINA GARCÍA, SECRETARIA GENERAL del CLUB DE CONVERGENTES
Cristina, con la pandemia ha sido muy fácil ver Salas de Juego cerradas, bares cerrados, máquinas apagadas, pero es más difícil visualizar el daño sufrido por la línea de fondo del Sector: los Fabricantes. ¿Puedes trazarnos un mapa general del golpe que han experimentado? ¿Hay cifras contrastadas de pérdidas de facturación o de empleo?
Grosso modo y con cifras del año 2019 podemos decir que los Fabricantes han sufrido disminuciones de entre el 30% y el 50% de sus ingresos. En cuanto al empleo, los ERTE han sido para nosotros lo mismo que para el resto de sectores económicos, una especie de bálsamo necesario, pero que también ha distorsionado la situación, incluso con una cierta garantía de empleo durante 6 meses, y el diagnóstico sería muy complicado y también prematuro, porque no hay que perder de vista una cosa muy importante y es que la crisis continúa.
Pero se están produciendo cambios.
Sin embargo, eso no supone que con las vacunas y la vuelta de la actividad la crisis haya terminado. Es algo que vamos a ver durante meses. A nivel de empleo el mercado se ha resentido de tal forma que ahora no se puede hacer una evaluación completa, porque aún estamos en el proceso de cómo se convierten los ERTES en ERES, en muchos casos junto a otras muchas complicaciones, y por supuesto no sólo en el Sector sino en toda la sociedad.
¿Entonces se puede calcular una línea de recuperación? ¿Cuándo podremos tener una fabricación al 100%, una verdadera vuelta a la normalidad?
Quizá en 2022, bien entrado el año. Pero depende de muchísimas cosas: vacunación, nuevas cepas, asunción de hábitos… un periodo tan prolongado de cambios de comportamiento como el que hemos experimentado también influye en lo que va a suceder, incluso puede haber influido en los hábitos de nuestros clientes. Nos tenemos que dar el 2021 para ver cómo transcurre todo, y quizá en 2022 iremos a lo que llamamos normalidad del 2019.
A pesar de ser un Sector “perseguido” mediática y políticamente a lo largo de la pandemia surgieron muchas noticias de sus acciones solidarias. ¿Crees que en concreto los Fabricantes dieron la altura de un verdadero sector empresarial y económico integrado en la sociedad?
Hubo muchísimas iniciativas y vimos cómo cada cual hizo lo que pudo. La página web del CLUB DE CONVERGENTES tiene un apartado denominado Responsabilidad Social Corporativa donde, además de estar publicado nuestro Código Ético, están recopiladas todas las noticias que ha habido sobre esta cuestión desde hace unos tres años. Ahí se puede ver cómo en las fechas determinantes de la crisis sanitaria este Sector dio, y con creces, la talla. Tanto Fabricantes como Operadores, cada uno en su medida tomó iniciativas y respondió a las necesidades que iban apareciendo.
Es muy cierto y la Revista AZAR sacó un número especial con ese contenido, pero es bueno reiterarlo desde dentro de un Sector tan atacado como el nuestro. Cristina, no se detuvo vuestra solidaridad, ¿pero la inevitable paralización o ralentización de actividades de negocio se reprodujo también en el trabajo asociativo o el Club de Convergentes, por decirlo así, “no ha parado ni un momento”?
Eso es, no hemos parado ni un momento. Personalmente recuerdo el mes de abril como un récord en mi vida de trabajo por teléfono, encerrada físicamente, pero en todos los sitios imaginables y sin descanso. No se podía parar en ese escenario de dudas, ¿cuándo nos van a dejar abrir? ¿en qué condiciones? ¿qué normativas están saliendo?… mil cosas. La semana del shock fue la primera y estábamos todos arrasados, pero a partir de ahí entramos en una vorágine tremenda de trabajo.
Y encima el Gobierno ayudando con sus Decretos y posiciones.
-No faltaba de nada. En Semana Santa trabajábamos con los posibles planes de desescalada del Gobierno mientras veíamos lo que pasaba en otros países, ya que el Club de Convergentes tiene miembros multinacionales. Era una labor de coordinación muy intensa con otras Asociaciones nacionales y regionales, tremendamente absorbente.
¿Qué temas o iniciativas se le presentan ahora mismo al Club como más importantes o urgentes?
La primera labor es la más genérica a medio y largo plazo, pero no por ello es menos necesaria y está en el trabajo de ámbito público, de las relaciones institucionales, del diálogo con la Administración, de seguir haciendo actuación didáctica sobre lo que supone la Fabricación en España, porque hay que seguir contando que reinvertimos en I+D+i entre el 10 y el 15% del volumen de nuestro negocio, y eso no lo hace casi ninguna industria en el país; hay que seguir diciendo que nuestro salario está por encima del 26% de la media de la industria manufacturera según los datos del INE, con una nómina compuesta principalmente por matemáticos, ingenieros, programadores, diseñadores gráficos… implica que hay gente muy preparada y que tiene que tener la remuneración correspondiente.
Podemos señalar que nuestra Compliance es superlativa e implica el proceso de homologación y certificación que, por supuesto, tiene un coste, pero que marca unos estándares de calidad y de seguridad. Nuestro reciclaje también hay que considerarlo, ya que somos productores de residuos eléctricos y electrónicos, e implica que tenemos que pagar unas tasas que son muy importantes.
Por otro lado, vamos a ley o a borrador de decreto casi semanal, tocando temas muy sensibles para los Fabricantes, con lo cual tenemos que hacer la labor no sólo de redactar y presentar las alegaciones oportunas, sino que siempre las explicamos yendo de la mano de las Asociaciones y operadores regionales más importantes, para que todo el mundo lo conozca y aporte mejoras o muestre sus desacuerdos.
Y en cuanto a las cifras de la Industria, ¿Tendréis ocasión en el Club de seguir adelante con el Estudio de la Industria?
Queremos plantearnos hacer una revisión, pero no puedo decir cuándo. También esto está afectado por el parón de la pandemia y tendremos que reorganizar las cosas. Nos tenemos que recuperar a todos los niveles para tener una perspectiva adecuada. Los años 2020 y 2019 han sido muy difíciles de seguir, pero el Estudio tendrá sus ediciones remasterizadas y actualizadas, aunque ahora mismo no puedo decir cuándo.
Es lógico. Cristina, y en otro orden de cosas, en el Club de Convergentes está demostrando su eficacia el sistema de Grupos de Trabajo, ¿no es así?
Estamos a tope tanto con el Grupo de Medios de Pago como con el de Control de Acceso, que son dos temas absolutamente vigentes y que lo van a seguir siendo durante mucho tiempo. En Medios de Pago hemos hecho un trabajo muy intenso en Andalucía y Euskadi de la mano de las Asociaciones regionales, y en ambos sitios hemos conseguido autorización, de tal manera que se han marcado unos parámetros en los que podemos trabajar. Pueden ser mejorables y ampliables, pero lo importante es que ya existen y que ese es el camino por el que tenemos que avanzar.
Un camino en el que en lo que a medios de pago respecta parece que va a ser largo y pedregoso.
No debería de serlo ante la realidad social. Según un Informe de American Express más del 80% de las transacciones se están haciendo ahora mismo de manera natural por medios electrónicos, ¿cómo no vamos a hacer eso en el Sector? No es por nosotros, es por la sociedad.
¿Los controles de entrada están bien asumidos por el Sector?
Por supuesto, los controles de acceso son necesarios y fundamentales. Son imprescindibles al ser la única manera efectiva de garantizar que no hay presencia de menores en los locales.
Un menor que no puede pasar a jugar, -ni siquiera colarse en un salón- nos sitúa en el máximo nivel de respeto al juego responsable, cosa que no sucede con otras esferas del juego (Loterías y Once) como todos sabemos. Esa es la diferencia, antes el menor que pudiera haber en un salón “se colaba” por decirlo de alguna manera. Ahora incluso eso será prácticamente imposible. ¿Pueden decir los demás lo mismo?
Y tenemos dentro de nuestras filas a los mejores fabricantes de controles de acceso, además de una hoja de ruta completísima que ya hace un año empezamos a pasar a todas las Administraciones, con los requerimientos mínimos que nosotros pensamos que debían tener los controles de acceso, consensuada con todas las Asociaciones regionales, y que está siendo acogida perfectamente. Eso es una presentación de principios y una vía de realización, porque nos permite preguntarle a la Administración cuando plantea sus normativas ‘¿vais a establecer procedimiento para hacer ensayos reales?’. Porque es fundamental para homologar un sistema que se pueda conectar a una base de datos apta para hacer pruebas, con todos los filtros necesarios para que no se produzca una vulneración de los datos personales. Es un discurso que está siendo tan provechoso que se está produciendo la vía inversa, y son muchas las Administraciones que nos están preguntando a nosotros. Y podemos explicarles cosas interesantísimas, como que los procedimientos tecnológicos son muy parecidos y tienen la misma seguridad que se utiliza en los controles de aeropuertos o en los edificios oficiales.
La conclusión es que la especialización se consigue con Grupos de Trabajo específicos.
¿El Juego Sostenible y sus conceptos afines como la Responsabilidad Social Corporativa, la atención al medio ambiente, la aportación a desarrollos de juego seguro y protección de personas vulnerables, etc, han sido vectores posibles de sostener incluso durante esta crisis sanitaria?
Sí, por supuesto. Es más, durante la crisis hemos tenido la ocasión de repensarnos y de reorganizarnos para poder hacer propuestas concretas. El ejemplo más evidente, aun siendo una Asociación completamente independiente, son las iniciativas que se están poniendo en marcha por parte de la Plataforma para el Juego Sostenible. La sostenibilidad significa poner en marcha actuaciones que garanticen que vas a conseguir durabilidad en el tiempo, cuestión esta que se puede poner en jaque por amenazas regulatorias o falta de entendimiento social de lo que es nuestra actividad. Se trata de no quedar abocados a la desaparición por no poder sostenernos. Esta crisis sanitaria ha podido provocar una toma de conciencia mayor, que nos ha dado ocasión de adoptar estrategias que ahora están empezando a ver la luz, pero que llevan tras de sí más de un año de trabajo, con muchísima gente, muchos equipos y muchas empresas.
¿Cómo valoras que el Club de Convergentes esté en la CEOE, incluso que el mundo empresarial del Juego forme parte de la Junta Directiva de la mayor Organización patronal de España?
Para nosotros es muy importante. Al principio veíamos en la entrada en la CEOE una manera de conseguir un respaldo y un prestigio derivado de pertenecer al gran Club de los empresarios de España; pero luego, y una vez que vimos cómo funcionaban, con su Grupos o Comisiones de Trabajo, de forma muy organizada, nos acoplamos a su funcionamiento, elegimos las Comisiones en las queríamos estar, empezamos a conocer a nuestros interlocutores, y constatamos que habías muchísimas cosas que podían sernos útiles. Y pongo algún ejemplo: En los medios de pago, y al hacer nuestra hoja de ruta, nos ayudó mucho la Asociación Española de la Banca y la Comisión de I+D+i y Digitalización; también fue muy provechoso conocer que había una serie de proyectos, que tenían el nombre de Macro Proyectos Tractores (por tener el impulso de poner iniciativas en marcha), y uno de ellos se llamaba Less Cash, que no significa “sin efectivo”, sino “menos efectivo”, lo cual era adecuadísimo para incorporarlo a nuestro discurso. En las primeras peticiones que lanzábamos a las Administraciones en la primera edición (porque ya van varias ediciones de las hojas de ruta sobre medios de pago), incluíamos un resumen de este Macro Proyecto, o también información a nivel de legislación bancaria que gustosamente nos había sido proporcionada.
Otro ejemplo fue el de conocer los planes de desescalada de la CEOE a través de los célebres Comités de expertos, que existían, también a nivel autonómico, y que supusieron para nosotros una fructífera fuente de información, a través de un arduo trabajo de contactos y comunicaciones.
Por lo tanto es un acierto esa integración de la Industria en la CEOE y, como ocurre, llegando a su Junta Directiva.
Hablar de la Junta Directiva de la CEOE son palabras mayores, porque se trata de una gran organización que, por ejemplo, tiene mucho que decir en cuestiones tan importantes como los ERTES. Yo asisto a todas las reuniones de la Junta y creo que es un honor y un privilegio poder escuchar las formulaciones que allí se realizan y, en su caso, hacer alguna aportación. Así surgen cuestiones relativas a Organismos públicos con los que se tiene algún tipo de contacto, también con Asociaciones de Consumidores y Usuarios, con la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia, el Instituto de Estudios Económicos…la CEOE es una gran palanca, y también tiene un Departamento de Relaciones Institucionales que a nivel parlamentario genera áreas de acción. Son muchas cosas, pero naturalmente no puedes confiar en el éxito de tu trabajo solamente a través de lo que te va a proporcionar CEOE, aunque sean herramientas muy cualificadas, solo complementan tu actividad fundamental.
La interlocución del Sector con la Administración se ha desarrollado durante años fundamentalmente a través de las distintas Direcciones Generales responsables de Juego en las Autonomías, pero parece que hay un cambio de paradigma ¿Esa vía se mantiene aún con la misma vitalidad y fluidez?
Absolutamente sí sigue valiendo esa vía. Nuestro interlocutor directo y fundamental tiene que ser nuestro Director General. Es el camino para conseguir muchísimas cosas. Lo que ocurre es que antes nos quedábamos ahí, y ahora en muchos casos, y también de la mano del Director General, se produce un contacto con el nivel político de Viceconsejero o incluso Consejero. Se debe a que antes esto era una cuestión regulatoria, y ahora es una cuestión regulatoria y política. Muchas veces principalmente política. Hay efectivamente un cambio de paradigma, y el Director General sigue siendo un contacto imprescindible, pero ya no único y así, al hablar por ejemplo de Juego Sostenible, hay que pensar en Sanidad y Educación y dialogar con ellos.
¿Ha sido posible realizar aportaciones en la legislación del Juego aparecida en los últimos tiempos, tanto a nivel estatal como en las Comunidades Autónomas?
Siempre hemos aportado todo lo posible, o hemos intentado hacerlo, y a veces con éxito. Te puedo decir que la página 25 de la última Memoria del Juego la ha hecho el Club de Convergentes, sumando nuestro conocimiento de las características de las máquinas por Autonomías, lo que le pareció una contribución valiosa a la Administración.
Pero volviendo al tema genérico, no hay ninguna normativa a la que nosotros no presentemos nuestras alegaciones, que casi siempre tienen un carácter muy técnico ya que el Club cuenta con un gran equipo de ingenieros.
En cualquier caso, nos encontramos ante un horizonte normativo que modifica la situación, y podríamos hablar de publicidad, horarios, accesos de control y hasta mandos a distancia en los bares. ¿Tenemos que alarmarnos ante estos cambios? ¿Son asumibles para el Sector sin sufrir perjuicios considerables o incluso es posible que algunas nuevas normas nos beneficien?
Algunos cambios son asumibles para el Sector, otros no lo son en absoluto. Y además todo va de la mano de algo que a veces pasa desapercibido, pero que tiene que ver con una normativa nacional que afecta a las normativas autonómicas. Me estoy refiriendo a los principios de buena regulación, entre los cuales es fundamental el de la proporcionalidad de las medidas: se trata de que exista esa justa proporcionalidad entre la medida regulatoria y el fin que se persigue. No puede ser que la norma impuesta sea de tal desproporción que venga a significar la terminación de la actividad.
¿Por ejemplo, Cristina?
Por ejemplo, el tema de las distancias. Es algo muy serio, y no lo digo yo ni el Club de Convergentes, lo dicen los especialistas en adicciones comportamentales: No existe evidencia científica de que las distancias entre colegios y locales de juego tengan una relación directa en el desarrollo de un problema o un posible trastorno por juego en menores de edad. Si se puede extrapolar esta comparativa, la poca distancia de un colegio a un bar produciría entonces menores alcohólicos y no es así. Pero todo el mundo sabe que cuando un menor tiene problemas con el alcohol no es por el bar que está al lado del colegio, sino más bien por usos inadecuados en botellones, o por otras causas. Siguiendo con este paralelismo, en España existen muchos más bares que en los países nórdicos, pero el alcoholismo es mucho mayor allí que en España, ya sea por una cuestión cultural o genética.
¿Qué medida puede tomar una Administración si quiere realmente proteger a los menores de posibles adicciones o de usos inadecuados? Controles de acceso en locales de juego. Punto. Es una medida infranqueable y su resultado se está viendo en los últimos operativos policiales con cero, cero, cero, menores.
Además las empresas están conformes con implementar los controles de entrada.
El control de acceso es una medida proporcional y eficaz y que responde al propio interés del Sector de que no haya problemas con los menores. La distancia es una medida estética que vale tal vez para dar titulares de Prensa y, precisamente, tranquilidad sólo sobre el papel. A ese menor que se le distancia en la calle probablemente se le pueda encontrar en el bolsillo el medio de incurrir en comportamientos adictivos, y no pienso únicamente en el juego online, donde también se controla estrechamente el acceso de menores, aunque existan los sitios .com, sino en otras cosas que le pueden llevar a un mundo de descontrol.
Has puesto el ejemplo de las distancias, pero podrías seguramente poner más.
Así es, y podemos hablar del mando a distancia de las máquinas en Hostelería. Es un error creer que encender y apagar una máquina recreativa es lo mismo que hacerlo con una expendedora de tabaco. En la máquina hay un PC, hay una placa, hay un software, y todos sabemos que si nos dedicamos en nuestra casa a apagar y encender constantemente nuestras CPU o nuestro portátil nos los vamos a acabar cargando, y esto es lo mismo. Esa medida por muchas razones supone una ruptura de negocio total.
¿Quizá se podría hacer algo distinto al respecto?
El Sector está dispuesto a tomar medidas para avanzar ante todos los problemas. Pero la Administración tiene que dejar que les expliquemos, que les hagamos propuestas.
¿Crees que el Sector, sus empresas, sus trabajadores, han recibido o podrán recibir las adecuadas ayudas económicas y fiscales por la situación derivada de la pandemia?
Comencemos por decir que ha habido Autonomías que nos han mantenido cerrados, no por cuestiones sanitarias sino de marcado cariz político. Después, como Sector económico y empresarial merecemos las ayudas igual que cualquier otro. Y si los Operadores han estado cerrados, también los Fabricantes han estado sin poder vender máquinas ni absolutamente nada de nuestro producto, con lo cual es de agradecer cualquier ayuda a nivel nacional o autonómico, tanto a nivel de tasas, como apoyos directos o indirectos. Todo es bienvenido y por supuesto todo es merecido.
¿Está en marcha o prevista la presentación de reclamaciones en el anterior sentido, por Responsabilidad Patrimonial o algún otro concepto?
Hay Operadores que sí se lo están planteado y eso en una decisión de cada cual. Hay Asociaciones regionales que los están recomendando, sin embargo en algunos subsectores hay llamamientos a la prudencia. Es que se trata de una posición individual, pura y dura de cada empresario.
Perdona si te hacemos la pregunta eterna en nuestro Sector, pero seguramente eres una de las personas mejor situada para contestarla: ¿Para cuándo la Unidad sectorial, o al menos podemos decir que avanza la capacidad de caminar juntos entre los subsectores, quizá también entre el juego presencial y el online?
Desmontemos mitos. La unidad sectorial existe. Pero existe si te la trabajas, ¿y cómo te la trabajas? La respuesta es compartiendo, y eso se hace como lo venimos haciendo desde el Club de Convergentes desde siempre, y también lo hacen otros. Cada vez que vamos a cualquier Autonomía, no hay contacto que vayamos a realizar o escrito que vayamos a presentar que, de manera previa, no compartamos con las Asociaciones de Operadores más importantes. Incluso después del resultado, en la elaboración de comunicados, siempre nuestra postura es de apertura a la participación y a la colaboración. Queremos poner en marcha nuestros proyectos junto a los demás, y además esa colaboración que ofrecemos es un boomberang, si tú das, tú recibes. Si te quedas en tu torre por encima de todo, y esperando que esa unidad venga a ti, no las vas a tener nunca. La unidad hay que trabajarla, es cierto que con mucha voluntad y esfuerzo, pero entonces existe.
¿Y el otro Juego, el Público. Es un mundo aparte, es un rival, es competencia en desigualdad de condiciones?
Absoluta desigualdad de condiciones, creo que se podría decir incluso que es ilegal, y de hecho la Unión Europea tendría muchísimo que decir en este sentido, porque están prohibidas las llamadas “ayudas de Estado”. Todos sabemos que asistimos a un trato completamente desacompasado con respecto del Juego Público y el Juego Privado, en el ámbito de la publicidad. Todo es juego, y todo es susceptible de tener las mismas medidas preventivas y las mismas medidas para evitar posibles efectos nocivos. Y la inmediatez la tienen ya plenamente los juegos públicos y semipúblicos: por ejemplo, los rascas, sobre los que te dan el mensaje de que el premio que vas a conseguir te va a cambiar la vida. Con respecto a nosotros eso no sólo es injusto, sino que, insisto, me atrevería a decir que es ilegal.
Y en este plano hay que pensar que si el Ministerio de Consumo ha entrado a formar parte del Protectorado de la ONCE, ¿no tendría que implantar una posición responsable en sus campañas publicitarias?
Cristina, te hemos conocido durante mucho tiempo ocupando puestos de relevancia dentro de empresas del Sector. Pensamos que, aunque sin salir de la Industria del Juego, es un trabajo bastante diferente al de la dinámica asociativa e institucional. ¿Cómo te ha afectado esto profesionalmente e incluso personalmente?
Mi primera respuesta espontánea es que estoy feliz de la vida, en un momento muy dulce y muy contenta con mi labor. Cuando trabajas mucho las cosas te pueden salir mal o salir bien, y ahora veo que las cosas se están encarrilando y me gusta hacer el esfuerzo para conseguirlo. Yo tengo que dormir mis 7 horas diarias o es que no soy persona, y estoy muy ocupada también a nivel familiar, pero la intensidad del trabajo, con muchas horas y frecuentemente incluidos los fines de semana, han sido y son algo para mí personalmente enriquecedor en estas circunstancias.
Hay algo que me dijo un dirigente empresarial que está al frente de un Grupo muy grande, además de esos familiares que no han perdido su esencia, con un concepto de entrega al trabajo: “Le echas tantas horas como yo, y eso para mí, que soy un empresario al que nadie le ha regalado nada y he empezado desde cero, y que asumo la cultura del esfuerzo, representa algo muy valioso”. Agradecí mucho la frase y la comparación con alguien para el que el día no tiene horas, sino cosas bien hechas. Y recuerdo en ese sentido también lo que decía Piccasso y que repite Manuela Jiménez, que la inspiración no tiene horas, que está muy bien que te visiten las musas, pero que te pillen trabajando.
Por encima de todo Cristina, el Club sigue adelante y es asombroso ver cómo sigue creciendo con nuevos socios.
Sobre todo si recordamos que empezó con tres integrantes. Ahora seguimos creciendo, y quiero decir que eso se logra con el boca a boca y que es algo precioso, porque son asociados que traen a asociados, personas que les dicen a otras las cosas que estamos haciendo, el foco de información que está constituido, el ambiente y la camaradería que tenemos…eso es maravilloso. Y mientras estamos hablando se cumple precisamente nuestro sexto aniversario.
¿Quiénes fueron esos tres pioneros del Club de Convergente?
Fue una reunión también preciosa realizada en las instalaciones de NOVOMATIC donde nos reunimos los miembros fundadores; representantes de MERKUR, de NOVOMATIC-GiGames y de ZITRO. Teníamos una serie de ideas y también de necesidades, que queríamos instrumentar para poner en marcha soluciones de una manera diferente a la que se estaba haciendo hasta ese momento.
Teníamos muchas ganas de afrontar ese reto y de empezar a andar.
Cuando se me entregó a mí el Premio en Sevilla expresé mi agradecimiento a todos y dije una frase específica : “Gracias a ZITRO por consentir compartirme y gracias a NOVOMATIC y a MERKUR por quererme compartida”.
Cuando se ven esos esfuerzos por hacer las cosas bien parece que duele más toda la negatividad y los ataques que se están volcando sobre el Sector. Que haya gente para quien cala el mensaje y por ejemplo, hasta vea mal que otras personas entren en un Salón o en Bingo.
Sí, pero que ocurra todo eso también es una responsabilidad nuestra. Es algo que sólo se podrá revertir a medio y largo plazo. Nosotros sufrimos la mala fama a consecuencia de un exceso publicitario, porque entre 100 y cero está el 50, y deberíamos habernos quedado ahí. El sistema de autorregulación tenía muchas cosas que mejorar. Eso ha provocado una mala aceptación social que nos tiene que servir de acicate para enmendar esa circunstancia.
¿Cómo podría hacerse?
Puede haber varias vías para conseguirlo. Nosotros tenemos muchas esperanzas puestas en el Proyecto FES, que va a llegar a los colegios y va a llegar a las familias, y va a intentar poner las cosas en su sitio en los ámbitos adecuados de prevención, de formación, de educación y de sensibilización hacia los propios menores.
Desde la apreciación de ese instrumento, y de la puesta en marcha de estas y otras cuestiones, en un periodo medio de tiempo quizá conseguiremos que también esa percepción se centre en lo que realmente puede suponer un riesgo. Todo esto no debemos verlo como un problema sino como un reto, y formar parte de la solución.
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