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CODERE en el corazón

Este Sector tiene corazón. En medio de sus grandes batallas empresariales, del duro ejercicio de la competencia o de la rivalidad por mercados y liderazgos, nunca han faltado la amistad, el respeto y la admiración entre una gran mayoría de sus protagonistas. Por eso los sentimientos no pueden estar ausentes cuando se producen grandes acontecimientos industriales o financieros que, naturalmente, también pueden afectar y muy profundamente a las personas.

Este Sector tiene corazón. En medio de sus grandes batallas empresariales, del duro ejercicio de la competencia o de la rivalidad por mercados y liderazgos, nunca han faltado la amistad, el respeto y la admiración entre una gran mayoría de sus protagonistas. Por eso los sentimientos no pueden estar ausentes cuando se producen grandes acontecimientos industriales o financieros que, naturalmente, también pueden afectar y muy profundamente a las personas.

Estas palabras tienen que ir para nosotros por delante al adentrarnos en todo lo que está sucediendo en CODERE. No hace mucho Jesús Franco dijo ante varias personas “yo quiero a José Antonio como a un hermano”. Los dos estuvieron junto a la familia Martínez Sampedro y junto a Joaquín Franco en el nacimiento de un Grupo que durante décadas ha marcado caminos innovadores, caminos inteligentes y valientes, para todo el Sector.

Ahora se ha abierto un nuevo capítulo en la historia de CODERE, cuyos pasos más significativos pueden seguirse en la información que publicamos este mismo número de AZAR, y que nos sitúa ante el relevo forzado de los hermanos Martínez Sampedro de la Presidencia y Vicepresidencia de CODERE por una votación de seis contra tres en el Consejo de Administración de la empresa. Una medida que muy probablemente sea recurrida en la próxima Asamblea de Accionistas, pero que ya está en vigor y que ha puesto al frente del Grupo a un nuevo Presidente y a un Director General con sus raíces puestas en los denominados Fondos de Inversión –o más popularmente, Fondos Buitre- que han hecho mayoritaria su participación accionarial a través de operaciones bancarias y de compra de deuda que no dejaron de ser cuestionadas en su momento.

Sin duda no había nada más lejos de la mente de José Antonio Martínez que todo esto cuando en octubre de 2007 acogió lleno de felicidad el sonido de la campana que en el parqué de la Bolsa de Madrid daba la bienvenida a la cotización en el Mercado de Valores de CODERE, con una valoración de la Compañía de 1.150 millones de euros y un precio de 21 euros por acción. Fechas y cifras del pasado, pero CODERE está en el presente y su presencia en el Sector del Juego Privado en España es fundamental, como también lo es a escala internacional con un arraigo determinante en los mercados de América Latina y de Italia. Y una gran potencia industrial y miles de puestos de trabajo no pueden entrar en zona de sombra.

Por eso las interrogantes abiertas son muy fuertes. El nuevo Presidente Norman Raúl Sorensen ha comenzado su andadura con declaraciones de clara intención “tranquilizadora” y con la iniciativa de realizar una ronda de encuentros con los Reguladores de Juego de nuestro país, comenzando por Juan Espinosa en la DGOJ y Fernando Prats en la Comunidad de Madrid, quien ha calificado de “muy cordial” la reunión. Es un comportamiento que envía señales positivas en una dirección muy contraria a la que caracteriza a los fondos buitre, pero la realidad es que toda la incertidumbre del mundo pesa en estos momentos sobre el destino de CODERE. Muchos, con el corazón herido y la mente alerta, esperamos los próximos acontecimientos.

Editorial publicado en en Número 396 de Febrero de la Revista AZAR

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