CIRSA y el futuro
“El futuro ya no es lo que era”, o más exactamente el futuro ya no es lo que solía ser, dijo el poeta Paul Valéry en una frase que años después se aplaudió en boca del Presidente Felipe González y más recientemente ha dado título a una producción cinematográfica de éxito…
“El futuro ya no es lo que era”, o más exactamente el futuro ya no es lo que solía ser, dijo el poeta Paul Valéry en una frase que años después se aplaudió en boca del Presidente Felipe González y más recientemente ha dado título a una producción cinematográfica de éxito.
Nosotros, por nuestra parte, al abrir las últimas páginas escritas en la historia de nuestro Sector con los casos de CODERE y CIRSA solamente podemos añadirle a esa frase unos signos de interrogación: ¿El futuro ya no es lo que era?
Es cierto que son muy distintos los casos de CIRSA y CODERE. En este último ha existido, existe aún, una guerra financiera, hay un asalto al poder, una oscuridad con brillos de puñales y traiciones industriales. En CIRSA, por el contrario, solamente nos encontramos con el siguiente paso de una trayectoria empresarial que dentro de toda lógica y con total transparencia puede darse sin complejos ni reproches.
Pero es un paso que produce vértigo. Es de tales dimensiones que para contemplarlo y hablar de él hay que tomar aliento. Mucho aliento, porque no se puede decir en voz baja adiós a Manuel Lao. Su decisión de vender CIRSA, la Corporación en la que ha volcado durante décadas una personalidad genial y un inconmensurable mérito empresarial, puede marcar un antes y un después en la Historia del Juego Privado en nuestro país. O quizá no. Los interrogantes están abiertos. La empresa de Tarrasa es ahora la puerta de entrada a la propiedad de Blackstone, un Fondo de Inversiones multinacional, norteamericano, cuyos planes y propósitos no han dejado de ser materia de especulación: ¿fusión con CODERE, venta de acciones, fagocitación de una marca por otra, o simplemente nada de todo esto? El futuro ya no sabemos lo que era, aunque hay en su horizonte señales que justifican la confianza. Señales tan firmes como que esa Presidencia de CIRSA que ha dejado Manuel Lao ha pasado a ocuparse por Joaquim Agut, que ha dirigido la compañía y que ha trabajado hombro con hombro junto a él durante los últimos años y a través de la terrible crisis económica y sectorial sabiendo mantener a CIRSA permanentemente en el podium de los mejores con unos resultados positivos durante casi medio centenar de trimestres consecutivos. Agut siempre ha mirado al futuro, lo ha construido, seguramente sabe lo que es. Un futuro, todos apostamos por ello, con CIRSA en primera línea.
Publicado en el nº400 de la Revista AZAR de Junio de 2018
Espero no hagan lo mismo que con los pisos de protección oficial que les han “regalado” en algunas comunidades autónomas: comprar barato y vender caro.
Son un fondo buitre y dudo que quieran quedarse mucho tiempo en el negocio pero bueno todo puede ser, tiempo al tiempo, que para esta gente suele ser rápido; de momento no se han quedado con el negocio de Argentina.
Y CODERE para que hablar si la mayoría de acciones me da que ya pertenecen hace tiempo a fondos buitre.
Y como todo esto parece una película:
“Siempre nos quedara RFRANCO”
! Que así sea, Amén!
Y concuerdo con que huele mal, también con el lector primero
Sin embargo apuesto por CIRSA como la editorialista y al igual que ella, a quien felicito y sobre todo agradezco su visión, contemplo señales que denotan un futuro diferente pero al mismo tiempo igual: bueno y esperanzador para todos los que componemos esta Industria del Juego, en que por otra parte hemos de reconocer que anduvimos despistados nos retrasamos en subirnos al carro cuando se avecinaban cambios y no los queríamos ni aceptábamos o ni siquiera los comprendíamos y se convertirían en realidad globalizada inevitablemente ! Para bien y para mal: Para el progreso imparable sin duda!
El futuro trágica, alegre, aceptablemente no es lo que era ! Por algo va por delante y en cabezas preclaras y admirables que lo prevén en ocasiones
Soy de los que creen y han creído siempre en Manuel Lao, en su leyenda y mito como ustedes publican en un adelanto de su próxima revista Azar.
No es el momento en que nos conviene ni interesa dejar de confiar.
! Confiemos pues!
Como tantas veces y últimas especialmente Ortega nos recuerda que estemos atentos ! Que nos defendamos ! ! Que no descuidemos nuestros logros, que ofrezcamos la imagen exacta que representamos, la de la legalidad, la sostenibilidad y que la responsabilidad se da por hecho, no hay que mencionarla, es un componente como en cualquier otra industria ! Rábanos !
Así debe ser: confianza sí, poquito de miedo: humano, valentía y “ Todos a uno”
! No queda otro remedio! Nos esperan muchos flancos ante Lis que lucha, mediar, aceptar, oponernos,
y creo que nos toca defender el polvorín interior y exteriormente. ! No debemos retrasarnos más!
? Cómo? Como ha escrito más de un lector ? Quizás Ortega, en sus afamados delirios razonados razonablemente, tenga la clave ?
Confieso humildemente que visto el mismo panorama de variedad de intereses y asociaciones para cada cuales, sin ir más lejos…dudo pero reconozco que nunca en esta industria hubo tantos, tan grandes y representativos empresarios que coinciden en la cantidad total de productos y servicios: posible bien común en la requerida competencia ( a su genial o menos pero nteresante siempre manera cada cual )
Los que restamos pequeños y medianos, bastantes por cierto según pudimos ver en la fría última, casi estamos en sus manos.
Claro que tienen que mirar por sus intereses , sin duda, pero podrían evitar juntos pero no revueltos, perjuicios inevitables probablemente para todos, a ese futuro que no sabemos lo que era pero quizás estemos a tiempo de dar una vuelta de tuerca sin rendirnos y solamente esperar a comprobar que suceda
Nuestro futuro no será lo que era pero indudablemente estamos a tiempo de participar en su forja
No podemos dejarlo, no podéis dejarlo
Es evidente que una figura para el sector como el Sr. Lao se va a echar en falta, pero creo que estamos en un buen momento y si jugamos bien nuestras cartaS y no nos dejamos comer la moral/tostada, vienen vientos favorables.