La Administración mete en el mismo saco drogas, Juego y pantallas en su plan de prevención de adicciones
Castilla y León propone en su Plan de Prevención de Adicciones subir la edad mínima para jugar a los 21 años
La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de Castilla y León ha presentado el nuevo Plan Autonómico sobre Adicciones 2024-2030, que reúne todas las medidas relacionadas con la prevención, intervención e información sobre adicciones tanto con sustancia, como el consumo de drogas, y sin sustancia, donde se encuentra el Juego y el uso excesivo de pantallas. Una amalgama de información que incluye todo tipo de adicciones que cuenta con una dotación económica de 91 millones de euros a lo largo de siete años.
En lo que respecta a las adicciones sin sustancia, en especial el Juego con dinero, el plan incluye medidas de prevención, tanto en modalidades online como presenciales (pese a no contar con competencias dentro del Juego online), que son como poco llamativas.
En el Anexo I del documento, titulado “Resumen de la revisión de la evidencia disponible en las intervenciones sobre el trastorno por uso de sustancias, por juego patológico y para prevenir la utilización problemática de las pantallas”, se incluyen medidas sorpresivas como que se suba la edad mínima para jugar a los 21 años: “hay clara evidencia de la efectividad de la restricción de acceso a las salas de juego con el aumento de la edad”, declaran en el texto. Asimismo, sugieren la identificación de la persona adulta para que pueda tener acceso al juego a través de un dispositivo que le permita jugar que tiene que accionar el propietario o persona encargada del local en ese momento, el control de las personas que acceden al salón de juego de apuestas, o a las máquinas de juego o apuestas o restringir el horario de apertura de los locales, entre otras restricciones, como la prohibición total de la publicidad: “Hay evidencia que señala que la estricta regulación de la publicidad del juego online tiene un claro impacto en la cantidad jugada. De ahí la relevancia de regular la publicidad del juego”, e indican que la publicidad del juego debería prohibirse en TV, radio, prensa, revistas y otros medios de comunicación, tanto escritos como online; redes sociales e influencers; soportes fijos en la calle, áreas comerciales, lugares para eventos sociales o deportivos; transporte público; supermercados, tiendas o lugares de venta de cualquier producto; colegios, institutos u otros centros con menores; y eventos deportivos, musicales, culturales, sociales o de otro tipo. O lo que es lo mismo, de todas partes.
Las medidas de prevención continúan, y cada una es aún más autoritaria que la siguiente, incluyendo “la reducción del número y variedad de máquinas de juego o apuestas disponible en cada local”.
El informe está repleto de “lindezas” sobre el Juego, que comparan con cualquier otra adicción con sustancia como las drogas. El problema radica en que tratan los mismos datos sobre el porcentaje de población entre 15 y 64 años que toma drogas, con los que han jugado en el último año. Una tendencia muy usada en nuestro país, y que lo único que hace es comparar el Juego con una droga, cuando el Juego es una actividad absolutamente legal y necesaria en muchos casos, pero este tipo de informes parece manifestar que, si existe un porcentaje de gente que haya jugado en un bingo, Casino, Salón de Juego, Local de Apuestas o haya jugado online, es que tienen un problema.
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