En las próximas semanas se decidirá además el tipo de restricción publicitaria del Juego, con una más que posible reducción gradual en medios
Australia descarta la creación de un regulador nacional de Juego
AZARplus
El Gobierno de Australia, liderado por el primer ministro Anthony Albanese, se encuentra en medio de un intenso debate sobre la regulación de la publicidad relacionada con el Juego, así como sobre la posible creación de un regulador nacional para la Industria del Juego online. La ministra de Servicios Sociales, Amanda Rishworth, ha descartado por el momento la implementación de un regulador centralizado.
Rishworth ha matizado que la creación de un regulador nacional requeriría que los estados y territorios cedieran sus competencias a la Commonwealth, algo que, según ella, “no está en las discusiones actuales”.
El parlamento australiano ha desarrollado una investigación sobre los riesgos del Juego online, que ha generado un informe con 32 posibles recomendaciones, entre las que se encontraban también la creación de un regulador nacional. En las próximas semanas, se decidirá si llegan a implantar alguna de estas recomendaciones. Es probable que se apoyen ciertas propuestas, aunque deben estar sujetas a la aceptación de los ministros de Juego de los estados y territorios.
La investigación recomendó además la eliminación progresiva de toda publicidad relativa al Juego en un plazo de tres años. Sin embargo, el Gobierno de Albanese ha optado por un enfoque más gradual, proponiendo límites a los anuncios sobre Juego en televisión y plataformas digitales. Según esta propuesta, los anuncios estarían limitados a dos por hora hasta las diez de la noche, con una prohibición adicional de anuncios antes y después de eventos deportivos en directo a partir de 2026.
Los medios de Comunicación, por su parte, han advertido sobre el impacto económico que podrían tener restricciones estrictas en la publicidad del Juego. Argumentan que una reducción en los ingresos publicitarios podría afectar su capacidad para invertir en contenido local, como noticias, deportes y producciones teatrales. Sin embargo, parece que el gobierno está dispuesto a dar a estas empresas varios años para adaptarse a la nueva normativa, lo que podría suavizar el impacto económico de los cambios propuestos.
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