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Ofrecemos la carta íntegra del Presidente de la Organización Nacional de Ciegos Españoles

Así se expresa Miguel Carballeda en el “Informe de Valores Compartidos 2020” de la ONCE

AZARplus

Querido/a amigo/a,

Afronto estas líneas con la necesidad de hacer partícipe a la ciudadanía de la situación por la que el Grupo Social ONCE ha transitado en 2020, año marcado por la pandemia del coronavirus. La realidad y magnitud de lo que hemos superado en 2020 seguirá presente en nuestros corazones y en nuestro recuerdo todas nuestras vidas. Igual que lo harán quienes nos dejaron por culpa de la pandemia o quienes por razón de los efectos del covid-19 se han visto gravemente afectados en cualquier ámbito, incluso, muchas otras personas a quienes esta realidad les ha conducido a una discapacidad. Sabed que no estáis solos y que los hombres y mujeres del Grupo Social ONCE están y estarán siempre a vuestro lado, como hemos demostrado en estos meses.

Como hemos hecho siempre desde ONCE, Fundación ONCE e Ilunion, no hemos cejado en nuestro empeño de llegar a todos los rincones donde nos ha sido posible para poner nuestro granito de arena para que la sociedad, en su conjunto, superara esta realidad sin dejar atrás a las personas con más dificultades, muchas de ellas con discapacidad. Por eso tengo que mostrar mi orgullo como presidente del Grupo Social ONCE por pertenecer a esta gran familia, capaz de hacer lo que hacen las familias de verdad, juntarse más, arroparse, ayudarse, colaborar, compartir, demostrar nuestra capacidad de ser capaces.

Hemos demostrado nuestro nivel de resistencia y de resiliencia con el lema de #LaIlusiónPuedeConTodo, que se convirtió durante 2020 en un verdadero grito de guerra, de lucha, de pelea, de futuro para un Grupo que cumplirá 83 años de vida y que, gracias a sus solventes pilares éticos y su gestión responsable, ha podido afrontar la realidad con garantías de futuro para la Institución y quienes la componemos, así como extender nuestra solidaridad, una vez más, a quienes nos necesitan.

No podemos decir que haya sido fácil, pero nos sentimos reconfortados especialmente con nuestra acción social, con el cariño que hemos podido demostrar a la ciudadanía española, a las personas ciegas, a las personas con alguna discapacidad y a todos y todas a quienes hemos podido llegar estos meses, especialmente durante los duros días de confinamiento.

Como ya saben, por primera vez en nuestra historia, tuvimos que dejar de recorrer calles y ciudades y abandonar nuestros puntos de venta, como ocurrió con otros muchos lugares. Nuestros “centinelas de la ilusión” dejaron de repartir cupones y el resto de loterías responsables en las calles. El cupón de la ONCE, parte activa de la marca España, dejó de sortearse por primera vez en 82 años, desde aquel lejano 1939, cuando empezaron a girar los primeros números de la ilusión.

Nos centramos entonces en lo que mejor sabemos hacer y que, obviamente, debíamos hacer: dar cobertura a quien lo necesitaba; poner el hombro al lado de la ciudadanía para ayudar a superar esta realidad. Y fuimos capaces: hemos dado cobertura global a 71.009 personas ciegas afiliadas a la ONCE y, muy especialmente, logramos llegar en esos días difíciles a más de 14.000 mayores de 65 años ciegos que viven solos, para lo que realizamos casi 300.000 llamadas telefónicas; nos volcamos con las personas sordociegas y también con el resto de personas con discapacidad a través de Fundación ONCE y gracias también a nuestros voluntarios; cedimos instalaciones y hoteles Ilunion que pronto se convirtieron en residencias para médicos y otro personal sanitario y lugares de cuidado y recuperación para los más afectados; las lavanderías industriales de Ilunion, con un 90% de trabajadores con discapacidad, incrementaron su ritmo para lavar toda la ropa de la pandemia y que no faltara ropa limpia en los hospitales, residencias, centros de mayores…; construimos y donamos mascarillas y material para sanitarios; cuidamos de muchas personas de avanzada edad en residencias donde pusimos lo mejor de nosotras y nosotros –no siempre bien entendido-. En definitiva, nos centramos en cuidar, en proteger a quienes podían tener una realidad más difícil, como hemos hecho siempre. Y en garantizar la continuidad de nuestra Organización y de sus trabajadores y trabajadoras.

“En un año de paralización de empleo por la pandemia, hemos mantenido el entorno de los 70.000 trabajadores y trabajadoras”

Quizás en estos momentos difíciles, los datos económicos pierdan importancia pero lo cierto que es pudimos realizar toda esta labor desde la sostenibilidad y la autoexigencia de mantener en pie un Grupo social y económico sin igual, el mayor empleador de personas con discapacidad en el mundo y el cuarto empleador global en España de personas con y sin discapacidad.

Como el resto de organizaciones y empresas nos vimos obligados a utilizar una herramienta pública que se ha demostrado básica este 2020, que han sido los Ertes, pero que hemos tratado de limitar al máximo con el único objetivo de superar la situación y recuperar la actividad lo antes posible, y así lo hemos hecho, tanto en la ONCE, en la Fundación ONCE como en sus empresas Ilunion.

En un año en el que la paralización del empleo ha sido la segunda pandemia más grave en todo el mundo, el Grupo Social ONCE logró cerrar diciembre manteniendo el entorno de los 70.000 trabajadores y trabajadoras (69.973 para ser exactos), es decir, una de cada 279 personas que tienen empleo en España. De esta plantilla, 40.482 personas tienen algún tipo de discapacidad (un 57,9%) y un 42,6% son mujeres, cumpliendo así un principio ansiado de igualdad y paridad en materia de género.

Y, además, hemos centrado el ejercicio en seguir dando confianza y seguridad a nuestra plantilla con la conversión en indefinidos de 3.433 contratos dentro del Grupo Social ONCE, de los cuales 857 son vendedores de los productos de lotería de la Organización y 2.576 pertenecen a Ilunion. Una demostración de que para nosotros el empleo, y sobre todo el empleo de calidad, es un objetivo en sí mismo, una necesidad de seguir generando oportunidades de vida, especialmente para personas con discapacidad.

El cese de nuestra actividad comercial de ventas de productos de loterías casi por absoluto durante tres meses y el lento regreso de la población a las calles y ciudades, más las realidades posteriores de cierres y confinamientos parciales, hicieron que nuestras ventas cerraran el ejercicio en 1.615,2 millones de euros, muy por debajo de la previsión del ejercicio, que superaba los 2.200 millones. Y lo mismo ocurrió con Ilunion, con varias líneas de negocio afectadas, lo que situó sus ingresos en 819,3 millones de facturación.

Con todo, no cejamos en nuestro empeño social y logramos destinar globalmente 228,3 millones de euros a inversión social dirigida a las personas ciegas o con otra discapacidad. En ONCE hemos continuado con una de nuestras tareas más importantes y que más sentido dan a nuestra existencia: hemos recibido con los brazos abiertos y con un traje a medida, en los momentos posiblemente más duros de sus vidas, a 2.139 personas que perdieron la vista en 2020 y que quieren seguir mostrando que son capaces; logramos en un año complejo que 7.400 niños y niñas ciegos superaran sus cursos incluidos en las aulas, como unos más, con un amplio despliegue de nuestros servicios sociales, educativos o culturales; hemos entregado a domicilio, con un nuevo modelo de trabajo, un total de 110 nuevos perros guía; Fundación ONCE ha aprobado 2.010 proyectos de formación, accesibilidad y empleo para personas con discapacidad, una lluvia fina de solidaridad gestionada por muchas pequeñas organizaciones de todo el territorio; y desde Ilunion hemos invertido 46,6 millones de euros este año, para seguir creciendo, con un horizonte de inversión de 150 millones hasta 2023.

Voy cerrando estas líneas con otro recorrido por 2020 que tiene más que ver con nuestra filosofía de vida: seguir trabajando juntos y mirando siempre al futuro para ganarnos el día a día con la cabeza bien alta. Arrancamos la pandemia al grito de #LaIlusiónPuedeConTodo; volvimos a las calles con una gran campaña de agradecimiento a la ciudadanía, que recibió de nuevo a nuestros vendedores y vendedoras con un cariño inusitado y la mejor muestra de recuperación de la normalidad que supone poder compartir unos segundos de confidencias y charla con los centinelas de la ilusión; celebramos la Santa Lucía más multitudinaria de nuestra historia, vía online, en la que llegamos a todos nuestros mayores y les hicimos partícipes de un gran evento para recordar y para celebrar; y cerramos el año poniendo una nota de color a nuestro logo, qué curioso, color en el mundo de los ciegos.

Amarillo, azul, rojo, verde, y blanco son los colores que se suben ahora a nuestro isotipo, a nuestro querido “Oncelio”, para dar un paso más en la definitiva consolidación de imagen de una marca a todo color, que pretende perdurar como distintivo social y económico dentro y fuera de nuestro país. Un paso más de futuro, de innovación, que quiere englobar a todos, representados en estos colores: el amarillo y el verde históricos de la ONCE; el rojo de Fundación ONCE; el azul de Ilunion; y el blanco de nuestro bastón, símbolo mundial de movilidad.

Es, en definitiva, la manera de simbolizar y expresar unos valores que tienen como aspiración la confianza de la ciudadanía, el arraigo, la relevancia, la familiaridad, y el liderazgo social.Que muestran una forma de ir por la vida con las máximas de ilusión y unidad, de esfuerzo y constancia, para tangibilizar quiénes somos y qué hacemos por nosotros y por todos, como parte activa de la ciudadanía, como uno más. En esos lugares siempre nos encontrarán, ahora, con mucho color.

Miguel Carballeda Piñeiro

Presidente del Grupo Social ONCE

VER AZARplus DE HOY.- Difundimos el Informe de Valor Compartido Grupo Social ONCE 2020 

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