Fernando Romay: “Lo que nos hace geniales es ser distintos” 

El ex jugador de baloncesto Fernando Romay ofreció ayer en el III FEMARA OPEN FÓRUM una charla titulada “El valor de la diferencia”. Durante casi una hora, el legendario deportista y, desde hace años, asesor empresarial, habló sobre los valores del éxito, subrayando la importancia del “sentimiento de pertenencia, de evolucionar y de ser distintos”. Una conferencia que fue todo un éxito, impartida en un tono ameno, ganándose a la audiencia con su interesante discurso y característico humor…

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Fernando Romay no defraudó las expectativas puestas en él por la organización del evento. Como conferenciante principal de esta tercera edición, celebrada en el Hotel Courtyard Marriott Madrid Princesa bajo el lema “Ventajas de la planificación en el sector del recreativo”, el histórico del baloncesto aportó su visión personal sobre la fórmula del éxito y la importancia de tener valores para alcanzarlo.

Imágenes y vídeos de diferentes momentos de su trayectoria profesional fueron ilustrando sus palabras, actuando de hilo conductor de la charla, en la que hizo un repaso de algunas de las principales enseñanzas de la vida y del deporte que más le han marcado.

“No sé si lo habéis notado, pero yo soy distinto”. Con esta frase inició la charla, buscando conectar con el público con simpatía, pero sobre todo intentando hacer llegar un mensaje que considera “muy importante”. Y es que esa diferencia, explica, “es lo que me ha permitido ser como soy”.

Para decir a continuación: “Estamos en un mundo en el que queremos parecernos, tenemos modelos. Pero, en realidad, lo que nos hace geniales es ser distintos”. Una diferencia, por otro lado, compatible con el trabajo en equipo, no solo en el baloncesto o el deporte en general, sino en el ámbito empresarial.

“Un equipo se transforma en un mosaico de gente que piensa distinto que hace distinto, pero que tienen un objetivo común. Y yo creo que eso es lo importante”, apunta. Asimismo, cree que en la vida es esencial tener referentes, así como “el camino que recorremos”.

“Cada uno tiene sus referentes, los míos están en mi equipo, es la gente con la que he convivido”, explica. Lo que verdaderamente importa es “lo que has sufrido para conseguir las cosas” durante ese camino, más allá de los éxitos. “A ese camino, -afirma-, dedico la charla”.

Romay deleitó al auditorio con un repaso de su vida, como ejemplo de lo necesario que es “sentir en qué somos diferentes, en qué somos mejores, en qué somos buenos de verdad y aportar esa diferencia en valor al grupo”. Remarcó la importancia que tuvo para él que creyesen en él cuando de niño ingresó en el Real Madrid.

“Chaval te quedas en el Madrid porque yo creo en ti” es la frase que “cambió mi vida”. Se la dijo el entrenador del primer equipo, Tomás González, tras realizar una prueba para entrar que no era precisamente buena.

“Es la frase que ha marcado mi vida. Creo que en esta vida hay etapas en nuestra vida en las que hemos de intentar que alguien crea en nosotros, que nos dé la oportunidad que me dio a mi Tomás González. Y también hay etapas en las que debemos devolver eso a la sociedad y empezar a creer en la gente”, dijo.

“Tenemos que ser creíbles y creer”, además de respetar y potenciar la diferencia, sin juzgar a todo el mundo con el mismo patrón. Muy al contrario, “recomienda hacer ver a cada uno cuáles son sus fortalezas, saber qué fortalezas te vienen bien para crecer tú como organización”.

Lograr una constante evolución para ir avanzando en la trayectoria profesional no fue fácil para él, explica. Vencer “miedos” es fundamental, sentir “orgullo” de la organización de la que se forma parte y tener “buena predisposición”, es decir, “ganas de mejorar”.

“Todos tenemos que sentirnos orgullosos de la organización de la que formamos parte. Vosotros estais aquí, en FEMARA. No cualquiera está aquí, estáis vosotros y este sentimiento de orgullo es muy importante”, apostilló.

El éxito, sin embargo, no debe paralizar esa evolución, sobre todo teniendo en cuenta que “tan efímera es la gloria como la miseria”, frase que atribuye a Cristóbal Rodríguez, ex jugador del que heredó la camiseta, que ahora ejerce como médico.

Hacerlo, a su juicio, nos impide aprovechar oportunidades o, por pasiva, nos llevaría a perderlas. “Cuando tengamos un éxito comercial no nos debemos regodear demasiado en ello porque a los pocos días va a haber otro partido. Ni tampoco podemos hundirnos cuando no lo tengamos, porque a los pocos días hay otro partido”.

Una de las claves para lograrlo, además del sentimiento de pertenencia al equipo u organización y contribuir siempre en lo que se pueda, consiste en lograr ser diferente y continuar siéndolo. Para ello, es clave “ser dueño de uno mismo. Y, siendo trascendente, para ser dueño de uno mismo, uno debería trabajar y trabajar en todos los aspectos”.

El trabajo entendido como superación, sin poner excusas. “No nos quejemos de no tener todos los medios y suplamos esos medios con predisposición con interés personal, con ganas de mejorar. Yo creo que eso es importante”, explica. Asimismo, su fórmula para combatir el miedo de seguir evolucionando, sin quedarse en el círculo de confort, consiste en “preguntar”, “atender” a la explicación, y “sobre todo, al final agradecer”.

También remarcó la importancia de “dar soluciones a la gente que está a tu alrededor”, con una actitud benévola y dejando el estrés a un lado. Porque, inevitablemente, ponerse nuevos retos es hacerse preguntas que requieren respuestas y enfrentar miedos, todo ello necesario para “ir rompiendo los círculos de confort”.

De lo contrario, “es que no estás creciendo, es que no te estás haciendo más fuerte. No estás evolucionado”. Una evolución en la que juega un papel importante el karma emocional y que, por otra parte, solo tiene sentido para Romay si se pone pasión.

“Hay que poner pasión en todo lo que hagas. En todo. Apasionaos, por favor, eso es importante, poned pasión en todo lo que hagáis. Ser igual a los demás te da confort, pero ser diferente te hace necesario”. Sin dejar de lado la importancia del equipo, insiste, aludiendo a la filosofía de Michael Jordan, uno de los mejores deportistas de la historia, cuando decía: “si quieres llegar rápido ve solo, si quieres llegar lejos, ve en equipo”. O, también aquello de “un talento gana un partido, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos”.

Para Romay, otra clave del éxito consiste en “vivir en equilibrio”, sobre todo buscando el físico, técnico y emocional. “Recordad: todos los éxitos que tengamos se quedan en las vitrinas, lo que importa es el camino, las vivencias se quedan en el corazón”.

Su vida, no cabe duda, es un ejemplo de versatilidad y evolución. Ha participado en shows televisivos, “también he jugado al fútbol americano, he estado en cantidad de sitios, he montado diversas ONGs. Evoluciono, siento vértigo, mariposas en el estómago. Tanto es así que ahora me planto aquí a contaros mi vida siendo gallego. Con lo que somos los gallegos, que no abrimos la puerta de nuestro corazón a nadie, y os cuento estos avatares, para intentar daros este mensaje”.