Se COMPLICA la Legalización del Juego en Brasil 

La Legalización de los Juegos de Azar en Brasil se complica, dificultando establecer un calendario para su implantación creando más incertidumbre.
 Lamentablemente la situación política del ejecutivo o legislativo en Brasil no favorece la toma de decisiones respecto de la regulación de los juegos de azar… 
Una situación que dificulta cualquier toma de posición respecto de un calendario realista que permita a las empresas llevar a cabo un plan de actuación en un mercado que no parece que vaya a despejarse a corto y medio plazo, posiblemente distorsionado por acontecimientos políticos que impiden la toma de cualquier decisión mayoritaria respecto de la aprobación de leyes o decretos, y mucho menos de un segmento como la industria del juego, que necesita sosiego y consenso para que se regule de una manera sólida y garantista para los inversores.

La imputación hoy mismo, del Presidente Temer por corrupción pasiva por parte del Fiscal General no hace mas que confirmar la incertidumbre que supone la inestabilidad que se va a agravar sobre la ya existente y con ello impedir cualquier toma de decisión sobre leyes o decretos que establezcan la regulación de los juegos de azar en Brasil.

Mal diagnóstico para que Brasil pueda tener una regulación de los juegos de azar en un próximo futuro, ya que los distintos proyectos que han venido discutiéndose en el Senado y en la Cámara de los Diputados, además de las iniciativas relativas a algunos juegos como las apuestas deportivas o el juego y apuestas por Internet por parte del ejecutivo, van a seguir en un estado de letargo, sin poder hacerse una estimación sustanciada de cuando pueden despejarse esta situación.

Salvo milagro, algo que no es bueno como elemento de referencia, los interesados en entrar en el mercado de juegos de azar en Brasil, tendrán que esperar a que exista un escenario que permita la aprobación e implantación de una regulación, que como la del juego, precisa de un amplio consenso entre las fuerzas políticas y sociales, que garantice un texto legal sólido que ofrezca las suficientes garantías y seguridad jurídica a los participes.

El Congreso de Juego que se está celebrando estos días en Sao Paulo, no va a aportar mas que voluntarismo y deseos que pase algo que facilite la aprobación de leyes que permitan los juegos de azar en Brasil, pero lamentablemente no mucho mas que eso, que desde luego es muy poco.

Llevamos hablando sobre borradores de proyectos de regulación mucho tiempo y los avances han sido pocos, mas allá de las discusiones en las comisiones que se ocupan de ello, y el debate público por grupos empresariales, bufetes, consultores y empresas de eventos, en los que solo se repite mas de lo mismo sin llegar a ninguna definición que permita hacer un planteamiento de negocio.

Esto incluye a los “lobbies”, con intereses diversos y encontrados, que están presionando políticamente para conseguir sus objetivos de negocio, y que confunden más que ayudan a los que tienen que tomar las decisiones sobre regulación.

Demasiado “follon” de todo tipo, político, empresarial, interesados colaterales, etc.,  el que hay organizado entorno a la regulación del juego en Brasil, como para que se esté construyendo un escenario propicio que ayude a tener una resolución dentro de un horizonte visible.