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Presentamos el Número 5 de nuestra hermana mayor, la Revista AZAR

Jesús Franco fue el protagonista de la portada de AZAR de Febrero de 1985

AZARplus

Dejamos de exigir nuestros derechos, y ahora parece que no tenemos ninguno”. Esta frase de Juan Manuel Ortega extraída de su Editorial del nº 5 de la Revista AZAR, era una perfecta entrada para al menos la mitad del contenido de aquella edición donde se informaba, uno tras otro, de una serie de agravios infligidos al Sector fundamentalmente desde los Poderes Públicos. Así, una desoladora galería de fotos parecía convertirse en un paseo por el “pasillo de la muerte” mostrando hasta seis Salones de Juego de Barcelona con el cierre echado por las autoridades municipales. Sus propietarios se habían encontrado con que después de estar perfectamente al día y autorizados por la Generalitat e incluso llevar años de impecable funcionamiento, llegaba el Ayuntamiento y se los cerraba por sorpresa con exigencias que en algunos casos eran claramente contradictorias con la normativa gubernamental… “por no exigir nuestros derechos, ahora parece que no tenemos ninguno”…

VER REVISTA AZAR Nº 5 FEBRERO 1985

Suma y sigue: “Cuando los valencianos sufren el mal tiempo, la Industria del Juego coge una pulmonía”. Para paliar las heladas sufridas en la región el Gobierno autónomo de Valencia se inventó de la noche a la mañana un especial recargo para el Sector del Juego, el “impuesto del frío”, que ascendía a 2.500 millones de pesetas. ¿Por qué no se grava a la Industria automovilística o a la Iglesia Católica para ayudar a los damnificados?”, se preguntaba AZAR ante la evidente discriminación anticonstitucional… “por no exigir nuestros derechos…

Sigue y suma: La Comunidad Autónoma de Murcia se sacaba de la manga un recargo sobre la Tasa Fiscal de las máquinas de un 20%, es decir unas 25.000 pesetas por aparato. Entrevistado por AZAR el Consejero de Hacienda de Murcia, José Molina, aseguraba que “no somos tan puritanos que queramos castigar al Sector del Juego”, pero afirmaba sin caerse de su sillón cosas como que “el recargo es legal si se acepta que jurídicamente la Tasa es un impuesto y no una tasa” o que “se había buscado un Sector que pudiese soportar el nuevo impuesto sin conflictos ni tensiones”, y redondeaba su magisterio al plantear que si en Murcia pagasen sus tributos el 40% de máquinas clandestinas que había en el parque, las legales no tendrían que sufrir la subida… ¡¿ y no es usted, Autoridad competente, el responsable de que no haya máquinas clandestinas?! En todo caso y también desde las páginas de nuestra Revista le daba respuesta Valentín Puente, Director del Departamento Económico de ORENES y experto financiero, quien explicaba los motivos por el que el recargo no se ajustaba a Derecho y, en términos sociales, denunciaba la actitud tanto de las Administraciones autónomas como de la Central de “exprimir al Sector como a un limón”….”por no exigir nuestros derechos…”.
Suma y suma: Inexorablemente la Generalitat de Catalunya seguía adelante con el proyecto de sus Boletos que de forma bochornosa pero meridianamente clara había descrito José María Lamarca, Director General de Juego de la Comunidad: “Se distribuirán en los mismos lugares donde se juega con las máquinas tragaperras, para así poder competir con ellas y conseguir desviar las inversiones de los jugadores”. Tan escandalosa postura suscitó una interpelación en el Parlament del diputado Albert Alay de Esquerra Republicana, al que naturalmente entrevistó AZAR. Alay no admitía que los boletos o loto catalán “pudiera sustituir a las máquinas de juego” y decía que “cuando se dan palos al Sector del Recreativo hay que preguntarse por qué y cuál es la compensación”, apuntando hacia posibles factores de corrupción del Poder, pero quizá ya un poso tarde porque… “por no exigir nuestros derechos…

Y multiplica: En Bilbao se había fundado una entidad llamada Etorkintza donde políticos, jueces, periodistas, hombres de negocios, deportistas, el propio Obispo Auxiliar de Bilbao o el Rector de la Universidad del País Vasco se unían como una piña para combatir las drogas y ¿adivinan ustedes qué más?, pues sí, el juego. Y es que… “por no exigir nuestros derechos…
Por fortuna en febrero de 1985 AZAR también tenía contenidos mucho más gratos. El primero de ellos daba color a nuestra Portada con la imagen de Jesús Franco ataviado para su deporte favorito y con unas declaraciones suyas y una semblanza en el interior que nos acercaban a un hombre hecho a sí mismo en medio de mil dificultades. Unos orígenes humildes y esforzados, una trayectoria vital que también le convirtió en emigrante y que, finalmente y junto a su hermano Joaquín, le elevó hasta la fortuna y el liderazgo sectorial. Un Jesús Franco, decíamos, que “es sobre todo energía, energía disparada desde sus ojos, inyectada con sus manos, sometida desde su cerebro… es una sinfonía energética”.

Tampoco andaban faltos de valores ni mucho menos otros dos protagonistas de nuestra edición, los hermanos Ángel y Elíseo Orenes. Allí estaba el relato del comienzo del gran Grupo ORENES cuando el padre de los chicos, todavía en pantalón corto, intuyó que el Juego podía ser un buen negocio y les puso un Salón en la localidad de Alquerías para que se hicieran cargo de él en el tiempo libre que les dejaban sus estudios. Toda una aventura a la que AZAR se acercaba apenas a los dos meses de que los hermanos asumieran la Presidencia del negocio familiar que ya era todo un complejo de empresas.

Nacían proyectos, modelos, empresas, algunas de ellas con tanto porvenir como CODERE Girona, para dejarnos una entrañable foto de los hermanos Franco, Martínez Sampedro, Surroca y Vilaró estrenando ilusiones, y otras que después de escalar hasta las cumbres del éxito hoy ya sólo son un recuerdo al que acercarse si ustedes aceptan la invitación de abrir estas páginas del ayer.

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