Jesús María Molina, secretario de FAMACASMAN, analiza para la prensa local los motivos del declive de las Máquinas en Hostelería

AZARplus.- El Secretario de FAMACASMAN, Jesús María Molina, ha sido protagonista en la prensa local facilitando los datos que señalan que a cierre de 2015 la provincia de Albacete contaba con un 25% menos de máquinas activas respecto al final de 2008. En siete años se han retirado 568 máquinas de establecimientos hoteleros y salones recreativos, lo que supone que cada año se retiran de media 81 máquinas en esta provincia.

De las 2.241 máquinas autorizadas en 2008 se pasa ahora a 1.673. Haciendo una relación con el número de habitantes, se obtiene que en 2008 había una máquina tragaperras por cada 179 vecinos, y ahora hay una por cada 236, cuando además la provincia ha perdido más de 5.000 habitantes.

El cierre de las recaudaciones de 2015 aún no está hecho, pero desde la federación su secretario general técnico, Jesús María Molina, comentaba que “estimamos que en los últimos años las recaudaciones se han reducido alrededor de un 40%, lo que ha motivado la caída del número de máquinas”.

Famacasman tiene además muy analizadas las causas de esta bajada de los ingresos y, según ha explicado a La Tribuna de Albacete, empiezan por supuesto por la crisis económica y sus efectos, menos empleo, más paro, menos salarios, y por ende menos consumo para una actividad que se enmarca en los productos de ocio: “La reducción generalizada del consumo, que afecta incluso a productos de necesidades más básicas, es evidente que afecta en mayor medida a actividades que no son de primera necesidad, como es el caso de las relacionadas con el entretenimiento y la diversión”, indicó Molina

. También cuenta la prohibición de fumar en los locales, añadía Molina: “Se trata de una medida que, aunque pueda estar justificada por motivos de salud, es indudable que ha repercutido de forma muy negativa en los negocios de hostelería y de ocio”. En el primer año de vigencia la ley supuso una caída “muy violenta” de los ingresos, y desde entonces ha tenido “un impacto claramente negativo” para esta actividad empresarial.

En alusión a la hostelería, desde la patronal de las máquinas de juego también se indica que los últimos años han sido escenario de cierta reconversión en muchos locales, en detrimento de la habitual presencia de las tragaperras. Jesús María Molina comentaba que «sobre la evolución de las máquinas de juego, también nos encontramos con unos cambios de naturaleza social, pues es evidente que en estos últimos años se constata una clara reducción de locales de hostelería que podemos llamar tradicionales, en los que era habitual la instalación de máquinas, que o bien desaparecen o bien cambian su tipo de servicio hacia otras actividades». En esas actividades «más de moda en los últimos años» aparecen otros formatos, como pizzerías o hamburgueserías, donde «las máquinas de juego no tienen cabida o aceptación».

El sector también señala al coste fiscal en la región de mantener una máquina, 3.700 euros por unidad al año. Jesús María Molina indicó que «pese a la importante caída de las recaudaciones la Administración Autonómica ha mantenido inalterada la exigencia de la misma tasa de juego», tasa que es junto a la de Galicia la más alta de todo el país, y 300 euros superior a la media. Desde Famacasman se indicaba que «otras comunidades autónomas sí han sido conscientes de esta reducción de ingresos de las máquinas y han reducido las cuotas de la tasa de juego», y han tomado medidas con una menor tasa.

El quinto motivo al que alude Famacasman está en Internet, en las nuevas formas de juego que se regularizaron normativamente y que han supuesto que los aficionados al juego encuentren otras modalidades accesibles en su móvil, la tablet, o el ordenador. El secretario técnico de la federación sectorial se refería a este juego online que empezó a regularizarse en 2012. Su popularidad ha tenido que ver con la caída de rentabilidad en las máquinas, porque la nueva legislación permite «la realización de múltiples modalidades de juego a través de canales telemáticos completamente accesibles hoy en día para los ciudadanos», y son «una competencia directa para las modalidades de juego presencial». Desde Famacasman se subrayó que además en 2015 se autorizaron y se comenzaron a comercializar las slots online, mediante las que se realizan «los mismos juegos que se explotan en las máquinas de juego tradicionales», pero sin las limitaciones de precios, premios máximos y demás condicionantes que «sí se aplican a las máquinas presenciales», y tienen mucho menor cortes de personal y logística.

Desde el sector también se advirtió que en 2015 la retirada de máquinas se amortiguó porque muchas se pusieron en nuevos establecimientos de juego, un negocio que sí crece y sigue motivando nuevas aperturas en la provincia casi cada mes.