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CARLOS HERNÁNDEZ CREE EN SU EFECTIVIDAD; SEGÚN BELINCHÓN, LA LEY DEBE SER UNA EVOLUCIÓN Y NO UNA REVOLUCIÓN; POR PARTE DE URIARTE, PODRÍA IMPLICAR UNA RECONVERSIÓN DEL SECTOR; Y LALANDA DESTACA LA OBVIA  ARGUMENTACIÓN CONSTITUCIONAL

¿Es posible aplicar la Ley de Unidad de Mercado en 17 Sectores Comunitarios y frontalmente desunidos?

AZARplus

 AZARplus.- ¿Es posible aplicar la Ley de Unidad de Mercado en 17 Sectores Comunitarios y frontalmente desunidos?  En el fondo, esta era la gran pregunta a la que se enfrentaban los ponentes en la mesa coloquio sobre las consecuencias para el Sector de la aplicación material de la Ley de Garantía de Unidad de Mercado.  Destacó la creencia ciega de Carlos Hernández por su efectividad “ya que hemos ido normalizando nuestra actividad pasando de ser una industria cuestionada por su relevancia en el orden público a un sector de ocio y entretenimiento”. Para Aitor Uriarte su aplicación podría conllevar a una reconversión de la Industria y Belinchón no entiende las premisas con la que se parte y clama por dejar atrás el lastre del orden público que paraliza la actividad política sobre el Sector.

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Así, Carlos Hernández se alzó como gran adalid de la Ley de Unidad de Garantía de Mercado (LUGM) sin pretender una recentralización del juego sino alentar un debate para lograr una aplicación proporcionada cuya aplicación depende mucho del propio sector. “La industria debe reflexionar a largo plazo y apostar por esta Ley. Su aplicación implica cambios internos que requieren esfuerzos para que sean altamente beneficiosos y que todos construyamos un sector más competitivo. No obstante el juego online se regula a nivel autonómico pero garantizando criterios de conexión para cumplir con la LUGM. La presión fiscal no se encuentra englobada en la Ley así la presión fiscal es trascendental para garantizarla”.

Luis Miguel González Gago apunta al hecho de que tenemos una ley de 2013 en la que dice que todas las administraciones debíamos adecuarnos a la LUGM para no confundir al empresariado y “creo que ve a ser imposible hasta últimos del año que viene debido a las elecciones utonómicas. ¿Como se valora esta posibliddad de la dicotomía de normativas?”

Para Carlos Hernández, esta es una realidad valorada con preocupación. Poque además se trata de un sector con el hándicap de su importancia social y la consecuencia de graves daños para el orden público y la urgencia de aplicación normativa es mayor.”

“El Consejo de políticas de juego debe abordar esta cuestión y avanzar juntos. El operador no puede ser la víctima por los tiempos electorales en que nos encontramos. Debemos ser todo lo rápido que podamos”

Aitor Uriarte, del País Vasco, sin embargo se pregunta y lanza la cuestión a la mesa: “¿La aplicación de la ley puede llevar a una reconversión del propio sector? ¿El sector está preparado para ello?”

“Quiero pensar que sí”, explica Carlos Hernández. “Todos saben que llevo 3 años y soy el que menos perspectiva tiene pero desde  la DGOJ creemos que estamos asistiendo a una reconversión del sector clara, manifiesta y que se nota mes a mes. Valoramos que el sector no es el mismo en estos tres años. Esta Ley es un punto más en esa conversión. Es un cambio manifiesto de la percepción social de nuestra actividad. Lo que antes era una actividad que no se compartía cada vez es más social y más adaptada. Pero ahora gracias a Dios es un actividad socialmente aceptada aunque lógicamente nunca olvidando que es una actividad que implica unos riesgos que cada vez se pueden prevenir y controlar mejor. El juego es ocio y esa concepción es el motor principal de la conversión. La unidad de mercado llega en el momento oportuno porque estamos cambiando la percepción. Por lo que leo por ahí, el sector percibe que el Consejo de políticas del juego no funciona pero creo que sí lo está haciendo y muy bien. Lo fundamental es hablar y lo hacemos en confianza”.

Con la claridad de ideas acostrumbrada y su apesadumbrada actitud, José Feliciano Morales Belinchón dijo sentirse débil de argumentos. “El espíritu básico para la aplicación de la Ley de Unidad de Mercado en el sector de juego es una dicotomía que no sabemos digerir. Si el sector del juego es un sector de ocio y entretenimiento porqué continuamente defendemos que no se aplica la Ley por razón de orden público. No lo entiendo. Es una cuestión de conciencia. Si la cambiamos, entonces se podrá aplicar. Después de leer el contenido de la Ley creo que tiene mucha potencialidad pero tiene que convencer en lugar de vencer. Tiene que dar Igualdad y no uniformidad. La Ley se debe aplicar más consensuada. La Ley es una oportunidad para las administraciones y sectores muy importante para facilitar la competitividad de los sectores. No podemos estar ante una ley de mercado para el online y no para el presencial aunque siempre tengamos que asistir a la experiencia de cada autonomía”,

“La aplicación de la Ley se ha olvidado de algo muy importante, la competencia exclusiva del estado es la de tributos y ésta se delega y la tenemos todas las CCAA (menos las comunidades forales) esta competencia es esencial que se uniforme para garantizar la competitividad. Todos tenemos buena fe para no caer en oligopolios… Al menos que los elementos esenciales para online y presencial y diferentes CCAA sean iguales. Como el devengo, el aplazamiento, la proporcionalidad del impuesto al online. Esto sería una gran falta. En el negocio este aspecto es esencial por la alta fiscalidad. Igualar esto sería muy importante. Las licencias de cada comunidad tienen que unificarse e igualarse. Hay que pensar que tenemos que rebajar costes en las CCAA.¿ Para que vamos a exigir a cada sector una regulación distinta? El sector está demasiado regulado y no es lógico en el mundo actual”.

“Y recalcó que es esencial el consenso y que la Ley suponga una evolución y no una revolución”
“Falta la rmonización de los impuestos, al menos que sean homogéneos en sus elementos fundamentales. Porque los impuestos sí funcionan como oligopolios. Y favorecer el crecimiento económico ayudará a crear empleo. “

Un tema de vital importancia para Belinchón es que hay que evitar el aludir al tema del orden público y cambiarlo por el de que somos un sector de ocio y entretenimiento. Porque esto  implica una forma distinta de recaudación por este propio carácter problemático que se le aplica.

Aitor Uriarte pregunta si sería factible la armonización fiscal. A lo que Belinchón contesta que sí. “Si pensaran como yo, sí. Es imprescindible. Debemos aplicar los mismos impuestos que cualquier otro sector sin ninguna diferencia. Y armonizar eso es muy sencillo. Hay que ver cómo afecta en el sector, en las CCCAA y cómo afecta a la evolución económica de las empresas y de la sociedad y ver qué pasa. No es lo mismo el juego que el tabaco, éste sí causa perjuicios”. Por tanto “NO a los impuestos que gravan externalidades bajo el argumento del grave perjuicio social”.

Carlo Lalanda por su parte pregunta si realmente estamos preparados para la Ley de Unidad de Mercado. “De la Ley en sí misma podemos enganchar algunas cosas pero no es una panacea. Los subsectoress son muy diversos, y de ámbito nacional y autonómico. Pero yo niego la mayor. La regulación del Online es claramente estatal. ¿Por qué las CCAA regulan el juego online? ¿Cuál es la competencia? Entiendo que estamos ante un mercado troceado para los juegos presenciales, cada CCAA ha construido una regulación. La limitación fundamental es la atribución de competencias a las CCAA adquirida en los Estatutos de Autonomías y ahora pretendemos que la norma estatal les afecte… Si aplicamos el sentido que ya venía en la Constitución sobre competencia, el Estado era el que llevaba a cabo la inciativa y las CCAA se van introduciendo y ocupando el espacio que les permite la Consitución. Ha sido un abandono progresivo por mantener la estructura central que ahora estamos volviendo a pedir. La DGOJ debe contener esta tendencia”.

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